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Cena con sorpresa...¿grata? [Ginerva Waldorf] +18
2 participantes
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Cena con sorpresa...¿grata? [Ginerva Waldorf] +18
Recuerdo del primer mensaje :
Tras el haber estado con la rubia el día anterior ahora él no podía sacarla de su cabeza, no hacía más que pensar en ella y en la cena que tendrían esa noche, se podía decir que se encontraba nervioso al respecto, a la par de ansioso, tenía muchas cosas en mente, estaba seguro de lo que quería hacer pero no sabía cómo se lo podía tomar la joven y ese, ahora, era su mayor miedo. En definitiva, llevaba todo el día nervioso, pagándolo con los elfos domésticos, aquella mañana si quiera había pisado las mazmorras para visitar a la pelirroja que estaba en ellas, no, aquella mañana tenía otras muchas cosas en mente. Su día había sido largo, demasiado largo para su gusto, además de agitado, no le gustaba aquella sensación. Tras cambiarse cuatro veces de corbata, pues ninguna resultaba de su agrado aquel día, el rubio se encaminó hacia la sala de estar donde dejó correr el resto de la tarde entre cartas y un buen vaso de whisky de fuego. Faltaba una hora para la hora de la cena, el joven volvió a subir a su habitación y volvió a rebuscar en su ropero algo que ponerse, no se sentía a gusto en absoluto. Se cambió nuevamente de ropa y más porque se le hacía tarde que por estar verdaderamente de a cuerdo con su vestimenta se encaminó hasta la chimenea del salón. Chasqueó los dedos y ahí estaba, el elfo doméstico con su capa negra, la tomó sin cuidado y se la colocó sobre los hombros, era algo bastante efectivo para cuando se movía con los polvos flu, cosa que habituaba a utilizar bastante. Tomó una poca cantidad de aquellos polvos del bote junto a la chimenea, se adentró en ella y unos momentos después se encontraba en el Callejón Diagón.
Primero pasaría a buscar a la joven a su habitación, aún seguía sin entender por qué esta se empeñaba en vivir en aquella ínfima y mugrienta habitación cuando podía, perfectamente, quedarse en su mansión, no, definitivamente no lo entendía, pero ella así lo quería y él no tenía intención alguna de privarla de aquello. Después se encaminarían a un restaurante muggle en el centro de Londres muy bien conocido por su comida minimalista, aunque a decir verdad poco le importaba esa crítica, se había decantado por dicho restaurante porque era el primero de una larga lista que había encontrado al buscar restaurante buenos en la ciudad. No tardó demasiado en llegar al apartamento en el que se alojaba la joven, carraspeó la garganta, nervioso, se arregló por enésima vez el traje y se apretó la corbata antes de proceder a tocar al timbre
Tras el haber estado con la rubia el día anterior ahora él no podía sacarla de su cabeza, no hacía más que pensar en ella y en la cena que tendrían esa noche, se podía decir que se encontraba nervioso al respecto, a la par de ansioso, tenía muchas cosas en mente, estaba seguro de lo que quería hacer pero no sabía cómo se lo podía tomar la joven y ese, ahora, era su mayor miedo. En definitiva, llevaba todo el día nervioso, pagándolo con los elfos domésticos, aquella mañana si quiera había pisado las mazmorras para visitar a la pelirroja que estaba en ellas, no, aquella mañana tenía otras muchas cosas en mente. Su día había sido largo, demasiado largo para su gusto, además de agitado, no le gustaba aquella sensación. Tras cambiarse cuatro veces de corbata, pues ninguna resultaba de su agrado aquel día, el rubio se encaminó hacia la sala de estar donde dejó correr el resto de la tarde entre cartas y un buen vaso de whisky de fuego. Faltaba una hora para la hora de la cena, el joven volvió a subir a su habitación y volvió a rebuscar en su ropero algo que ponerse, no se sentía a gusto en absoluto. Se cambió nuevamente de ropa y más porque se le hacía tarde que por estar verdaderamente de a cuerdo con su vestimenta se encaminó hasta la chimenea del salón. Chasqueó los dedos y ahí estaba, el elfo doméstico con su capa negra, la tomó sin cuidado y se la colocó sobre los hombros, era algo bastante efectivo para cuando se movía con los polvos flu, cosa que habituaba a utilizar bastante. Tomó una poca cantidad de aquellos polvos del bote junto a la chimenea, se adentró en ella y unos momentos después se encontraba en el Callejón Diagón.
Primero pasaría a buscar a la joven a su habitación, aún seguía sin entender por qué esta se empeñaba en vivir en aquella ínfima y mugrienta habitación cuando podía, perfectamente, quedarse en su mansión, no, definitivamente no lo entendía, pero ella así lo quería y él no tenía intención alguna de privarla de aquello. Después se encaminarían a un restaurante muggle en el centro de Londres muy bien conocido por su comida minimalista, aunque a decir verdad poco le importaba esa crítica, se había decantado por dicho restaurante porque era el primero de una larga lista que había encontrado al buscar restaurante buenos en la ciudad. No tardó demasiado en llegar al apartamento en el que se alojaba la joven, carraspeó la garganta, nervioso, se arregló por enésima vez el traje y se apretó la corbata antes de proceder a tocar al timbre
Última edición por Draco L. Malfoy el Sáb Mar 17, 2012 12:57 am, editado 2 veces
Draco L. MalfoyMortífagos || Admin - Mensajes : 326
Puntos : 40
Edad : 31
Re: Cena con sorpresa...¿grata? [Ginerva Waldorf] +18
Acaricié sus manos intentando tranquilizarle, estaba nervioso y me avergonzaba de lo que le había propuesto. Simplemente, había sido algo tremendamente impulsivo que tendría que haber reprimido, y no lo había hecho. ¿Cómo podía haber pensado que la llevaría a una habitación, fuese donde fuese, y acariciaría mi cuerpo....?
Sacudí la cabeza para no pensar más en eso, empezaba a sonrojarme todavía más al hacerlo. Observé su rostro pensando en lo que debían de decirle a él cuando salía conmigo. Sería algo así...¿Como lo que llamaban a los Weasley? No pregunté, sabía que si los mencionaba Draco se encendería, pensaría en Potter y se pondría a buscarle como loco en vez de quedarse aquí, conmigo, más o menos a solas.
El vestido de noche no era demasiado grueso y acerqué a Draco más a mi para que me transmitiese algo de su calor, pues empezaba a refrescar.
Noté su piel en mi mejilla. Se había quitado el guante y eso me hizo sonreír dulcemente. Simplemente, le adoraba. Yo nunca había sido partidaria de las bodas, y aún así me iba a casar. A casar. Tendría que decírselo a mis padres, pero posiblemente no podrían venir. ¿Irían los mortífagos?
Preferí no pensar en los "detalles" de ese tipo, que aguarían mi felicidad absoluta. Sonreí ante sus promesas de cambio, y elevé una mano lentamente para ponerle los dedos en los labios, haciéndole callar, acercándole a mi, pegando su cuerpo al mío.
-Si estoy contigo, pueden decir lo que quieran.-Susurré, y acerqué mis labios a los suyos sonriendo y le besé con pasión, cerrando los ojos.
Sacudí la cabeza para no pensar más en eso, empezaba a sonrojarme todavía más al hacerlo. Observé su rostro pensando en lo que debían de decirle a él cuando salía conmigo. Sería algo así...¿Como lo que llamaban a los Weasley? No pregunté, sabía que si los mencionaba Draco se encendería, pensaría en Potter y se pondría a buscarle como loco en vez de quedarse aquí, conmigo, más o menos a solas.
El vestido de noche no era demasiado grueso y acerqué a Draco más a mi para que me transmitiese algo de su calor, pues empezaba a refrescar.
Noté su piel en mi mejilla. Se había quitado el guante y eso me hizo sonreír dulcemente. Simplemente, le adoraba. Yo nunca había sido partidaria de las bodas, y aún así me iba a casar. A casar. Tendría que decírselo a mis padres, pero posiblemente no podrían venir. ¿Irían los mortífagos?
Preferí no pensar en los "detalles" de ese tipo, que aguarían mi felicidad absoluta. Sonreí ante sus promesas de cambio, y elevé una mano lentamente para ponerle los dedos en los labios, haciéndole callar, acercándole a mi, pegando su cuerpo al mío.
-Si estoy contigo, pueden decir lo que quieran.-Susurré, y acerqué mis labios a los suyos sonriendo y le besé con pasión, cerrando los ojos.
Ginerva WaldorfMortífagos || Admin - Mensajes : 538
Puntos : 204
Edad : 28
Re: Cena con sorpresa...¿grata? [Ginerva Waldorf] +18
Se dejó llevar por el momento, siguiéndole el beso, saboreando sus labios, saboreando el momento, como le fascinaba aquella joven, el tenerla cerca era increíble, respirar su perfume, tocar su piél, toda ella le fascinaban, le volvía loco. La besó apasionadamente, mientras la abrazaba juntando así sus cuerpos, quería tenerla todo lo cerca posible, la deseaba, la necesitaba. Terminó el beso suavemente, con cuidado y cierta desgana, tratando de alargarlo con leves rozes de sus labios. Si no hubiese sido por dónde estaban hubiese seguido adelante sin más, dejándose llevar por el momento, la pasión y el calor.
Respiró hondo cuando se separaron y notó una leve y fría brisa que hasta a él mismo le hizo estremecer ligeramente. Miró a la joven, si él la había sentido no quería pensar en cómo estaría ella. Rió levemente al verla tiritar, se tapó ligeramente la boca evitando mostar una sonrisa completa. La abrazó fuertemente y tras esto se comenzó a quitar su chaqueta y se la puso a la joven sobre los hombros, tras esto pasó su brazo sobre los hombros de la rubia -Mejor vayámonos antes de que mueras de frío- dijo en un leve tono burlón mientras comenzaba a caminar abrazado a la joven.
Comenzó a pensar en la futura boda, ¿cómo lo harían?, ¿cuándo?, ¿a quién invitarían?, ¿dónde la celebrarían?, por Merlín habían tantas cosas que preparar, tanto en qué pensar, que organizar. Suspiró fuertemente sumido en sus pensamientos. Gin...ella...¿querría invitar a su familia?, a sus padres muggles, eso sí que sería un problema, algo complejo que no sabía cómo arreglar. Se pusó la mano en la frente tratando de evitar aquellos pensamientos, ya tendrían tiempo para arreglar todo aquello.
Miró a la joven de soslayo y le dedicó una leve sonrisa -¿Vas a decirme a dónde quieres ir?- preguntó tranquilo y con un ligero tono burlón.
Respiró hondo cuando se separaron y notó una leve y fría brisa que hasta a él mismo le hizo estremecer ligeramente. Miró a la joven, si él la había sentido no quería pensar en cómo estaría ella. Rió levemente al verla tiritar, se tapó ligeramente la boca evitando mostar una sonrisa completa. La abrazó fuertemente y tras esto se comenzó a quitar su chaqueta y se la puso a la joven sobre los hombros, tras esto pasó su brazo sobre los hombros de la rubia -Mejor vayámonos antes de que mueras de frío- dijo en un leve tono burlón mientras comenzaba a caminar abrazado a la joven.
Comenzó a pensar en la futura boda, ¿cómo lo harían?, ¿cuándo?, ¿a quién invitarían?, ¿dónde la celebrarían?, por Merlín habían tantas cosas que preparar, tanto en qué pensar, que organizar. Suspiró fuertemente sumido en sus pensamientos. Gin...ella...¿querría invitar a su familia?, a sus padres muggles, eso sí que sería un problema, algo complejo que no sabía cómo arreglar. Se pusó la mano en la frente tratando de evitar aquellos pensamientos, ya tendrían tiempo para arreglar todo aquello.
Miró a la joven de soslayo y le dedicó una leve sonrisa -¿Vas a decirme a dónde quieres ir?- preguntó tranquilo y con un ligero tono burlón.
Draco L. MalfoyMortífagos || Admin - Mensajes : 326
Puntos : 40
Edad : 31
Re: Cena con sorpresa...¿grata? [Ginerva Waldorf] +18
Le devolví los besos como si fuese lo último que haría en esta vida. Por suerte no sería lo último, me casaría con él y... Entonces... Ya no estaría mal visto que se viesen todas las noches...¿Verdad? No es que eso me preocupase, o sea, no pensaba únicamente en eso, pero poder verle todas las noches y abrazarle mientras me duermo...Ojalá. Pero no quería adelantar acontecimientos porque si estás centrado en el futuro no pensarás en el presente.
Sentí su chaqueta sobre mis hombros y sonreí levemente bajando la mirada. Él también había notado la fría brisilla que corría. Me pegué a él con sus manos sobre mis hombros, gesto que me reconfortaba notablemente y con el cual me sentía segura. Con él estaba segura, dijesen lo que dijesen mis antiguos compañeros del colegio. Él, conmigo, era distinto, era otro. No era el mismo Draco Malfoy. Era MI Draco.
-Vas a coger frío, deberíamos darnos prisa...-Dije, levantando la mirada para mirarle con un brillo en la mirada. Volvía a preguntarme a dónde quería ir y no repetiría el mismo fallo que antes. Mis ojos brillaban y en ellos se reflejaba la luz de las estrellas. Me puse de puntillas y besé suavemente sus labios mientras pensaba qué responder.-Pues...-Titubeé.-Podemos ir a mi casa, si te apetece... Creo que mis padres están en el campo, en casa de la familia, y podemos poner la calefacción...-Dije, no muy segura de que a él le apeteciese.-O a donde tú quieras...-Añadí, mirándole.
No estaba segura de que quisiese estar en una casa de muggles sin magia, pero lo había dicho y no podía cambiarlo. Me mojé un poco los labios mientras esperaba su respuesta.
Sentí su chaqueta sobre mis hombros y sonreí levemente bajando la mirada. Él también había notado la fría brisilla que corría. Me pegué a él con sus manos sobre mis hombros, gesto que me reconfortaba notablemente y con el cual me sentía segura. Con él estaba segura, dijesen lo que dijesen mis antiguos compañeros del colegio. Él, conmigo, era distinto, era otro. No era el mismo Draco Malfoy. Era MI Draco.
-Vas a coger frío, deberíamos darnos prisa...-Dije, levantando la mirada para mirarle con un brillo en la mirada. Volvía a preguntarme a dónde quería ir y no repetiría el mismo fallo que antes. Mis ojos brillaban y en ellos se reflejaba la luz de las estrellas. Me puse de puntillas y besé suavemente sus labios mientras pensaba qué responder.-Pues...-Titubeé.-Podemos ir a mi casa, si te apetece... Creo que mis padres están en el campo, en casa de la familia, y podemos poner la calefacción...-Dije, no muy segura de que a él le apeteciese.-O a donde tú quieras...-Añadí, mirándole.
No estaba segura de que quisiese estar en una casa de muggles sin magia, pero lo había dicho y no podía cambiarlo. Me mojé un poco los labios mientras esperaba su respuesta.
Ginerva WaldorfMortífagos || Admin - Mensajes : 538
Puntos : 204
Edad : 28
Re: Cena con sorpresa...¿grata? [Ginerva Waldorf] +18
No pudo evitar reir ante el comentario de la joven, ¿frío?, eso es lo que debía estar sintiendo ella en aquel momento debido al vestido que llevaba, muy bonito y elegante sí, pero quizás, demasiado fino y corto, pero marcaba sus curvas haciéndola así mucho más deseable a los ojos del rubio. No pudo evitar mirarla al pensar en aquello, paseó su vista por la rubia, de arriba a abajo y se mordió ligeramente el labio inferior tras esto. La deseaba. La deseaba y necesitaba con todo su ser, la quería sólo para sí, y es que Malfoy siempre ha sido un egoista sí, pero ella, no, no podía compartirla, no podía permitir que nadie mancillase aquel hermoso tesoro con sus manos, si quiera él mismo se sentía digno de poder posar sus manos sobre la piel de la joven, y es que realmente no lo era, esas manos, esas malditas manos con las que había acabado con tantas vidas, quizás inocentes después de todo o quizás no, pero vidas, vidas de personas que, al igual que él amaban y sentían, y había sido él quien había acabado con su felicidad, con su pasión, con sus deseos y sueños, él y nadie más. Sus manos eran tan o más impuras que las de ningún otro y mancillaban a la joven con cada roze en su piel, pero no podía parar, no podía dejarla ir, no podía perderla...no quería.
Andaba abrazado a la rubia mientras su mente había comenzado a divagar en un nuevo tema, sumido en aquello pensamientos, comenzando a odiarse a sí mismo, andaban sin un rumbo predefinido, andar por andar, por estar. Escuchó la idea de la joven sin prestar demasiada atención. Respiró hondo y miró al frente comenzando a pensar en aquella propuesta, ¿la casa de Gin?, ¿la casa de los padres de Ginerva?, resopló ligereamente y luego le dedicó una leve y apagada sonrisa a la joven -Bien, claro, vayamos- no estaba muy seguro de aquello pero en aquel momento poco le importaba a dónde le llevase la rubia, el hiría, sin más, sin replicar, quejarse u argumentar, y es que haría cualquier cosa por esa mujer, cualquier cosa, más no estaba en su mejor momento, sus pensamientos le había jugado una muy mala pasada haciéndole comenzar una lucha interna. ¿Verdaderamente la merecía? ¿merecía aquella sonrisa, aquellas palabras, aquel "sí"?. No, desde luego que no. Él era la última persona en el mundo que se mereciese a la joven, que mereciese a Ginerva Waldorf.
Andaba abrazado a la rubia mientras su mente había comenzado a divagar en un nuevo tema, sumido en aquello pensamientos, comenzando a odiarse a sí mismo, andaban sin un rumbo predefinido, andar por andar, por estar. Escuchó la idea de la joven sin prestar demasiada atención. Respiró hondo y miró al frente comenzando a pensar en aquella propuesta, ¿la casa de Gin?, ¿la casa de los padres de Ginerva?, resopló ligereamente y luego le dedicó una leve y apagada sonrisa a la joven -Bien, claro, vayamos- no estaba muy seguro de aquello pero en aquel momento poco le importaba a dónde le llevase la rubia, el hiría, sin más, sin replicar, quejarse u argumentar, y es que haría cualquier cosa por esa mujer, cualquier cosa, más no estaba en su mejor momento, sus pensamientos le había jugado una muy mala pasada haciéndole comenzar una lucha interna. ¿Verdaderamente la merecía? ¿merecía aquella sonrisa, aquellas palabras, aquel "sí"?. No, desde luego que no. Él era la última persona en el mundo que se mereciese a la joven, que mereciese a Ginerva Waldorf.
Draco L. MalfoyMortífagos || Admin - Mensajes : 326
Puntos : 40
Edad : 31
Re: Cena con sorpresa...¿grata? [Ginerva Waldorf] +18
Notaba su piel cercana a la mía y mi mano se enroscó alrededor de la suya antes de que pudiese ponerse un guante. Me pregunté si se avergonzaría por las cicatrices que llevaba en ellas. Cicatrices que se había hecho durante la guerra, matando a gente. Le había dado muchas vueltas a eso. Yo no lo había visto, bueno, una vez. Era una pareja... Una escena que nunca podré olvidar.
Pero él no sabía algunas cosas de mi que quizás le hiciesen odiarme o simplemente harían que se viese de otra manera. Levanté mi mirada hacia él y me puse delante suya, le acaricié la mejilla y me puse de puntillas para besarle suavemente. Cerré los ojos y tomé aire antes de hablar. Lo que tenía que decir era doloroso,pero sería justo que si él se fuese a casar conmigo lo supiese.
-Maté a una persona, Draco...-Confesé, y apoyé mi cara en su pecho, como intentando olvidar, intentando desaparecer, intentando borrar ese recuerdo que, sin embargo, no se iría nunca.
Noches enteras sufriendo, viendo esas imágenes de guerra ante mis ojos, yo matando, él matando, muerte, destrucción, dolor... Contuve las lágrimas porque no me parecía justo ponerme a llorar ahora. ¿Estaría él pensando en lo mismo que yo antes de que yo soltase lo que había soltado?
Me había dicho que podríamos ir a mi casa, pero yo no estaba segura de poder concentrarme en una desaparición. De repente, oí un gemido ahogado detrás de unos cubos. Me separé de Draco, quizás únicamente fuese mi imaginación tratando de salvarme de unos lloros incontrolados. Me acerqué y miré hacia abajo. Un perrito callejero gemía en el suelo, tras el cubo. Mis ojos se llenaron de lágrimas de ternura, apenas era un cachorrillo de tres meses, tenía orejas en punta y ojos grises como los míos.
Como los nuestros.
Me agaché para cogerle y lo levanté. No se resistió, lo acaricié y me volví hacia Draco, con una sonrisa llena de dulzura, como la de una madre con su hijo, y un brillo en la mirada. Una vez estuve suficientemente cerca, miré a Draco.
-¿Nos lo podemos quedar?
Nos lo podemos quedar... Nosotros. No iba a estar sola, era un nosotros, para siempre si nada se torcía. Y yo todavía me preguntaba cómo podría haber cosas tan dulces en un mundo que acababa de ser destruído y que estaba recuperándose. Y también me pregunté qué hacía el perro en la calle. Al igual que había dulzura y belleza, había crueldad. Y eso me llevaba a mi bando. ¿En cuál estás?
Decídete...
Pero él no sabía algunas cosas de mi que quizás le hiciesen odiarme o simplemente harían que se viese de otra manera. Levanté mi mirada hacia él y me puse delante suya, le acaricié la mejilla y me puse de puntillas para besarle suavemente. Cerré los ojos y tomé aire antes de hablar. Lo que tenía que decir era doloroso,pero sería justo que si él se fuese a casar conmigo lo supiese.
-Maté a una persona, Draco...-Confesé, y apoyé mi cara en su pecho, como intentando olvidar, intentando desaparecer, intentando borrar ese recuerdo que, sin embargo, no se iría nunca.
Noches enteras sufriendo, viendo esas imágenes de guerra ante mis ojos, yo matando, él matando, muerte, destrucción, dolor... Contuve las lágrimas porque no me parecía justo ponerme a llorar ahora. ¿Estaría él pensando en lo mismo que yo antes de que yo soltase lo que había soltado?
Me había dicho que podríamos ir a mi casa, pero yo no estaba segura de poder concentrarme en una desaparición. De repente, oí un gemido ahogado detrás de unos cubos. Me separé de Draco, quizás únicamente fuese mi imaginación tratando de salvarme de unos lloros incontrolados. Me acerqué y miré hacia abajo. Un perrito callejero gemía en el suelo, tras el cubo. Mis ojos se llenaron de lágrimas de ternura, apenas era un cachorrillo de tres meses, tenía orejas en punta y ojos grises como los míos.
Como los nuestros.
Me agaché para cogerle y lo levanté. No se resistió, lo acaricié y me volví hacia Draco, con una sonrisa llena de dulzura, como la de una madre con su hijo, y un brillo en la mirada. Una vez estuve suficientemente cerca, miré a Draco.
-¿Nos lo podemos quedar?
Nos lo podemos quedar... Nosotros. No iba a estar sola, era un nosotros, para siempre si nada se torcía. Y yo todavía me preguntaba cómo podría haber cosas tan dulces en un mundo que acababa de ser destruído y que estaba recuperándose. Y también me pregunté qué hacía el perro en la calle. Al igual que había dulzura y belleza, había crueldad. Y eso me llevaba a mi bando. ¿En cuál estás?
Decídete...
Ginerva WaldorfMortífagos || Admin - Mensajes : 538
Puntos : 204
Edad : 28
Re: Cena con sorpresa...¿grata? [Ginerva Waldorf] +18
La miró nervioso, ¿a qué venía aquello?, ¿por qué le decía eso?. Comenzaba a preocuparse. La abrazó fuertemente tratando de transmitirle apoyo y cariño. La comprendía, entendía a la perfección aquel sentimiento, él también se había sentido así más de una vez y lo odiaba, era horrible. Todavía recordaba con cierto miedo la cara de la primera persona a la que tuvo que matar, más de una vez había tenido pesadillas con aquello, no era algo fácil, nunca es fácil matar, pero debía hacerlo si quería sobrevivir, no tenía mayores opciones, o acataba las ordenes de su señor o moría.
Notó como la joven se soltaba de su abrazo tras escuchar un leve ruído a su espalda, se acercó a la joven que se encontraba agachada junto a algo que había en el suelo, estaba a punto de preguntarle qué pasaba cuando la rubia se puso en pié con un...un perro entre las manos. La miró con una ceja alzada sin saber muy bien qué es lo que hacía con ese bicho, en seguida lo supo, ¿quedarselo?, ¿ellos?, ¿meter un perro en su casa?. Se dibujó una clara mueca de sorpresa en su rostro al escuchar aquellas palabras, ¿tener un perro? ¿¡un perro!?. -Gin...em...eso...no podemos...- le dijo tartamudeando ligeramente, sin saber muy bien cómo decirle que no a aquellos ojos grises y a la dulce sonrisa de su prometida, por merlín. Suspiró fuertemente y se pasó la mano por la cabeza despeinandose ligeramente -Gin, es...un perro- le dijo mientras ponía una mueca de ligero asco, ¿cómo podía preguntarle aquello?. Levantó la mirada fijándola en los ojos de la joven, aquellos brillantes y bellos ojos que le miraban fijamente, que, sin decir nada, le pedían por favor poder quedar aquel cachorro. Suspiró nuevamente, esta vez algo más resignado ante la pregunta de la joven -No seré yo quien lo cuide- habló en tono serio, quería dejar aquello bien claro, tenía cosas más importantes por las que preocuparse que un perro. La miró fijamente con una ceja alzada y de brazos cruzados.
Notó como la joven se soltaba de su abrazo tras escuchar un leve ruído a su espalda, se acercó a la joven que se encontraba agachada junto a algo que había en el suelo, estaba a punto de preguntarle qué pasaba cuando la rubia se puso en pié con un...un perro entre las manos. La miró con una ceja alzada sin saber muy bien qué es lo que hacía con ese bicho, en seguida lo supo, ¿quedarselo?, ¿ellos?, ¿meter un perro en su casa?. Se dibujó una clara mueca de sorpresa en su rostro al escuchar aquellas palabras, ¿tener un perro? ¿¡un perro!?. -Gin...em...eso...no podemos...- le dijo tartamudeando ligeramente, sin saber muy bien cómo decirle que no a aquellos ojos grises y a la dulce sonrisa de su prometida, por merlín. Suspiró fuertemente y se pasó la mano por la cabeza despeinandose ligeramente -Gin, es...un perro- le dijo mientras ponía una mueca de ligero asco, ¿cómo podía preguntarle aquello?. Levantó la mirada fijándola en los ojos de la joven, aquellos brillantes y bellos ojos que le miraban fijamente, que, sin decir nada, le pedían por favor poder quedar aquel cachorro. Suspiró nuevamente, esta vez algo más resignado ante la pregunta de la joven -No seré yo quien lo cuide- habló en tono serio, quería dejar aquello bien claro, tenía cosas más importantes por las que preocuparse que un perro. La miró fijamente con una ceja alzada y de brazos cruzados.
Draco L. MalfoyMortífagos || Admin - Mensajes : 326
Puntos : 40
Edad : 31
Re: Cena con sorpresa...¿grata? [Ginerva Waldorf] +18
Me sentía como una niña pequeña pidiendo permiso a sus padres para quedarse con el cachorro. No se me pasó desapercibida la mueca de disgusto, supuse que no le gustaban los perros, pero aún así no desistí. No podía dejar a aquella cosita en la calle como si fuese una bolsa de basura. Le miré a los ojos.
-Ya, ya sé que es un...Perro.-Dije, arqueando una ceja. Venga, por favor, ¿cómo íbamos a dejarlo ahí? Era la cosa más bonita del mundo, quitando a Draco, obviamente, con esos ojos grises y esas orejillas graciosas. Acaricié al cachorrillo, esperando una respuesta casi ansiosa.
Entonces dio su brazo a torcer, no lo dijo de buena gana pero lo dijo. Feliz, salté hacia él y le besé en los labios con pasión, agarrando al cachorrito lejos de la camisa del chico para que no se la manchase, aunque a mi me estaba manchando el vestido, cosa que me daba bastante igual.
-Se llamará Lars.-Dije. Y mi voz sonó infantil de nuevo, esa voz que ponía de pequeña y adolescente, esa voz que...Echaba de menos, una voz despreocupada, tranquila.-Gracias, Draco, gracias...-Sonreí, y mis ojos se iluminaron de nuevo. Dejé al perrito en el suelo y éste dio unos graciosos pasos con sus patas demasiado grandes hacia delante, se paró como si nos esperase y ladró. Agarré a Draco del brazo y le besé de nuevo.
-Ya, ya sé que es un...Perro.-Dije, arqueando una ceja. Venga, por favor, ¿cómo íbamos a dejarlo ahí? Era la cosa más bonita del mundo, quitando a Draco, obviamente, con esos ojos grises y esas orejillas graciosas. Acaricié al cachorrillo, esperando una respuesta casi ansiosa.
Entonces dio su brazo a torcer, no lo dijo de buena gana pero lo dijo. Feliz, salté hacia él y le besé en los labios con pasión, agarrando al cachorrito lejos de la camisa del chico para que no se la manchase, aunque a mi me estaba manchando el vestido, cosa que me daba bastante igual.
-Se llamará Lars.-Dije. Y mi voz sonó infantil de nuevo, esa voz que ponía de pequeña y adolescente, esa voz que...Echaba de menos, una voz despreocupada, tranquila.-Gracias, Draco, gracias...-Sonreí, y mis ojos se iluminaron de nuevo. Dejé al perrito en el suelo y éste dio unos graciosos pasos con sus patas demasiado grandes hacia delante, se paró como si nos esperase y ladró. Agarré a Draco del brazo y le besé de nuevo.
Ginerva WaldorfMortífagos || Admin - Mensajes : 538
Puntos : 204
Edad : 28
Re: Cena con sorpresa...¿grata? [Ginerva Waldorf] +18
No podía, definitivamente no podía decirle que no a aquella tierna sonrisa, a aquellos brillantes ojos, a aquella mujer, no podía. Fuese lo que fuese lo que esta le pidiese él se lo daría, sin reproche, y todo por aquella sensación que siempre había denominado como "estúpida", el amor, el maldito a la par de bello amor, esa sensación tan bonita pero por la que hacía tantas tonterías, por lo que no podía decirle que no a aquella rubia, por lo que no podía estar sin saber algo sobre ella, sin verla, sin besarla, sin tocarla. Simplemente moría. Le devolvió el fugáz beso a la joven y la miró con cariño.
Cual niña pequeña, sus mejillas se habían encendido levemente, sus ojos brillaban más de lo normal, y su sonrisa era mucho más bella y sincera que de costumbre, toda una niña, preciosa, infantil y perfecta, toda ella. Miró al perro con una ceja alzada y no pudo reprimir un suspiro de resignación -¿Lars?- dijo con ironía -¿En serio le vas a llamar Lars?- rió levemente y agarró su mentón para besarla. Tras esto volvió a pasar su brazo sobre los hombros de la joven -Se hace tarde Gin, deberíamos irnos a casa- Sí, casa, porque ahora era la casa de ambos, bueno...y de Lars...Suspiró levemente, ¿cómo aguantaría a aquella cosa peluda, sucia y ruidosa correteando por su casa?, por Merlín.
Soltó a la joven con cuidado mientras observaba a aquel chucho ladrar y mover el rabo, chasqueó la lengua y se volvió a colocar el guante negro que antes llevaba, así mejor. Se agachó junto a "Lars", tendió su mano para tocarlo pero este le gruñó levemente y se alejó unos pasos. El rubio alzó una ceja, ¿a qué venía eso?, bajó su mano y volvió a ponerse en pie, se colocó las manos en los bolsillos y se adelantó a la joven -Gin...- la llamó dándole a entender que quería irse ya de allí
Cual niña pequeña, sus mejillas se habían encendido levemente, sus ojos brillaban más de lo normal, y su sonrisa era mucho más bella y sincera que de costumbre, toda una niña, preciosa, infantil y perfecta, toda ella. Miró al perro con una ceja alzada y no pudo reprimir un suspiro de resignación -¿Lars?- dijo con ironía -¿En serio le vas a llamar Lars?- rió levemente y agarró su mentón para besarla. Tras esto volvió a pasar su brazo sobre los hombros de la joven -Se hace tarde Gin, deberíamos irnos a casa- Sí, casa, porque ahora era la casa de ambos, bueno...y de Lars...Suspiró levemente, ¿cómo aguantaría a aquella cosa peluda, sucia y ruidosa correteando por su casa?, por Merlín.
Soltó a la joven con cuidado mientras observaba a aquel chucho ladrar y mover el rabo, chasqueó la lengua y se volvió a colocar el guante negro que antes llevaba, así mejor. Se agachó junto a "Lars", tendió su mano para tocarlo pero este le gruñó levemente y se alejó unos pasos. El rubio alzó una ceja, ¿a qué venía eso?, bajó su mano y volvió a ponerse en pie, se colocó las manos en los bolsillos y se adelantó a la joven -Gin...- la llamó dándole a entender que quería irse ya de allí
Draco L. MalfoyMortífagos || Admin - Mensajes : 326
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Re: Cena con sorpresa...¿grata? [Ginerva Waldorf] +18
-Sí, Lars es el protagonista de una serie alemana que veía de pequeña, era un osito polar...-Dije, y me sonrojé.
Sonreí ante su beso de cariño, sencillamente, le adoraba. Había aceptado lo que yo le había pedido y sabía que era algo difícil para él. Me mordí el labio, observando su belleza. Era sencillamente perfecto. ¿No me había dado cuenta antes? Sí, pero ahora, además, parecía feliz, no estaba rodeado de mortífagos pensando en que ojalá se hundiera para ocupar su lugar. Además, iba a ser mi prometido...
Miré al perro, arqueé una ceja. Supuse que le veía como algo peligroso, debido al "6º sentido animal". Le di una especie de colleja al perro y volví a besar a Draco, pero antes de eso recriminé al animal.
-¡No le gruñas!¡Es un amigo!-Sonreí y cuando besé a mi prometido, le mordí el labio.
Decidí lanzarme, cosa difícil para mi. Le miré a los ojos profundamente, con media sonrisa.
-¿De verdad me vas a hacer esperar hasta el día de bodas, Draco Malfoy? Todavía estás a tiempo de negar que tienes ganas...-Las palabras salían de mi boca como descontroladas, me había sonrojado pero no me había apartado ni un milímetro de él.-¿No tienes ganas de estar conmigo a solas, en la cama?-Le besé suavemente mirándole a los ojos, traviesa, como si le tentase.
Mi lado "salvaje" y "atrevido" había vuelto a salir, justo en el momento adecuado.
Sonreí ante su beso de cariño, sencillamente, le adoraba. Había aceptado lo que yo le había pedido y sabía que era algo difícil para él. Me mordí el labio, observando su belleza. Era sencillamente perfecto. ¿No me había dado cuenta antes? Sí, pero ahora, además, parecía feliz, no estaba rodeado de mortífagos pensando en que ojalá se hundiera para ocupar su lugar. Además, iba a ser mi prometido...
Miré al perro, arqueé una ceja. Supuse que le veía como algo peligroso, debido al "6º sentido animal". Le di una especie de colleja al perro y volví a besar a Draco, pero antes de eso recriminé al animal.
-¡No le gruñas!¡Es un amigo!-Sonreí y cuando besé a mi prometido, le mordí el labio.
Decidí lanzarme, cosa difícil para mi. Le miré a los ojos profundamente, con media sonrisa.
-¿De verdad me vas a hacer esperar hasta el día de bodas, Draco Malfoy? Todavía estás a tiempo de negar que tienes ganas...-Las palabras salían de mi boca como descontroladas, me había sonrojado pero no me había apartado ni un milímetro de él.-¿No tienes ganas de estar conmigo a solas, en la cama?-Le besé suavemente mirándole a los ojos, traviesa, como si le tentase.
Mi lado "salvaje" y "atrevido" había vuelto a salir, justo en el momento adecuado.
Ginerva WaldorfMortífagos || Admin - Mensajes : 538
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Re: Cena con sorpresa...¿grata? [Ginerva Waldorf] +18
Esperó a que la joven estuviese a su lado, esta le besó y él, obviamente, no se negó ante aquella muestra de cariño. Le dedicó una nueva mirada al "chucho" antes de que la rubia comenzase a hablar, una mueca de asco se formó en su rostro, cuanto le costaría el poder aguantar a aquella sucia bola de pelo en su casa. ¿Dónde se había metido con aquello?.
Escuchó atento la oferta de la joven, notablemente sorprendido por su comportamiento. Una amplia sonrísa picarona se dibujó en su rostro, como le encantaba aquella chica, sus drácticos y sorprendentes cambios resultaban un tanto entretenidos. Debía de admitir que él también moría de ganas por estar con ella a solas, en su cama, o donde fuese, pero a solas, y que surgiese lo que debía de surgir, él no se negaría ante aquello, es más...lo deseaba, la deseaba, a toda ella.
La rodeó con sus brazos mientras aquella sonrisa se ensanchaba por momentos -No te diré que no a tan suculenta propuesta...- y es que obviamente no se negaría. Esuchó un chirriante y molesto ladrido junto a sus pies, maldito chucho, ¿ahora esa bola les arruinaría la noche?. De nuevo, aquella mueca de asco se hizo en su rostro mientras miraba al perro, el cual no paraba de ladrar de aquella manera tan escandalosa y molesta. Gruñó ante aquello y se vio obligado a soltar a la rubia, fue entonces cuando el perro dejó de ladrar, frunció el ceño, ¿ahora no podría tan si quiera abrazar a SU prometida?, miró a la joven con su ceja alzada, irónico -¿Va en serio?-
Escuchó atento la oferta de la joven, notablemente sorprendido por su comportamiento. Una amplia sonrísa picarona se dibujó en su rostro, como le encantaba aquella chica, sus drácticos y sorprendentes cambios resultaban un tanto entretenidos. Debía de admitir que él también moría de ganas por estar con ella a solas, en su cama, o donde fuese, pero a solas, y que surgiese lo que debía de surgir, él no se negaría ante aquello, es más...lo deseaba, la deseaba, a toda ella.
La rodeó con sus brazos mientras aquella sonrisa se ensanchaba por momentos -No te diré que no a tan suculenta propuesta...- y es que obviamente no se negaría. Esuchó un chirriante y molesto ladrido junto a sus pies, maldito chucho, ¿ahora esa bola les arruinaría la noche?. De nuevo, aquella mueca de asco se hizo en su rostro mientras miraba al perro, el cual no paraba de ladrar de aquella manera tan escandalosa y molesta. Gruñó ante aquello y se vio obligado a soltar a la rubia, fue entonces cuando el perro dejó de ladrar, frunció el ceño, ¿ahora no podría tan si quiera abrazar a SU prometida?, miró a la joven con su ceja alzada, irónico -¿Va en serio?-
Draco L. MalfoyMortífagos || Admin - Mensajes : 326
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Re: Cena con sorpresa...¿grata? [Ginerva Waldorf] +18
Sonreí al perro y le hice un gesto con la mano. Había aprendido a transportar cosas mediante un hechizo, por lo que cogí la varita y "marqué un número". Tras esperar un momento, la voz de mi madre se puso al teléfono.
-Hola mamá...Sí, estoy bien...No, no es nada importante...¿Tienes un rato?...Te envío una sorpresilla, ¿me la cuidas hasta que tenga un ratito?...Vale, gracias, adiós...Te quiero.-Sonreí y me volví hacia Draco. Realicé un Accio transportín para perros, de una tienda de animales o algo así debió de ser, porque sonó un cristal roto... No me preocupé en exceso, tenía ganas de estar a solas con él.-Sí, se ha puesto celoso...-Sonreí, mientras metía al perro con ciertas dificultades en la caja de plástico con agujeros. "Perrito travieso", pensé.
Recordé mi infancia por unos segundos, sonreí.
Con otro movimiento de varita el cajetín se empezó a mover y se perdió en la distancia. Al rato una llamada perdida al móvil muggle, que apagué rápidamente en cuanto la recibí. Me volví hacia Draco. La mirada me brillaba de una forma especial. Me acerqué a él, con el vestido algo estropeado, algo sucio, con un roto a la altura del pecho del que no me había percatado. Sigo andando hasta estar a su lado, pegada a él, mirándole a los ojos con media sonrisa.
-¿...Entonces?-Pregunté, esperando a que él hiciese algo.
-Hola mamá...Sí, estoy bien...No, no es nada importante...¿Tienes un rato?...Te envío una sorpresilla, ¿me la cuidas hasta que tenga un ratito?...Vale, gracias, adiós...Te quiero.-Sonreí y me volví hacia Draco. Realicé un Accio transportín para perros, de una tienda de animales o algo así debió de ser, porque sonó un cristal roto... No me preocupé en exceso, tenía ganas de estar a solas con él.-Sí, se ha puesto celoso...-Sonreí, mientras metía al perro con ciertas dificultades en la caja de plástico con agujeros. "Perrito travieso", pensé.
Recordé mi infancia por unos segundos, sonreí.
Con otro movimiento de varita el cajetín se empezó a mover y se perdió en la distancia. Al rato una llamada perdida al móvil muggle, que apagué rápidamente en cuanto la recibí. Me volví hacia Draco. La mirada me brillaba de una forma especial. Me acerqué a él, con el vestido algo estropeado, algo sucio, con un roto a la altura del pecho del que no me había percatado. Sigo andando hasta estar a su lado, pegada a él, mirándole a los ojos con media sonrisa.
-¿...Entonces?-Pregunté, esperando a que él hiciese algo.
Ginerva WaldorfMortífagos || Admin - Mensajes : 538
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Re: Cena con sorpresa...¿grata? [Ginerva Waldorf] +18
Observó como la joven mandaba al chucho a quién sabe donde, cosa que además poco le importaba, no dijo nada al respecto sólo la observaba hacer. Alzó una ceja al ver al perro salir volando dentro de aquella caja, por lo visto ella tampoco quería tenerle pululando por sus pies aquella noche, y es que se suponía que era su noche, de ambos, de ellos dos y sólo de ellos, ¿por qué iba a tener que estar esa bola por ahí?. Respiró hondo cuando la joven hubo terminado, la observó detenimanente andar hasta su lado, se había hecho un asco aquel precioso vestido. Alzó su mano derecha para señalar el roto que este tenía, pero no articuló ninguna palabra, la tomó por la cintura y la besó tiernamente -Tú dirás...yo no sé dónde queda tu casa y a la mía será mejor que no vayamos- dijo con un leve tono de burla. Volvió a besarla suavemente.
Movió su mano hasta la cara de la joven y apartó unos pocos mechones rubios de su rostro con suavidad, observó atentamente aquellos hermosos orbes grises, siempre se perdía en ellos, le hacía divagar. Por unos momentos el joven comenzó a realizarse algunas preguntas que le hicieron recapacitar sobre el paso que acababa de dar al pedirle matrimonio a la rubia. ¿Qué haría él si la perdía?, ¿qué hubiese sido de él si la respuesta de la joven hubiese sido no antes su propuesta?, ¿qué haría si le pasase algo?. Cerró los ojos tratando de sacar aquellos pensamientos de su mente, no quería pensar en aquello, no les pasaría nada y ella había dicho que sí...todo estaría bien, o eso se repetía él mismo una y otra vez, y es que...¿Ginerva era realmente feliz a su lado?. Volvió a respirar hondo mientras dudaba de aquella última pregunta que se acababa de realizar, aún seguía perdido en sus ojos, eran tan hermosos, y a decir verdad ¿quién no se perdería en ellos? -Gin...- dijo en un leve susurro casi que apenado y temeroso -Te amo-
Movió su mano hasta la cara de la joven y apartó unos pocos mechones rubios de su rostro con suavidad, observó atentamente aquellos hermosos orbes grises, siempre se perdía en ellos, le hacía divagar. Por unos momentos el joven comenzó a realizarse algunas preguntas que le hicieron recapacitar sobre el paso que acababa de dar al pedirle matrimonio a la rubia. ¿Qué haría él si la perdía?, ¿qué hubiese sido de él si la respuesta de la joven hubiese sido no antes su propuesta?, ¿qué haría si le pasase algo?. Cerró los ojos tratando de sacar aquellos pensamientos de su mente, no quería pensar en aquello, no les pasaría nada y ella había dicho que sí...todo estaría bien, o eso se repetía él mismo una y otra vez, y es que...¿Ginerva era realmente feliz a su lado?. Volvió a respirar hondo mientras dudaba de aquella última pregunta que se acababa de realizar, aún seguía perdido en sus ojos, eran tan hermosos, y a decir verdad ¿quién no se perdería en ellos? -Gin...- dijo en un leve susurro casi que apenado y temeroso -Te amo-
Draco L. MalfoyMortífagos || Admin - Mensajes : 326
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Re: Cena con sorpresa...¿grata? [Ginerva Waldorf] +18
Sonreí levemente y le devolví el beso. Sabía como los besos de antaño. Ignoré cómo señalaba mi vestido, me daba absolutamente igual, ¿cuánto tardaría en quitármelo? Poco...
-Tienes una mente...
-Cállate
-¿Te pone?
-Joder, cierra el pico.
Sacudí la cabeza. Otra vez esas vocecillas que tenían más razón que un santo. Le miré a los ojos, observé sus ojos grises y una de mis manos acarició su cintura, su espalda, su nuca y su pelo, lentamente, como si temiese dañarlo, estropear ese momento. Suspiré levemente, tan llena de felicidad... Le necesitaba a mi lado. ¿Tan difícil era? No, cada vez estaba más cerca. Pero ahora no importaba la boda, no me importaba el Señor Tenebroso, los mortífagos, nada. Éramos él y yo, y quería sentir su piel junto a la mía, quería ser suya por una noche y que él fuese mío. No, una noche no.
Toda la eternidad.
Me sonrojé ante sus palabras. No era fácil que un Malfoy te dijese eso, de hecho, era como música para mis oídos. Su tono era apenas un susurro, pero era el susurro más dulce del mundo. Me acerqué más a él y le besé suavemente en la comisura de los labios.
-Yo también te amo, Draco Malfoy...-Sonreí, y mis labios rozaron los suyos sin llegar a besarle.-Mi habitación está cerca y no hay nadie...-Sonreí, en apenas un susurro.
Me refería obviamente a mi cuarto en el Callejón Diagon, en la planta más alta, probablemente la habitación más espaciosa porque Draco había insistido. La cama era grande y nadie nos molestaría ahí...
-Tienes una mente...
-Cállate
-¿Te pone?
-Joder, cierra el pico.
Sacudí la cabeza. Otra vez esas vocecillas que tenían más razón que un santo. Le miré a los ojos, observé sus ojos grises y una de mis manos acarició su cintura, su espalda, su nuca y su pelo, lentamente, como si temiese dañarlo, estropear ese momento. Suspiré levemente, tan llena de felicidad... Le necesitaba a mi lado. ¿Tan difícil era? No, cada vez estaba más cerca. Pero ahora no importaba la boda, no me importaba el Señor Tenebroso, los mortífagos, nada. Éramos él y yo, y quería sentir su piel junto a la mía, quería ser suya por una noche y que él fuese mío. No, una noche no.
Toda la eternidad.
Me sonrojé ante sus palabras. No era fácil que un Malfoy te dijese eso, de hecho, era como música para mis oídos. Su tono era apenas un susurro, pero era el susurro más dulce del mundo. Me acerqué más a él y le besé suavemente en la comisura de los labios.
-Yo también te amo, Draco Malfoy...-Sonreí, y mis labios rozaron los suyos sin llegar a besarle.-Mi habitación está cerca y no hay nadie...-Sonreí, en apenas un susurro.
Me refería obviamente a mi cuarto en el Callejón Diagon, en la planta más alta, probablemente la habitación más espaciosa porque Draco había insistido. La cama era grande y nadie nos molestaría ahí...
Ginerva WaldorfMortífagos || Admin - Mensajes : 538
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Re: Cena con sorpresa...¿grata? [Ginerva Waldorf] +18
Los nervios se posaron en su estómago al escuchar las palabras de la joven, no era la primera vez que iba al cuarto que esta se había empeñado en ocupar en el callejón Diagón, y digo empeñado porque él bien que le había insistido en que se fuese a la mansión donde estaría segura y cómoda, pero no, ella quería su "intimidad", ¿también querría esa intimidad ahora que ambos estaban prometidos o al fin podría disfrutar de el calor de su piel entre las sábanas de seda de su cama por las noches?. No pudo evitar el tener que carraspear levemente antes de tomar a la joven por la cintura y desaparecerse en mitad de la calle. Rápido y eficáz, como le encantaba aquel metodo de transporte. Miró a su alrededor, sí, estaban en su piso, no se había equivocado. Una sonrisa burlona se dibujó en su rostro. Como se notaba que aquel era el piso de la joven, dibujos, fotografías, lápices, cosas muggles que no tenía ni idea de para qué servirían...se acercó con paso lento hasta el escritorio de la joven y tomó entre sus manos un dibujo, su sonrisa se amplió aún más al ver aquello, lo dejó sobre la mesa con cuidado y se giró hacia la joven, la observó ade arriba a abajo por unos momentos, sin hacer ni decir nada, como si esperase una señal, un llamado, algo que le hiciese saber que aquel era el momento perfecto para hacer lo que tanto ambos deseaban.
¿Y por qué no iba a ser ese momento perfecto? ¿por qué no iba a ser el momento?. La luz en la habitación era escasa, bastante tenue y discreta, entraba ligeramente por una ventana abierta, tímida y calmada, y reposaba sobre la suave y tersa piel de la rubia con cariño, como si la acariciase suavemente. Una leve y ladeada sonrisa se dibujó en su rostro mientras observaba la escena, ambas tímidas, ambas perfectas, ambas hermosas, y juntas eran la armonía perfecta. Respiró hondo y dio unos pocos pasos para acercarse hasta la rubia, la cual le esperaba espectante en el mismo lugar en el que la había dejado. Acercó su rostro al de ella, pero no la besó, quedó allí, parado, respirando su perfume, alargando el momento, disfrutando del calor que surgía entre ambos. Retiró sus guantes con suavidad y los tiró al suelo, poco le importaban en aquel momento. Posó sus manos sobre la delineada cintura de la joven y besó suavemente sus labios, con cuidado, como si aquella frágil mujer pudiese romperse entre sus manos en cualquier momento. Dio unos pocos pasos hacia atrás, empujando a la joven hasta la cama mientras la besaba, ambos fundidos en un fogoso beso, con pasión y ardor. La recostó con cuidado quedando él mismo sobre ella.
Besó su cuello, paseó sus manos por las curvas de la joven, hundiéndolas bajo su ropa con cuidado y cariño, acariciándo su piel con suavidad y amor. La deseaba, la deseaba con todo su ser, eso era algo evidente.
¿Y por qué no iba a ser ese momento perfecto? ¿por qué no iba a ser el momento?. La luz en la habitación era escasa, bastante tenue y discreta, entraba ligeramente por una ventana abierta, tímida y calmada, y reposaba sobre la suave y tersa piel de la rubia con cariño, como si la acariciase suavemente. Una leve y ladeada sonrisa se dibujó en su rostro mientras observaba la escena, ambas tímidas, ambas perfectas, ambas hermosas, y juntas eran la armonía perfecta. Respiró hondo y dio unos pocos pasos para acercarse hasta la rubia, la cual le esperaba espectante en el mismo lugar en el que la había dejado. Acercó su rostro al de ella, pero no la besó, quedó allí, parado, respirando su perfume, alargando el momento, disfrutando del calor que surgía entre ambos. Retiró sus guantes con suavidad y los tiró al suelo, poco le importaban en aquel momento. Posó sus manos sobre la delineada cintura de la joven y besó suavemente sus labios, con cuidado, como si aquella frágil mujer pudiese romperse entre sus manos en cualquier momento. Dio unos pocos pasos hacia atrás, empujando a la joven hasta la cama mientras la besaba, ambos fundidos en un fogoso beso, con pasión y ardor. La recostó con cuidado quedando él mismo sobre ella.
Besó su cuello, paseó sus manos por las curvas de la joven, hundiéndolas bajo su ropa con cuidado y cariño, acariciándo su piel con suavidad y amor. La deseaba, la deseaba con todo su ser, eso era algo evidente.
Draco L. MalfoyMortífagos || Admin - Mensajes : 326
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Re: Cena con sorpresa...¿grata? [Ginerva Waldorf] +18
Nos transportamos a mi habitación. Tardé un rato en ubicarme y vi que se acercaba a la mesa. Me sonrojé, había dibujado nuestro primer beso en los baños. Me daba cierta vergüenza mostrar mis dibujos, no sabía qué opinaría de ellos... La luz iluminaba levemente la instancia, dándole un aire misterioso, bello, íntimo, invitándome a hacer locuras de las que jamás me arrepentiría. Quería que se acercase, y se acercó.
Notaba su respiración y la mía, podía sentir los latidos de su corazón palpitar a la par que el mío. Era perfecto, era simple y llanamente perfecto. Tiró sus guantes al suelo. Eso me hizo sonreír unos segundos antes de que sus labios buscaran a los míos. El primer beso fue dulce, sencillo. Pero algo se desató dentro de mi, algo que llevaba esperando quizás demasiado tiempo.
Un fuego de pasión brotó en mi pecho y poseyó mi cuerpo, mis labios le besaron con furia, como si fuese lo último que haría en la vida, mi cuerpo ardía de deseo, dejé que me llevase hasta la cama. Jadeé cuando noté sus labios sobre mi cuello, llevando una mano a mi cabello para soltar el recogepelos que llevaba y dejándolo en la mesilla de noche, mientras con la otra mano soltaba lentamente los primeros botones de la camisa.
Deseaba que me tocase, que me amase, que me hiciese de todo, era suya, ese momento era de ambos pero quería que lo fuese para siempre...
Estaba algo nerviosa pero me dejé guiar, olvidándome de todo y dejando que mis instintos me guiasen, salvajes...
Notaba su respiración y la mía, podía sentir los latidos de su corazón palpitar a la par que el mío. Era perfecto, era simple y llanamente perfecto. Tiró sus guantes al suelo. Eso me hizo sonreír unos segundos antes de que sus labios buscaran a los míos. El primer beso fue dulce, sencillo. Pero algo se desató dentro de mi, algo que llevaba esperando quizás demasiado tiempo.
Un fuego de pasión brotó en mi pecho y poseyó mi cuerpo, mis labios le besaron con furia, como si fuese lo último que haría en la vida, mi cuerpo ardía de deseo, dejé que me llevase hasta la cama. Jadeé cuando noté sus labios sobre mi cuello, llevando una mano a mi cabello para soltar el recogepelos que llevaba y dejándolo en la mesilla de noche, mientras con la otra mano soltaba lentamente los primeros botones de la camisa.
Deseaba que me tocase, que me amase, que me hiciese de todo, era suya, ese momento era de ambos pero quería que lo fuese para siempre...
Estaba algo nerviosa pero me dejé guiar, olvidándome de todo y dejando que mis instintos me guiasen, salvajes...
Ginerva WaldorfMortífagos || Admin - Mensajes : 538
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Re: Cena con sorpresa...¿grata? [Ginerva Waldorf] +18
Sentía el calor surgir directamente del cuerpo de la joven, la cual le miraba con pasión y deseo, sin embargo, él no era para menos, esa rubia lo era todo, se había convertido en su mayor, mejor y única droga, la necesitaba, a toda ella no sólo a su cuerpo, tanto como respirar o comer. Sentirla cerca era su afán, no necesitaba más sólo a ella, su cuerpo, sus besos, su calor. Ella. Una sensación de calor le invadió de un momento a otro, sintiéndose aprisionado entre sus ropas, acalorado y deseoso por desprendese de ella y sentir el contacto de su piel directamente con el de la joven.
Su cuerpo actuaba por inersia, ciego de la pasión y el deseo que en aquel momento sentía. Su respiración y los latidos de su corazón estaban notablemente acelerados, estos había acelerado su ritmo cuando llegó a sus oídos el ligero jadeo de la rubia cuando este besó su cuello. Quería escuchar aquello otra vez, aquel jadeo le había vuelto loco haciéndole perder el control sobre sus actos, sucumbiendo en la pasión y los impulsos del placer.
Su mano derecha descendió hasta la pierna de la joven, juguetona, buscando la apertura de su vestido para poder tocar su piel. Levantó la tela del vestido son suavidad y las yemas de sus dedos entraron en contacto con la suave piel del muslo de la joven mientras volvía a besarla con pasión. Sus dedos comenzaron a moverse por su piel, con tranquilidad y cariño, además de un toque de picardía. Rozaron su entrepierna con suavidad, a sabiendas de que lo único que le separaba de ella era una fina capa de tela. Volvió a elevar su mano comenzó a desprendese de aquella molesta ropa que tanto le incomodaba en aquel momento.
Sí, definitivamente aquel era el momento perfecto.
Su cuerpo actuaba por inersia, ciego de la pasión y el deseo que en aquel momento sentía. Su respiración y los latidos de su corazón estaban notablemente acelerados, estos había acelerado su ritmo cuando llegó a sus oídos el ligero jadeo de la rubia cuando este besó su cuello. Quería escuchar aquello otra vez, aquel jadeo le había vuelto loco haciéndole perder el control sobre sus actos, sucumbiendo en la pasión y los impulsos del placer.
Su mano derecha descendió hasta la pierna de la joven, juguetona, buscando la apertura de su vestido para poder tocar su piel. Levantó la tela del vestido son suavidad y las yemas de sus dedos entraron en contacto con la suave piel del muslo de la joven mientras volvía a besarla con pasión. Sus dedos comenzaron a moverse por su piel, con tranquilidad y cariño, además de un toque de picardía. Rozaron su entrepierna con suavidad, a sabiendas de que lo único que le separaba de ella era una fina capa de tela. Volvió a elevar su mano comenzó a desprendese de aquella molesta ropa que tanto le incomodaba en aquel momento.
Sí, definitivamente aquel era el momento perfecto.
Draco L. MalfoyMortífagos || Admin - Mensajes : 326
Puntos : 40
Edad : 31
Re: Cena con sorpresa...¿grata? [Ginerva Waldorf] +18
Noté que mi corazón se aceleraba a la vez que el suyo, era demasiado, era como una droga aunque nunca las había probado, era como el aire que respiraba, era él, sólo él. Draco Malfoy. Le deseaba, deseaba todo lo que viniese de él. Me estaba excitando sin quererlo, quería sentir su piel, quería quitarme el vestido de fina tela y dejar que jugase conmigo sin ropa, piel contra piel, notando su calor. ¿Eran imaginaciones mías o Él también ardía de deseo?
No quería que pensase que tenía prisa, quería hacer que lo disfrutara, quería disfrutarlo y disfrutar con él. Quería que nunca se acabase, quería...
Mi mente dejó de pensar, un instinto salvaje y pasional se apoderó de mi al notar su mano en mi muslo y deslizándose hacia mi entrepierna. No pude contener un gemidito de deseo, tras el cual me mordí el labio. Tiré de los botones de su camisa sin preocuparme de si se romperían o no. Necesitaba... Quería, deseaba a aquel hombre. Tenerle cerca, más cerca, me volvía loca, me volvía otra, quería más más y más.
-Dios, Draco...-Jadeé, sin poder contener mis labios. ¿Desde cuando no controlaba yo mis palabras? Parecían ser suyas, parecían querer decir lo que mi cuerpo expresaba, ese calor febril y ardiente como una llama de deseo que me rodeaba por completo, que deseaba que me tocase todavía más...
Moví los pies, dejando los tacones en el suelo y mirándole, con una sonrisa que yo no sabía que contenía una pequeña muestra lasciva de deseo y lujuria... ¿Sería algo malo? No... Era lo mejor que había hecho en toda mi vida.
No quería que pensase que tenía prisa, quería hacer que lo disfrutara, quería disfrutarlo y disfrutar con él. Quería que nunca se acabase, quería...
Mi mente dejó de pensar, un instinto salvaje y pasional se apoderó de mi al notar su mano en mi muslo y deslizándose hacia mi entrepierna. No pude contener un gemidito de deseo, tras el cual me mordí el labio. Tiré de los botones de su camisa sin preocuparme de si se romperían o no. Necesitaba... Quería, deseaba a aquel hombre. Tenerle cerca, más cerca, me volvía loca, me volvía otra, quería más más y más.
-Dios, Draco...-Jadeé, sin poder contener mis labios. ¿Desde cuando no controlaba yo mis palabras? Parecían ser suyas, parecían querer decir lo que mi cuerpo expresaba, ese calor febril y ardiente como una llama de deseo que me rodeaba por completo, que deseaba que me tocase todavía más...
Moví los pies, dejando los tacones en el suelo y mirándole, con una sonrisa que yo no sabía que contenía una pequeña muestra lasciva de deseo y lujuria... ¿Sería algo malo? No... Era lo mejor que había hecho en toda mi vida.
Ginerva WaldorfMortífagos || Admin - Mensajes : 538
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Edad : 28
Re: Cena con sorpresa...¿grata? [Ginerva Waldorf] +18
Aquellas palabras le hicieron desearla aún más, le llamaba entre leves gemidos, le pedía que siguiese sin necesidad de decir nada, y ¿cómo decirle que no a tal cosa si él mismo moría por ello?. Pasó sus dedos por los labios carnosos labios de la joven, mientras de su boca salía un leve susurro -Te amo- fue todo lo que dijo el rubio antes de volver a besarla suavemente. No sabía con exactitud qué era lo que quería su cuerpo de ese momento pero una cosa sí tenía clara, quería que fuese con ella, poco importaba si era en base a la pasión o al amor la cuestión es que debía de ser ella, esa rubia que tanto le había hecho divagar, que tanto deseaba....que tanto amaba. Su beso fue suave y tranquilo, quería disfrutar de aquel momentom alargarlo todo lo posible, hacerlo eterno, pero su cuerpo le pedía más, fogoso y deseoso de poseer a aquella joven que tenía entre sus brazos. Una nueva lucha interna había surgido, ¿cómo debía de hacerlo?, ¿en base a las pasiones carnales que le impulsaban a poseerla con deseo, pasión y calor, o debía hacer caso a aquellas mariposas que se había posado en su estómago y le pedían que hiciese de aquel momento el más hermoso de todos?.
Sus manos terminaron de sacar su camisa mientras que sus pies luchaban con los zapatos para tirarlos al suelo sin reparo alguno en ellos, la luz de la luna caía tenuemente sobre sus cuerpos y por ello se podían divisar casi con perfección las cicatrices varias que el joven poseía a lo largo de su cuerpo y brazo derecho, se mostraba a la rubia tal y como era en aquellos momentos, aún ligeramente avergonzado por aquellas marcas. Dudó unos segundos en si debía seguir o parar, pues un sinfín de recuerdos habían llegado a su mente sobre cómo se había hecho todo aquello. Su cuerpo no tardó en responderle a aquella pequeña duda, volvió a dejarse caer sobre la joven, retomando los besos y caricias que le propocionaba.
Sus manos buscaron la forma de deshacerse de aquel vestido que en un momento como lo era aquel eso molestaba en demasía, mientras su boca buscaba los besos pasionales besos de la rubia.
Sus manos terminaron de sacar su camisa mientras que sus pies luchaban con los zapatos para tirarlos al suelo sin reparo alguno en ellos, la luz de la luna caía tenuemente sobre sus cuerpos y por ello se podían divisar casi con perfección las cicatrices varias que el joven poseía a lo largo de su cuerpo y brazo derecho, se mostraba a la rubia tal y como era en aquellos momentos, aún ligeramente avergonzado por aquellas marcas. Dudó unos segundos en si debía seguir o parar, pues un sinfín de recuerdos habían llegado a su mente sobre cómo se había hecho todo aquello. Su cuerpo no tardó en responderle a aquella pequeña duda, volvió a dejarse caer sobre la joven, retomando los besos y caricias que le propocionaba.
Sus manos buscaron la forma de deshacerse de aquel vestido que en un momento como lo era aquel eso molestaba en demasía, mientras su boca buscaba los besos pasionales besos de la rubia.
Draco L. MalfoyMortífagos || Admin - Mensajes : 326
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Re: Cena con sorpresa...¿grata? [Ginerva Waldorf] +18
Oí ese "te amo" que hizo que me sonrojase débilmente. Era sencillamente perfecto, ese momento era perfecto. Sentí sus labios sobre los míos y le devolví los besos, lentamente, intentando contener el fuego que ardía en mi interior. Cerré los ojos mientras tanto y aparté levemente al chico cuando él se quitó la camisa y los zapatos. Una vez él estuvo apoyado en la cama, me levanté. Parecía que le estaba rechazando, la verdad, era la impresión que yo tenía. Me llevé la mano a la espalda y bajé lentamente la cremallera del vestido, quitándome los tirantes y dejando que éste cayese al suelo lentamente. Llevaba una ropa interior de encaje negro y turquesa, que estrenaba hoy. Me había sonrojado con mis gestos.
Me giré lentamente, con las mejillas arreboladas y, con movimientos lentos, sobre las puntas de los pies para que no se me quedasen fríos, me acerqué a la cama y me acerqué al chico a "cuatro patas" para luego tumbarme de nuevo a su lado. Le miré, explorando sus ojos buscando la impresión que le había causado lo que había hecho, y cerré los ojos acercando mis labios a los suyos, buscando de nuevo el calor alocado que nos poseía a ambos. Con una sonrisa miental, rodeé sus caderas con una de mis piernas, poniéndome yo encima esta vez y desabrochándole el botón del pantalón mientras no cesaba de besarle.
Demasiado para mi, era un momento excesivamente erótico, pero, sin embargo, me gustaba. Me gustaba demasiado, me volvía loca y me hacía olvidarme de todo lo demás. Me había convertido en un instinto salvaje de pasión y amor...
Notaba que mi piel rozaba, ahora sí, la piel del chico, su pecho desnudo y liso a excepción de unas cicatrices que acariciaba con la otra mano, sin importarme que las tuviese. Simplemente formaban parte de él, y simplemente le volvían más atractivo, más erótico.
Estaba, como dirían los muggles, muy, muy cachonda...
Me giré lentamente, con las mejillas arreboladas y, con movimientos lentos, sobre las puntas de los pies para que no se me quedasen fríos, me acerqué a la cama y me acerqué al chico a "cuatro patas" para luego tumbarme de nuevo a su lado. Le miré, explorando sus ojos buscando la impresión que le había causado lo que había hecho, y cerré los ojos acercando mis labios a los suyos, buscando de nuevo el calor alocado que nos poseía a ambos. Con una sonrisa miental, rodeé sus caderas con una de mis piernas, poniéndome yo encima esta vez y desabrochándole el botón del pantalón mientras no cesaba de besarle.
Demasiado para mi, era un momento excesivamente erótico, pero, sin embargo, me gustaba. Me gustaba demasiado, me volvía loca y me hacía olvidarme de todo lo demás. Me había convertido en un instinto salvaje de pasión y amor...
Notaba que mi piel rozaba, ahora sí, la piel del chico, su pecho desnudo y liso a excepción de unas cicatrices que acariciaba con la otra mano, sin importarme que las tuviese. Simplemente formaban parte de él, y simplemente le volvían más atractivo, más erótico.
Ginerva WaldorfMortífagos || Admin - Mensajes : 538
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Re: Cena con sorpresa...¿grata? [Ginerva Waldorf] +18
Pero ¿qué pasaba?, ¿a dónde iba?, ¿por qué le dejaba ahí?, ¿se habría molestado o incomodado?. Miles de preguntas llegaron a su cabeza de un momento a otro al ver que la joven se alejaba de él, estuvo a punto de agarrarle la muñeca y preguntarle qué pasaba, pero esta fue más rápida, prosiguió con aquello que él tanto buscaba hacía a penas unos momentos antes, el vestido de la joven calló al suelo, dejándole así ver toda su hermosa figura al completo. Una sonrisa ladeada se dibujó en su rostro mientras la observaba de arriba a abajo. Hermosa. Se mojó los labios levemente antes de que ella se colocase a su lado, la observó atentamente por unos momentos, con aquella estúpida sonrisa en su rostro, notó el ligero rubor de sus mejillas y pasó su mano derecha por una de ella con suavidad y cariño.
De un momento a otro la joven se había apoderado de todo él, ella, nuevamente, había comenzado a dictar lo que harían ambos aquella noche bajo la lasciva y vergonzosa mirada de la luna, y es que ella le ganaba, no era necesario que la rubia hiciese mucho para que él se postrase ante sus pies dejándola hacer y deshacer a su gusto. Y ahí estaba él, bajo los pies de la joven, literalmente, dejándose hacer por ella, la cual se había adelantado a sus actos comenzando a desabrochar su pantalón. Fue entones cuando el rubio comenzó casi que a rezar para que ella no notase lo que era algo más que evidente que había cerca de donde ella jugueteaba con sus manos. Un rubor se apoderó de sus mejillas mientras a su cabeza llegaban preguntas varias sobre qué pensaría ella si lo notase, probablemente nada, era algo normal y obvio, e incluso necesario para aquel momento, pero aún así no le hacía gracia alguna el que ella se diese cuenta de aquello.
Tomó a la joven por las caderas y con un movimiento rápido la recostó a su lado para retomar él el control sobre la situación, aquello parecía un juego de a ver quién podía más con el otro y eso era algo que le encantaba experimentar junto a la joven. Comenzó a besarla fogosamente, con aquel sentimiento tan pasional y carnal. Terminó de deshacerse de la ropa y se colocó sobre ella con calma, fijó sus ojos en los dos orbes grises de la joven y su mano derecha rozó su rostro con suavidad. La amaba con todo su ser...y es que ¿cómo no amar a alguien tan perfecto como lo era ella?. Ambos, a solas, sobre la cama, mostrándose el uno al otro tal y como eran, sin tapujos, reproches ni penas, sólo ellos dos y sus besos, ¿para qué más?. Tomó con suavidad la pierna de la joven elevándola ligeramente tanteando hasta dónde la rubia le dejaría llegar aquella vez, ¿estaría preparada para aquello?, ¿ambos lo estarían?.
Sí, él si, no dudaba, quería hacerlo y quería que fuese con ella, aquella u cualquier otra noche, pero ella.
De un momento a otro la joven se había apoderado de todo él, ella, nuevamente, había comenzado a dictar lo que harían ambos aquella noche bajo la lasciva y vergonzosa mirada de la luna, y es que ella le ganaba, no era necesario que la rubia hiciese mucho para que él se postrase ante sus pies dejándola hacer y deshacer a su gusto. Y ahí estaba él, bajo los pies de la joven, literalmente, dejándose hacer por ella, la cual se había adelantado a sus actos comenzando a desabrochar su pantalón. Fue entones cuando el rubio comenzó casi que a rezar para que ella no notase lo que era algo más que evidente que había cerca de donde ella jugueteaba con sus manos. Un rubor se apoderó de sus mejillas mientras a su cabeza llegaban preguntas varias sobre qué pensaría ella si lo notase, probablemente nada, era algo normal y obvio, e incluso necesario para aquel momento, pero aún así no le hacía gracia alguna el que ella se diese cuenta de aquello.
Tomó a la joven por las caderas y con un movimiento rápido la recostó a su lado para retomar él el control sobre la situación, aquello parecía un juego de a ver quién podía más con el otro y eso era algo que le encantaba experimentar junto a la joven. Comenzó a besarla fogosamente, con aquel sentimiento tan pasional y carnal. Terminó de deshacerse de la ropa y se colocó sobre ella con calma, fijó sus ojos en los dos orbes grises de la joven y su mano derecha rozó su rostro con suavidad. La amaba con todo su ser...y es que ¿cómo no amar a alguien tan perfecto como lo era ella?. Ambos, a solas, sobre la cama, mostrándose el uno al otro tal y como eran, sin tapujos, reproches ni penas, sólo ellos dos y sus besos, ¿para qué más?. Tomó con suavidad la pierna de la joven elevándola ligeramente tanteando hasta dónde la rubia le dejaría llegar aquella vez, ¿estaría preparada para aquello?, ¿ambos lo estarían?.
Sí, él si, no dudaba, quería hacerlo y quería que fuese con ella, aquella u cualquier otra noche, pero ella.
Draco L. MalfoyMortífagos || Admin - Mensajes : 326
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Re: Cena con sorpresa...¿grata? [Ginerva Waldorf] +18
Era tan perfecto...Quería sentir su respiración junto a la mía eternamente, no quería que esto terminase, quería que me acariciase y me tocase, que jugase con mi cuerpo y que no cesase nunca esta llama de pasión que ardía en mi interior y afloraba hasta mi piel, ardiente. Había notado el rubor en sus mejillas, y de repente habíamos cambiado posiciones y yo estaba por debajo de él de nuevo. Me gustaba esa manera que teníamos de "jugar" con el poder. Yo sabía que si yo me empecinase podría obligarle a quedarse debajo de mi. Había notado el bulto de su pantalón pero no había dicho nada, aunque noté algo húmedas las bragas al pensar en ello. Cerré los ojos, durante su beso, preguntándome si él lo notaría.
Desnuda en la cama, devolviéndole los besos con pasión, como si el mundo se terminase mañana. De repente me acarició la mejilla y me miraba con cariño. Mis labios estaban entreabiertos, respiraba de manera alterada, y noté su mano en mi pierna. Me dejé hacer, no sabía muy bien qué debía hacer así que sencillamente me dejé en sus manos. No pude evitar un gemido leve, que no sabía muy bien de dónde venía, de deseo, mirándole a los ojos sin separar los suyos de los míos.
Quería que lo hiciese, como él considerase, en ese momento, él gobernaba sobre mi corazón y mi cuerpo... No quería esperar, le quería, lo deseaba... Asentí levemente, casi imperceptiblemente. Me mordí el labio de manera traviesa, como si le tentase.
Desnuda en la cama, devolviéndole los besos con pasión, como si el mundo se terminase mañana. De repente me acarició la mejilla y me miraba con cariño. Mis labios estaban entreabiertos, respiraba de manera alterada, y noté su mano en mi pierna. Me dejé hacer, no sabía muy bien qué debía hacer así que sencillamente me dejé en sus manos. No pude evitar un gemido leve, que no sabía muy bien de dónde venía, de deseo, mirándole a los ojos sin separar los suyos de los míos.
Quería que lo hiciese, como él considerase, en ese momento, él gobernaba sobre mi corazón y mi cuerpo... No quería esperar, le quería, lo deseaba... Asentí levemente, casi imperceptiblemente. Me mordí el labio de manera traviesa, como si le tentase.
Ginerva WaldorfMortífagos || Admin - Mensajes : 538
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Edad : 28
Re: Cena con sorpresa...¿grata? [Ginerva Waldorf] +18
Dio comienzo a un nuevo beso, calmado, suave y bien cargado de sentimientos, mientras su mano derecha se paseaba por la suave piel del muslo de la joven, paseaba las yemas de sus dedos sobre esta con sumo cuidado y cariño, además de un ligero toque de miedo a hacerle daño y una buna gota de respeto, dispuesto a parar los movimientos de aquellos juguetones dedos si se diese el caso de que la joven no quisiese seguir con aquello. Rozó su entremierna suavemente notando lo humeda que esta se encontraba, una leve sonrisa se dibujó en su rostro, burlóna y divertida. Comenzó a deshacerse de aquella tela con calma, no tenía ninguna prisa, disponían de todo el timpo del mundo para ellos, para disfrutarlo, para sentirlo, para vivirlo. Ellos y nadie más.
Sentía la agitada respiración de la joven junto a su cara, besó su cuello y tras esto comenzó a descender sus besos hacia su pecho, sintió el latir de su corazón bajo sus labios, pero no paró, prosiguió con aquellos leves y suaves besos hasta su estómago, donde se recreó con sus caricias por unos momentos. Se irguió lentamente y terminó por retirar la ropa interior que hacía unos momentos crubría las partes más intimas de la rubia. Una nueva sonrisa de aprobación se dibujó en su rostro, era simple y llanamente perfecta. Volvió a dejarse caer sobre ella con suavidad y sus manos se pasearon por la espalda de la joven buscando la forma de quitarle aquella última prenda que le impedía verla al completo, mientras volvía a posar sus labios sobre el pecho de la joven, besándolo con sumo cuidado y cariño. Tras conseguir quitar el cierre de su brasier trató de quitarselo con el mayor cuidado posible, aunque debía de admitir que aquello no era tarea fácil, lo dejó en algún lugar de aquella habitación y nuevamente su cuerpo, guiado por la pasión y las ganas de proseguir con aquello se recostó sobre la joven, sumiéndose ambos en un nuevo y fogoso beso.
Sentía su corazón latir fuertemente en su pecho, estaba nervioso, a la par de ansioso, lo deseaba con todo su ser, la necesitaba. Aquel beso fue en aumento, dejándole ageno a lo que sucedía a su alrededor, y es que ahora sólo eran ellos. Ginerva, su prometida, ella y sólo ella.
Sentía la agitada respiración de la joven junto a su cara, besó su cuello y tras esto comenzó a descender sus besos hacia su pecho, sintió el latir de su corazón bajo sus labios, pero no paró, prosiguió con aquellos leves y suaves besos hasta su estómago, donde se recreó con sus caricias por unos momentos. Se irguió lentamente y terminó por retirar la ropa interior que hacía unos momentos crubría las partes más intimas de la rubia. Una nueva sonrisa de aprobación se dibujó en su rostro, era simple y llanamente perfecta. Volvió a dejarse caer sobre ella con suavidad y sus manos se pasearon por la espalda de la joven buscando la forma de quitarle aquella última prenda que le impedía verla al completo, mientras volvía a posar sus labios sobre el pecho de la joven, besándolo con sumo cuidado y cariño. Tras conseguir quitar el cierre de su brasier trató de quitarselo con el mayor cuidado posible, aunque debía de admitir que aquello no era tarea fácil, lo dejó en algún lugar de aquella habitación y nuevamente su cuerpo, guiado por la pasión y las ganas de proseguir con aquello se recostó sobre la joven, sumiéndose ambos en un nuevo y fogoso beso.
Sentía su corazón latir fuertemente en su pecho, estaba nervioso, a la par de ansioso, lo deseaba con todo su ser, la necesitaba. Aquel beso fue en aumento, dejándole ageno a lo que sucedía a su alrededor, y es que ahora sólo eran ellos. Ginerva, su prometida, ella y sólo ella.
Draco L. MalfoyMortífagos || Admin - Mensajes : 326
Puntos : 40
Edad : 31
Re: Cena con sorpresa...¿grata? [Ginerva Waldorf] +18
Noté que rozó mi entrepierna, haciendo que me humedeciese todavía más. Me mordí el labio pero no pude reprimir un gemidito de deseo cuando me tocó ahí. Noté su habitual sonrisa burlona, no se burlaba de mi sino como que... Quería más, yo quería más, él quería más. Jadeé de deseo, tardaba siglos en quitarme la tela, húmeda, de encima. Quería que me tocase, lo deseaba tanto, me hacía sufrir con la espera, sabía que lo hacía aposta, quería verme sufrir...¿O no? Tal vez si, tal vez no.
Sus besos en el cuello me sacaron un jadeo ahogado más fuerte que los demás, apartando con una mano el pelo de mi cuello, estaba muy excitada... Sus besos por todo el cuerpo, su mano sosteniendo mi pierna con delicadeza, sus labios sobre mi cuello, mi pecho... Me quitó la última prenda que cubría mi cuerpo, me sonrojé débilmente pero no demasiado. Al fin y al cabo, él también estaba desnudo, aunque él a mi me veía completa, no me tapaba nada. Él estaba por encima de mi y mi cuerpo le deseaba tanto...
Sus labios volvieron a descender sobre los míos y le devolví el beso con pasión, ardiente cual llama y combustible, había apretado, sin saberlo, un botón imposible de parar... No pensé en nada más. Olvidé mis nervios, olvidé mis dudas sobre lo que él pensaría sobre mi cuerpo. Simplemente eramos él y yo, y nada podría parar este momento. Ya no era una niña, sabía lo que quería. Y quería que él se llevase mi virginidad, por muy raro que sonase. Mi mente se volvió a quedar en blanco, abandonándome en sus besos y caricias, quería más...
Sus besos en el cuello me sacaron un jadeo ahogado más fuerte que los demás, apartando con una mano el pelo de mi cuello, estaba muy excitada... Sus besos por todo el cuerpo, su mano sosteniendo mi pierna con delicadeza, sus labios sobre mi cuello, mi pecho... Me quitó la última prenda que cubría mi cuerpo, me sonrojé débilmente pero no demasiado. Al fin y al cabo, él también estaba desnudo, aunque él a mi me veía completa, no me tapaba nada. Él estaba por encima de mi y mi cuerpo le deseaba tanto...
Sus labios volvieron a descender sobre los míos y le devolví el beso con pasión, ardiente cual llama y combustible, había apretado, sin saberlo, un botón imposible de parar... No pensé en nada más. Olvidé mis nervios, olvidé mis dudas sobre lo que él pensaría sobre mi cuerpo. Simplemente eramos él y yo, y nada podría parar este momento. Ya no era una niña, sabía lo que quería. Y quería que él se llevase mi virginidad, por muy raro que sonase. Mi mente se volvió a quedar en blanco, abandonándome en sus besos y caricias, quería más...
Ginerva WaldorfMortífagos || Admin - Mensajes : 538
Puntos : 204
Edad : 28
Re: Cena con sorpresa...¿grata? [Ginerva Waldorf] +18
Sus cuerpos se llamaban mutuamente, incitándoles a seguir con aquel pequeño, delicado y fogoso juego, dejándolos ajenos a todo lo que había a su alrededor, haciéndoles desearse más por momentos. Sentía su cuerpo casi que arder, y el fuerte latir de su corazón en su pecho acompasado con su agitada respiración. Todo su cuerpo andaba revolucionado, como si de un tren a gran velocidad se tratase. La necesitaba. La pasión y el deseo eran ahora los dueños de sus actos. Retiró la última prenda que quedaba en su cuerpo, la última y más molesta pues era la que impedía que aquellos dos ardientes cuerpos pudiesen unirse llegando a ser uno.
Reposó su cuerpo suavemente sobre el de la joven, mientras le dedicaba unas cariñosas miradas, las cuales contenían en su interior unas claras gotas de lujuria. Sintió sus manos temblar, ¿tenía miedo?, era probable. Ninguno de los dos quería demorar más aquel ansiado momento, razón por la que el joven acomodó sus caderas entre las piernas de la rubia con cuidado, pasó sus manos por la cara de esta suavemente, retirando unos mechones que tenía en ella. Sus labios buscaron los de la rubia mientras alzaba ligeramente su cuerpo, entrando en ella suave y lentamente, con miedo a hacerle daño.
Llegó a sus oídos un ligero gemido, y la lujuria se apoderó de su cuerpo nuevamente, unió sus labios a los de la joven en un pasional beso mientras entraba en ella por completo. Su mano derecha descendió suavemente por el cuerpo de la rubia hasta sus caderas mientras su propio cuerpo daba comienzo a unas suaves embestidas. Como había deseado la llegada de aquel momento.
Reposó su cuerpo suavemente sobre el de la joven, mientras le dedicaba unas cariñosas miradas, las cuales contenían en su interior unas claras gotas de lujuria. Sintió sus manos temblar, ¿tenía miedo?, era probable. Ninguno de los dos quería demorar más aquel ansiado momento, razón por la que el joven acomodó sus caderas entre las piernas de la rubia con cuidado, pasó sus manos por la cara de esta suavemente, retirando unos mechones que tenía en ella. Sus labios buscaron los de la rubia mientras alzaba ligeramente su cuerpo, entrando en ella suave y lentamente, con miedo a hacerle daño.
Llegó a sus oídos un ligero gemido, y la lujuria se apoderó de su cuerpo nuevamente, unió sus labios a los de la joven en un pasional beso mientras entraba en ella por completo. Su mano derecha descendió suavemente por el cuerpo de la rubia hasta sus caderas mientras su propio cuerpo daba comienzo a unas suaves embestidas. Como había deseado la llegada de aquel momento.
Draco L. MalfoyMortífagos || Admin - Mensajes : 326
Puntos : 40
Edad : 31
Re: Cena con sorpresa...¿grata? [Ginerva Waldorf] +18
Le devolví la mirada. Mis labios temblaron, lo deseaba tanto...Noté esa pequeña pizca de lujuria en su mirada. Sonreí, algo traviesa, y dejé que apartase los tirabuzones de mi frente, sin apartar la mirada. Mis labios buscaron a los suyos, besándolos suavemente, y acallé en su boca un gemido. Abrí lentamente las piernas, cerrando los ojos, notando que había alzado levemente mi cuerpo, lo hacía con tanto cuidado...
Sus manos por mi cuerpo me hicieron estremecer, y noté que me lubricaba, permitiéndole aquellas suaves embestidas que me arrancaron algunos jadeos de placer. Era sencillamente perfecto, le seguí el apasionado beso mientras me dejaba completamente en sus manos, acariciando sus hombros.
Cerré los ojos y separé lentamente mis labios de los suyos, dedicándole una mirada llena de lujuria, pasión... Mis labios se deslizaron por su mejilla hasta llegar a su cuello, que empecé a mordisquear y a lamer con cuidado, deslizando mi lengua por su pálida piel, jadeando.
Estaba siendo simplemente la mejor noche de mi vida. Esperé que no fuese la última... No lo sería...
Sus manos por mi cuerpo me hicieron estremecer, y noté que me lubricaba, permitiéndole aquellas suaves embestidas que me arrancaron algunos jadeos de placer. Era sencillamente perfecto, le seguí el apasionado beso mientras me dejaba completamente en sus manos, acariciando sus hombros.
Cerré los ojos y separé lentamente mis labios de los suyos, dedicándole una mirada llena de lujuria, pasión... Mis labios se deslizaron por su mejilla hasta llegar a su cuello, que empecé a mordisquear y a lamer con cuidado, deslizando mi lengua por su pálida piel, jadeando.
Estaba siendo simplemente la mejor noche de mi vida. Esperé que no fuese la última... No lo sería...
Ginerva WaldorfMortífagos || Admin - Mensajes : 538
Puntos : 204
Edad : 28
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