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Un rato a solas [Privado; Ginerva Waldorf]
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Un rato a solas [Privado; Ginerva Waldorf]
La mañana se había levantado tranquila, algo oscura, pero nada del otro mundo, algo más que habitual desde hacía ya algún tiempo. Se levantó temprano aquella mañana, se duchó y se vistió con un traje de chaqueta negro, esa tarde vería a Gin en Hogsmeade. Su día prosiguió tranquilo, cruzó unas pocas palabras con su madre, leyó y respondió una carta nueva que había llegado aquella mañana y bajó a las mazmorras a hacerle una visitas a la joven Weasley, cosa más que habitual y rutinaria en el último mes, era ¿cómo decirlo?, el pan de cada día, ir a las mazmorras a tratar de amedrentar a esa pelirroja estúpida para así sonsacarle algo al respecto de su "amado" u cualquier otro miembro de la Orden. En definitiva, un día normal, rutinario y se atrevería a decir que aburrido, odiaba la monotonía.
El tiempo pasó bastante lento hasta que dio la hora exacta en la que había quedado con la rubia, sin ninguna prisa se levantó del sillón de cuero en el que se encontraba sentado y se acercó hasta la chimenea, chasqueó los dedos y un viejo y demacrado elfo doméstico se plantó a su lado rápidamente con una capa negra y larga entre las manos, él, con descaro y sin ningún cuidado la tomó y se la acomodó sobre los hombros, acercó su mano a un pequeño cuenco junto a la chimenea y se adentró en ella -Hogsmeade- dijo con voz clara y alta. No tardó mucho en aparecerse en una chimenea del lugar, se limpio el hollín de la ropa y se encaminó hacia el lugar exacto del encuentro, el Salón de Té. Es bien sabido que al joven no le gustan las aglomeraciones ni la suciedad, es por esto por lo que no estaba dispuesto a pisar la cabeza de puerco ni las tres escobas, este último porque también sería probable que se encontrase lleno de estudiantes, lo cual, sólo le sacaría de sus casillas.
Cuando se encontraba en el lugar se quitó la capa que llevaba colocándosela sobre su brazo izquierdo, pudo percibir como un sinfín de miradas caían sobre él descaradamente, no les prestó atención, sabía lo que pensaban y poco le importaba, él, como la mano derecha de el señor Tenebroso que era tenía derecho a pisar y permanecer donde gustase. Se acercó a una de las mesas más apartadas del local, dejó su capa sobre una de las sillas y se sentó a esperar a la joven, no tenía prisa pero tampoco le gustaba demasiado la idea de tener que esperar.
El tiempo pasó bastante lento hasta que dio la hora exacta en la que había quedado con la rubia, sin ninguna prisa se levantó del sillón de cuero en el que se encontraba sentado y se acercó hasta la chimenea, chasqueó los dedos y un viejo y demacrado elfo doméstico se plantó a su lado rápidamente con una capa negra y larga entre las manos, él, con descaro y sin ningún cuidado la tomó y se la acomodó sobre los hombros, acercó su mano a un pequeño cuenco junto a la chimenea y se adentró en ella -Hogsmeade- dijo con voz clara y alta. No tardó mucho en aparecerse en una chimenea del lugar, se limpio el hollín de la ropa y se encaminó hacia el lugar exacto del encuentro, el Salón de Té. Es bien sabido que al joven no le gustan las aglomeraciones ni la suciedad, es por esto por lo que no estaba dispuesto a pisar la cabeza de puerco ni las tres escobas, este último porque también sería probable que se encontrase lleno de estudiantes, lo cual, sólo le sacaría de sus casillas.
Cuando se encontraba en el lugar se quitó la capa que llevaba colocándosela sobre su brazo izquierdo, pudo percibir como un sinfín de miradas caían sobre él descaradamente, no les prestó atención, sabía lo que pensaban y poco le importaba, él, como la mano derecha de el señor Tenebroso que era tenía derecho a pisar y permanecer donde gustase. Se acercó a una de las mesas más apartadas del local, dejó su capa sobre una de las sillas y se sentó a esperar a la joven, no tenía prisa pero tampoco le gustaba demasiado la idea de tener que esperar.
Draco L. MalfoyMortífagos || Admin - Mensajes : 326
Puntos : 40
Edad : 31
Re: Un rato a solas [Privado; Ginerva Waldorf]
Había estado toda la mañana aburrida, escribiendo cosas sin sentido, intentando aclarar todos mis problemas, entre ellos mi existencia, el lado en el que estaba y quién era realmente yo. Pero cuando se acercó la hora a la que había quedado con Draco, el corazón, involuntariamente, empezó a darme saltos.
Me había preparado un "modelito" para ese día, lo iba a estrenar, llevaba tres meses en el armario, muerto de asco. No había tenido ocasión de estrenarlo, la verdad.
Pensándolo bien, llevaba tiempo sin estar a solas con Draco, y estaba emocionada.
Me puse unas medias, un vestido negro hasta la cintura y hasta los muslos con decorados abstractos de vivos colores.Me miré en el espejo, observé mi poco desarrollada figura, con más escote del habitual, unos botines negros con tacón y el vestido, no muy largo, para qué negarlo, pero tampoco demasiado corto.
Decidí irme en método muggle, es decir, andando. No tardaría mucho, estaba alojada cerca porque quería aislar a mis padres de mi vida de mortífaga, para evitar hacerles daño.
Cogí mi bolso negro, metí mi varita y alguna chorrada más y me puse un poco de brillo de labios a modo de maquillaje.
Llegué a tiempo, o al menos eso decía mi reloj.
Alea iacta est, pensé mientras abría la puerta y veía una observada figura en la zona más vacía de la sala.
Las miradas se empezaron a clavar en mi, me sonrojé, di unos pasos hacia delante, miré a mi alrededor, inquieta cuando me di cuenta de que llevaba la Marca destapada. Me daba vergüenza, me ruboricé todavía más, pero ahora era...¿Normal? No lo tenía muy claro...¿Se habrían fijado en eso?
Levanté la mirada hacia Draco, avancé hacia él. Le miré a los ojos. Estaba más guapo que nunca, a pesar de la cantidad de problemas que tenía....
Me había preparado un "modelito" para ese día, lo iba a estrenar, llevaba tres meses en el armario, muerto de asco. No había tenido ocasión de estrenarlo, la verdad.
Pensándolo bien, llevaba tiempo sin estar a solas con Draco, y estaba emocionada.
Me puse unas medias, un vestido negro hasta la cintura y hasta los muslos con decorados abstractos de vivos colores.Me miré en el espejo, observé mi poco desarrollada figura, con más escote del habitual, unos botines negros con tacón y el vestido, no muy largo, para qué negarlo, pero tampoco demasiado corto.
Decidí irme en método muggle, es decir, andando. No tardaría mucho, estaba alojada cerca porque quería aislar a mis padres de mi vida de mortífaga, para evitar hacerles daño.
Cogí mi bolso negro, metí mi varita y alguna chorrada más y me puse un poco de brillo de labios a modo de maquillaje.
Llegué a tiempo, o al menos eso decía mi reloj.
Alea iacta est, pensé mientras abría la puerta y veía una observada figura en la zona más vacía de la sala.
Las miradas se empezaron a clavar en mi, me sonrojé, di unos pasos hacia delante, miré a mi alrededor, inquieta cuando me di cuenta de que llevaba la Marca destapada. Me daba vergüenza, me ruboricé todavía más, pero ahora era...¿Normal? No lo tenía muy claro...¿Se habrían fijado en eso?
Levanté la mirada hacia Draco, avancé hacia él. Le miré a los ojos. Estaba más guapo que nunca, a pesar de la cantidad de problemas que tenía....
Ginerva WaldorfMortífagos || Admin - Mensajes : 538
Puntos : 204
Edad : 28
Re: Un rato a solas [Privado; Ginerva Waldorf]
No pasó mucho hasta que la puerta de aquel lugar se abrió nuevamente y por ella entró una joven rubia y despampanante la cual destacaba en cantidad con respecto al resto de presentes. Su vestido, su pelo, todo la hacía destacar sobre loas habituales colores que solía utilizar la gente a la hora de vestir, él mismo se encontraba dentro de ese campo, vestido de negro y blanco, como habituaba y sentando al fondo del local. No se puso en pié hasta que la joven no había atravesado la mitad de la sala, cuando esta ya se encontraba cerca le tendió la mano y la guió hasta su asiento, no es que hiciese falta, pues tampoco había mucho donde elegir sentarse por allí, pero actuó por inercia y educación, tratando de ser amable y cortes. Con un movimiento rápido se acomodó en su asiento, e hizo un ligero movimiento con su mano izquierda a la camarera, indicándole así que ya era el momento de que llevase "lo de siempre" a la mesa.
Miró a la rubia de reojo, la verdad es que destacaba bastante ante el resto y tenías más miradas de las habituales encima. No tardó demasiado en llegar el pedido pero en ese tiempo nadie dijo nada hasta que llegó la camarera -¿Qué vas a tomar?- le preguntó a la joven cortante sin si quiera dedicarle una mirada pues se encontraba mirando una pequeña carta que había cogido de la mesa. En vista de que esta no contestaba el rubio levantó la mirada y alzó una ceja -¿Gin?- preguntó con un ligero tono de preocupación.
Es bien conocido que Malfoy es un hombre de pocas palabras, no las gasta sin más, por lo que cuando este efectúa una simple y corta pregunta realmente está queriendo indagar en algo más. Aquel llamado por parte del rubio a la joven no era sólo para que esta "volviese en sí", por decirlo de alguna manera, sino también porque la notaba ausente y era su forma de pedirle una explicación al respecto.
Miró a la rubia de reojo, la verdad es que destacaba bastante ante el resto y tenías más miradas de las habituales encima. No tardó demasiado en llegar el pedido pero en ese tiempo nadie dijo nada hasta que llegó la camarera -¿Qué vas a tomar?- le preguntó a la joven cortante sin si quiera dedicarle una mirada pues se encontraba mirando una pequeña carta que había cogido de la mesa. En vista de que esta no contestaba el rubio levantó la mirada y alzó una ceja -¿Gin?- preguntó con un ligero tono de preocupación.
Es bien conocido que Malfoy es un hombre de pocas palabras, no las gasta sin más, por lo que cuando este efectúa una simple y corta pregunta realmente está queriendo indagar en algo más. Aquel llamado por parte del rubio a la joven no era sólo para que esta "volviese en sí", por decirlo de alguna manera, sino también porque la notaba ausente y era su forma de pedirle una explicación al respecto.
Draco L. MalfoyMortífagos || Admin - Mensajes : 326
Puntos : 40
Edad : 31
Re: Un rato a solas [Privado; Ginerva Waldorf]
Noté las miradas en mi, y, la verdad, no sabía si me gustaba o me avergonzaba. Le dediqué una suave sonrisa a Draco cuando me guió hasta mi silla, sin decir nada. Me senté, dejé el bolsito apoyado en el suelo y crucé las piernas. Acto seguido, estiré la tela del vestido. ¿Sería demasiado corto?
Miré a la camarera con una sonrisa de agradecimiento cuando me trajo la carta,y la pregunta de Draco, cortante, como no, me sacó de mis pensamientos, que me volvían a asaltar.
-Un chocolate caliente, por favor...-Le pedí a la joven chica, con una sonrisa por simplemente tener que soportar a todos los clientes que pasaban por ahí, por...mortífagos que fueran.
Luego miré a Draco. Me estaba pidiendo una explicación, y yo no estaba segura de poder dársela. ¿Sería capaz? Quizás si, quizás no.
-Lo siento...Estoy un poco...Ausente...Llevamos tiempo sin hablar y...-Dije. No acabé la frase, se sobreentendía, y él sabía que tenía razón.
Me dolía decir esas palabras, pero eran ciertas. Las había susurrado, y la gente volvía a lo suyo para no buscarse problemas, probablemente. Le miré a los ojos, intentando aferrarme a un resquicio de ese cariño inicial de los primeros días que salimos. Eramos tan felices, y recuerdo aquellas tardes por los pasillos y ese primer beso... Pero llevaba tiempo sin estar a solas con él, sin rozar siquiera sus labios. Los echaba de menos, pero él parecía ser que o no se daba cuenta o no sentía lo mismo.
-¿Es posible eso?
-Pues claro...
-No puede ser...Dijo que me quería.
-¿Tú te lo crees?
-Yo le quiero.
-¿Es suficiente?
¡Otra vez esas vocecitas en mi cabeza!
Miré a la camarera con una sonrisa de agradecimiento cuando me trajo la carta,y la pregunta de Draco, cortante, como no, me sacó de mis pensamientos, que me volvían a asaltar.
-Un chocolate caliente, por favor...-Le pedí a la joven chica, con una sonrisa por simplemente tener que soportar a todos los clientes que pasaban por ahí, por...mortífagos que fueran.
Luego miré a Draco. Me estaba pidiendo una explicación, y yo no estaba segura de poder dársela. ¿Sería capaz? Quizás si, quizás no.
-Lo siento...Estoy un poco...Ausente...Llevamos tiempo sin hablar y...-Dije. No acabé la frase, se sobreentendía, y él sabía que tenía razón.
Me dolía decir esas palabras, pero eran ciertas. Las había susurrado, y la gente volvía a lo suyo para no buscarse problemas, probablemente. Le miré a los ojos, intentando aferrarme a un resquicio de ese cariño inicial de los primeros días que salimos. Eramos tan felices, y recuerdo aquellas tardes por los pasillos y ese primer beso... Pero llevaba tiempo sin estar a solas con él, sin rozar siquiera sus labios. Los echaba de menos, pero él parecía ser que o no se daba cuenta o no sentía lo mismo.
-¿Es posible eso?
-Pues claro...
-No puede ser...Dijo que me quería.
-¿Tú te lo crees?
-Yo le quiero.
-¿Es suficiente?
¡Otra vez esas vocecitas en mi cabeza!
Ginerva WaldorfMortífagos || Admin - Mensajes : 538
Puntos : 204
Edad : 28
Re: Un rato a solas [Privado; Ginerva Waldorf]
Tras escucharla hablar bajó nuevamente la vista a la carta y comenzó a pasar las páginas, aunque tampoco tenía demasiadas, chasqueó la lengua, le hizo un gesto con la mano a la camarera para que tragase lo pedido y dejó la carta a un lado de la pequeña mesa. Entonces levantó la vista, miró a la rubia directamente, el rubio se encontraba apoyado sobre la mesa, con ambas manos sobre esta mirándola fijamente esperando a que la joven continuase con esa frase que acababa de comenzar y había dejado a medias dubitativa. Pero no lo hizo. No prosiguió y él quedó allí, como idiota, esperando algo que no llegaba, respuestas y respuestas claras y concisas, pero nada pasó. Suspiró fuertemente, ¿qué le pasaba para estar así? -¿Algo te perturba?- preguntó serio tratando de retomar esa conversación, sabía que sí, sabía que ella no se comportaba de esa manera por placer, ¿o quizás sí?, no...en absoluto. -Gin...- posó su mano derecha sobre la de la joven suavemente captando así su atención -Si pasa algo me gustaría saberlo- Nuevamente ese tono seco, aunque esta vez con un ligero toque de preocupación y cariño, además de que la caricia, aunque fría y leve, ayudaba a demostrar cercanía y comprensión.
Pasados unos momentos el rubio retiró la mano que tenía sobre la de la joven y se recostó en su asiento, la observó detenidamente de arriba a abajo, analizó cada detalle de la joven, ¿Por qué tenía que parecer tan muggle?...¿y por qué tenía que estar él pensando en eso ahora?, ¿Importaba?, en absoluto, a esas altura ya no. Suspiró fuertemente haciéndose notar -He estado ocupado...y lo sabes- dijo en respuesta al pasado comentario de la joven sobre lo poco que había hablado últimamente. No lo discutía, era la verdad, habían estado muy distantes y fríos el uno con el otro, o mejor dicho, él con ella -Bien sabes que las fichas no se mueven solas- añadió y tras esto respiró hondamente y la miró fijamente a los ojos
Pasados unos momentos el rubio retiró la mano que tenía sobre la de la joven y se recostó en su asiento, la observó detenidamente de arriba a abajo, analizó cada detalle de la joven, ¿Por qué tenía que parecer tan muggle?...¿y por qué tenía que estar él pensando en eso ahora?, ¿Importaba?, en absoluto, a esas altura ya no. Suspiró fuertemente haciéndose notar -He estado ocupado...y lo sabes- dijo en respuesta al pasado comentario de la joven sobre lo poco que había hablado últimamente. No lo discutía, era la verdad, habían estado muy distantes y fríos el uno con el otro, o mejor dicho, él con ella -Bien sabes que las fichas no se mueven solas- añadió y tras esto respiró hondamente y la miró fijamente a los ojos
Draco L. MalfoyMortífagos || Admin - Mensajes : 326
Puntos : 40
Edad : 31
Re: Un rato a solas [Privado; Ginerva Waldorf]
Siempre ese frío tono, seco, distante, como si le diese igual. Noté su mano sobre la mía, pero después la volvió a apartar. Le miré a los ojos, calibrando todas sus palabras. Estaba frío, o lo era, o no le importaba. Pero si era así...¿Qué hacía aquí conmigo?
Noté que me observaba, y me removí en el asiento, incómoda. No me gustaba esa manera en la que me miraba, ya no me miraba con el cariño inicial...
-Sí, lo sé. Pero a veces hay fichas más importantes que mover...-Dije, mirándole a los ojos.
Le desafié con la mirada, no tenía miedo. Quería recuperar lo que era mío, y ese algo era el amor de Draco. ¿Podía ser que gastase más tiempo escuchando al "Señor Tenebroso" que a su novia?¿Todavía me consideraba su novia?
-Llevas sin bes...sin acercarte a mi por lo menos un mes, Draco. ¿Qué es lo que pasa?
Él me había pedido explicaciones, yo le respondí con una pregunta. Le miré a los ojos, sin cesar ese aire de desafío que no podía evitar. La camarera trajo rápidamente lo que habíamos pedido, se lo agradecí y dejé que se fuese, sin apartar la mirada de Draco. Hoy no me iba de ahí con dudas.
¿No me quiere?¿No le importo?
O...simplemente...¿Me lo estaré imaginando?
No puede ser, estaba muy claro....¿O no?
Noté que me observaba, y me removí en el asiento, incómoda. No me gustaba esa manera en la que me miraba, ya no me miraba con el cariño inicial...
-Sí, lo sé. Pero a veces hay fichas más importantes que mover...-Dije, mirándole a los ojos.
Le desafié con la mirada, no tenía miedo. Quería recuperar lo que era mío, y ese algo era el amor de Draco. ¿Podía ser que gastase más tiempo escuchando al "Señor Tenebroso" que a su novia?¿Todavía me consideraba su novia?
-Llevas sin bes...sin acercarte a mi por lo menos un mes, Draco. ¿Qué es lo que pasa?
Él me había pedido explicaciones, yo le respondí con una pregunta. Le miré a los ojos, sin cesar ese aire de desafío que no podía evitar. La camarera trajo rápidamente lo que habíamos pedido, se lo agradecí y dejé que se fuese, sin apartar la mirada de Draco. Hoy no me iba de ahí con dudas.
¿No me quiere?¿No le importo?
O...simplemente...¿Me lo estaré imaginando?
No puede ser, estaba muy claro....¿O no?
Ginerva WaldorfMortífagos || Admin - Mensajes : 538
Puntos : 204
Edad : 28
Re: Un rato a solas [Privado; Ginerva Waldorf]
La observó y escuchó aparentemente calmado, recto, no se movió ante sus comentarios y no se dignó a hablar ni moverse hasta que la camarera se encontraba bien lejos de ambos, ¿qué quería decir con todo aquello?, frunció el ceño molesto, ¿que no se preocupaba por ella, que no le daba mimitos y cariñitos suficientes?, apretó los puños, ¿A caso no se daba cuenta de que era el quien se jugaba el cuello porque ambos dos siguiesen con vida?. Diño un leve golpe en la mesa, no fue fuerte pero sí lo suficiente como para que esta se moviese ligeramente con todo lo que tenía encima y algunos cotillas cercanos fijasen nuevamente sus miradas sobre ellos. Dejó caer su cuerpo sobre la mesa acercándose así a la rubia -¿Fichas más importantes dices?, me gustaría saber qué narices es más importante que el que sigamos con vida- habló molesto e indignado, desafiante, ¿quería guerra? muy bien, no sería él quien se le negase -¿Quieres que me acerque a tí?, ¿que te bese quizás?- Chasqueó la lengua y volvió a dejarse caer sobre la silla sin quitar el puño de la mesa -Lo haría encantado si no tuviese que arreglar algunas otras cosas que, a mi parecer, son más importantes, ¿tú no lo crees?-
Apartó su mirada de la joven, observó la nada por unos segundos mientras trataba de recuperar la calma, no era el lugar correcto para estallar y tampoco la persona con la que debía hacerlo, ella no tenía la culpa, todo lo contrario, tenía razón en todo lo que decía, pero, ¿a caso él no la tenía?. Respiró fuertemente y volvió a dejarse caer sobre la mesa, rozó las manos de la joven con cariño mientras tenía su mirada fija en ellas, eran tan cálidas en comparación a las suyas propias. -Ya habrá tiempo para eso cuando estemos seguros- bien, bonitas palabras, ahora sólo quedaba saber una cosa...siendo mortífagos como eran, ¿cómo y cuándo iban a estar seguros?, menuda paradoja pues. No se movió ni dijo nada a continuación, se quedó allí observando sus pálidas manos y tocando su suave piel por largos minutos.
Alzó la mirada, fijando así sus ojos en los de la joven -Gin...- hizo una breve pausa -Hoy estamos aquí, juntos, ¿no te vale con eso?...¿con esto?- dijo con un cierto tono de preocupación por si llegaba a obtener una respuesta no deseada a esa pregunta -Por lo menos por ahora...- hablaba en un tono suave mientras seguía tocando sus manos con dulzura -Pronto volveremos a estar bien, todo volverá a estar bien, sólo necesito tiempo-
Apartó su mirada de la joven, observó la nada por unos segundos mientras trataba de recuperar la calma, no era el lugar correcto para estallar y tampoco la persona con la que debía hacerlo, ella no tenía la culpa, todo lo contrario, tenía razón en todo lo que decía, pero, ¿a caso él no la tenía?. Respiró fuertemente y volvió a dejarse caer sobre la mesa, rozó las manos de la joven con cariño mientras tenía su mirada fija en ellas, eran tan cálidas en comparación a las suyas propias. -Ya habrá tiempo para eso cuando estemos seguros- bien, bonitas palabras, ahora sólo quedaba saber una cosa...siendo mortífagos como eran, ¿cómo y cuándo iban a estar seguros?, menuda paradoja pues. No se movió ni dijo nada a continuación, se quedó allí observando sus pálidas manos y tocando su suave piel por largos minutos.
Alzó la mirada, fijando así sus ojos en los de la joven -Gin...- hizo una breve pausa -Hoy estamos aquí, juntos, ¿no te vale con eso?...¿con esto?- dijo con un cierto tono de preocupación por si llegaba a obtener una respuesta no deseada a esa pregunta -Por lo menos por ahora...- hablaba en un tono suave mientras seguía tocando sus manos con dulzura -Pronto volveremos a estar bien, todo volverá a estar bien, sólo necesito tiempo-
Draco L. MalfoyMortífagos || Admin - Mensajes : 326
Puntos : 40
Edad : 31
Re: Un rato a solas [Privado; Ginerva Waldorf]
Bajé la mirada ante tanta sinceridad. Me había ruborizado y me sobresalté cuando dio un golpe en la mesa, y le volví a mirar cuando lo hizo. Y es que tenía razón...¿Estaba siendo egoísta cono esos deseos? ¿Estaba pensando únicamente en mi? Tal vez....Podía ser. Y yo no quería ser egoísta, pero yo no había elegido nada de esto, me sentía...increíblemente sola. Pero le miré y le entendí, ya era suficientemente complicado todo lo que tenía que hacer por el Señor Tenebroso como para discutir con él ahora.
No podía ponerme a discutir con él ahora, era lo más preciado que tenía y si él se enfadaba conmigo, si Draco Malfoy se enfadaba conmigo, se hundiría mi mundo por completo. Era a lo último a lo que me aferraba en esos momentos de desesperación que me ocurrían de tanto en tanto pero que nadie sabía que sufría.
Noté sus manos sobre las mías, me las acariciaba, me gustaba el tacto de su fría piel, pero las tenía sin cuidar, por las preocupaciones. Le miré a los ojos, con preocupación y cariño, no podía evitar pensar en lo mal que lo estaría pasando...
Asentí levemente ante sus palabras. Parpadeé rápido para mantener las lágrimas dentro de mis ojos, me las tragué literalmente.
-Sí, Draco...-Susurré, con voz cariñosa, y acerqué mi silla para ponerme a su lado, acariciarle el pelo, apartarle un mechón de la frente y abrazarle.-Todo el tiempo que necesites...
Ésto último se lo susurré al oído. Para mi era importante que supiese que le apoyaba, que estaría con él para siempre, pasase lo que pasase. Que yo era incondicional a él, para las buenas, y para las malas.
Porque yo le amo, le amaba y le amaré siempre.
No podía ponerme a discutir con él ahora, era lo más preciado que tenía y si él se enfadaba conmigo, si Draco Malfoy se enfadaba conmigo, se hundiría mi mundo por completo. Era a lo último a lo que me aferraba en esos momentos de desesperación que me ocurrían de tanto en tanto pero que nadie sabía que sufría.
Noté sus manos sobre las mías, me las acariciaba, me gustaba el tacto de su fría piel, pero las tenía sin cuidar, por las preocupaciones. Le miré a los ojos, con preocupación y cariño, no podía evitar pensar en lo mal que lo estaría pasando...
Asentí levemente ante sus palabras. Parpadeé rápido para mantener las lágrimas dentro de mis ojos, me las tragué literalmente.
-Sí, Draco...-Susurré, con voz cariñosa, y acerqué mi silla para ponerme a su lado, acariciarle el pelo, apartarle un mechón de la frente y abrazarle.-Todo el tiempo que necesites...
Ésto último se lo susurré al oído. Para mi era importante que supiese que le apoyaba, que estaría con él para siempre, pasase lo que pasase. Que yo era incondicional a él, para las buenas, y para las malas.
Porque yo le amo, le amaba y le amaré siempre.
Ginerva WaldorfMortífagos || Admin - Mensajes : 538
Puntos : 204
Edad : 28
Re: Un rato a solas [Privado; Ginerva Waldorf]
Esa era la respuesta que esperaba, lo que necesitaba oír, que aguantaría, que le entendía y apoyaba, esa rubia se había convertido poco a poco en una de las pocas razones por las que seguir adelante y necesitaba saber que ella estaba bien, que le comprendía y que esperaría, pues, si la llegase a perder le resultaría imposible seguir adelante, era un pilar básico en su vida, la necesitaba, como si de una droga se tratase. Dibujó una leve y ladeada sonrisa en su rostro y tras esto besó suavemente la mejilla de la rubia, pero no articuló palabra alguno, no tenía nada más que decir al respecto y tampoco tenía ninguna intención de redundar con aquel tema, ahora eso era algo secundario, estaban solos y juntos, lo que pasase fuera de allí carecía de importancia alguna.
Respiró hondo antes de coger un vaso de la mesa y beber un poco del líquido de su interior, se recostó ligeramente sobre su asiento y puso su mano izquierda sobre la pierna de la rubia, la cual tenía a su lado, rozó la tela de su vestido suavemente, sin mirarla, como si jugase con aquel simple momento. No se había parado a pensar si quiera en lo que podría parecer aquello visto desde fuera, él con la mano posada sobre el muslo de ella, "que descarado" y "que dejada" pensarían algunos, pero poco le importaba, el rubio sólo quería demostrarle su cariño y cercanía y ¿cómo mejor que con suaves caricias?, oh si, había algo mejor. Dejó el vaso sobre la mesa y se giró hacia la joven, clavó en ella su mirada, su mano derecha se elevó suavemente hasta unos mechones de cabello que caían sobre su hombro derecho y sus dedos comenzaron a juguetear con aquellos perfectos rizos rubios, le fascinaba lo suave y brillante que era el cabello de la joven y siempre que podía jugueteaba con él con suavidad. -Ginerva...- dijo en un tono suave mientras miraba como su mano jugaba con el cabello de ella, parecía ausente, sumido en sus pensamientos -Me gustaría pedirte algo- habló tranquilo, hacía tiempo que llevaba preparando aquella conversación -Pero no aquí- Volvió a fijar su mirada sobre los ojos de ella y elevó aún más la mano que, hasta hacía un momento, jugaba con su pelo pasando ahora a estar junto a su mejilla -Por eso quiero que nos veamos otro día, como hoy, tranquilos y...a solas, sí te parece bien, claro-
Respiró hondo antes de coger un vaso de la mesa y beber un poco del líquido de su interior, se recostó ligeramente sobre su asiento y puso su mano izquierda sobre la pierna de la rubia, la cual tenía a su lado, rozó la tela de su vestido suavemente, sin mirarla, como si jugase con aquel simple momento. No se había parado a pensar si quiera en lo que podría parecer aquello visto desde fuera, él con la mano posada sobre el muslo de ella, "que descarado" y "que dejada" pensarían algunos, pero poco le importaba, el rubio sólo quería demostrarle su cariño y cercanía y ¿cómo mejor que con suaves caricias?, oh si, había algo mejor. Dejó el vaso sobre la mesa y se giró hacia la joven, clavó en ella su mirada, su mano derecha se elevó suavemente hasta unos mechones de cabello que caían sobre su hombro derecho y sus dedos comenzaron a juguetear con aquellos perfectos rizos rubios, le fascinaba lo suave y brillante que era el cabello de la joven y siempre que podía jugueteaba con él con suavidad. -Ginerva...- dijo en un tono suave mientras miraba como su mano jugaba con el cabello de ella, parecía ausente, sumido en sus pensamientos -Me gustaría pedirte algo- habló tranquilo, hacía tiempo que llevaba preparando aquella conversación -Pero no aquí- Volvió a fijar su mirada sobre los ojos de ella y elevó aún más la mano que, hasta hacía un momento, jugaba con su pelo pasando ahora a estar junto a su mejilla -Por eso quiero que nos veamos otro día, como hoy, tranquilos y...a solas, sí te parece bien, claro-
Draco L. MalfoyMortífagos || Admin - Mensajes : 326
Puntos : 40
Edad : 31
Re: Un rato a solas [Privado; Ginerva Waldorf]
Sonreí cuando noté sus labios sobre mi mejilla, sin hablar para no romper la magia del ambiente. Acerqué mi silla a la suya, para no tener la mesa entre-medias. Le dí un sorbo a mi chocolate caliente, noté su mano sobre mi muslo.
Sin querer, me estremecí del placer al notar su piel junto a la mía, noté que jugaba con el borde de mi vestido, sonreí para mis adentros, observando sus bellas facciones. Era realmente perfecto, y era mío, sólo mío. Sus manos jugueteaban con mi pelo, me estremecí, le miré a los ojos, humedeciéndome los labios con la lengua. Adoraba que jugase con mi pelo, acerqué mi silla más a él.
Cuando habló, se congeló el tiempo. ¿A solas, conmigo? Hacía mucho tiempo que nadie me pedía estar a solas con él. Vale, nadie, pero sólo quería oírlo de esos labios. ¿Pedirme algo? No tenía muy claro qué sería. Me daba algo de miedo...¿Sería algo malo?
-¿Para qué sino iba a quererte a solas con él?
-Cállate, entrometida...
Sacudí la cabeza para sacar a esas vocecillas de ella, y me levanté levemente de la silla y me acerqué a él, lentamente, hasta tener mis labios a apenas unos centímetros de los suyos, notaba su respiración en mi mejilla, casi podría oír mi corazón y el suyo latiendo a la vez.
-Cuando quieras....-Susurré, y le besé lentamente.
Sin querer, me estremecí del placer al notar su piel junto a la mía, noté que jugaba con el borde de mi vestido, sonreí para mis adentros, observando sus bellas facciones. Era realmente perfecto, y era mío, sólo mío. Sus manos jugueteaban con mi pelo, me estremecí, le miré a los ojos, humedeciéndome los labios con la lengua. Adoraba que jugase con mi pelo, acerqué mi silla más a él.
Cuando habló, se congeló el tiempo. ¿A solas, conmigo? Hacía mucho tiempo que nadie me pedía estar a solas con él. Vale, nadie, pero sólo quería oírlo de esos labios. ¿Pedirme algo? No tenía muy claro qué sería. Me daba algo de miedo...¿Sería algo malo?
Seguramente no.
Parecía algo...serio
Parecía algo...Romántico.
Parecía algo...serio
Parecía algo...Romántico.
-¿Para qué sino iba a quererte a solas con él?
-Cállate, entrometida...
Sacudí la cabeza para sacar a esas vocecillas de ella, y me levanté levemente de la silla y me acerqué a él, lentamente, hasta tener mis labios a apenas unos centímetros de los suyos, notaba su respiración en mi mejilla, casi podría oír mi corazón y el suyo latiendo a la vez.
-Cuando quieras....-Susurré, y le besé lentamente.
Ginerva WaldorfMortífagos || Admin - Mensajes : 538
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Re: Un rato a solas [Privado; Ginerva Waldorf]
Un ligero escalofrío recorrió su cuerpo levemente al sentir los suaves labios de la joven sobre los suyos, aquello le fascinaba, pero a su vez, aún por hoy, le hacía estremecer. Volvió a rozar su mejilla mientras la besaba suavemente, no mantuvo mucho tiempo el beso, aunque le gustaba no quería tener un sinfín de miradas encima ni que soportar cuchicheos a su espalda, odiaba eso. Se separó de ella sin prisa alguna, y observó el vaso que había sobre la mesa, nuevamente, sumido en su mundo. Respiró hondo. ¿Estaba haciendo lo correcto?, ¿debía seguir adelante?, quizás no, pero él quería y no dejaría pasar aquella oportunidad. -Bien...- fue todo lo que dijo tras unos largos minutos sin dedicarle si quiera una rápida mirada -¿Cuándo?- dijo mientras clavaba en ella su mirada, atento a sus movimientos y reacciones.
Por unos momento se había planteado el decírselo allí mismo, total, no tenía nada que perder, pero no. El rubio dispone de unos ideales muy claro, estrictos, marcados, todo tiene unas pautas, unas formas y unos momento y definitivamente aquel no era el momento adecuado, "y aún menos el lugar", pensó mientras lanzaba una rápida mirada a su alrededor, con toda aquella gente, y el lugar...en fin, había decidido callar y esperar, sería lo correcto, además, quería que aquello quedase grabado en la rubia y para poder ser así debía hacerlo bien. No había apartado su mirada, no se había movido, tan sólo esperaba a que ella hablase.
Por unos momento se había planteado el decírselo allí mismo, total, no tenía nada que perder, pero no. El rubio dispone de unos ideales muy claro, estrictos, marcados, todo tiene unas pautas, unas formas y unos momento y definitivamente aquel no era el momento adecuado, "y aún menos el lugar", pensó mientras lanzaba una rápida mirada a su alrededor, con toda aquella gente, y el lugar...en fin, había decidido callar y esperar, sería lo correcto, además, quería que aquello quedase grabado en la rubia y para poder ser así debía hacerlo bien. No había apartado su mirada, no se había movido, tan sólo esperaba a que ella hablase.
Draco L. MalfoyMortífagos || Admin - Mensajes : 326
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Re: Un rato a solas [Privado; Ginerva Waldorf]
Noté que el beso se hacía corto, y supuse que era por el lugar. A decir verdad, no me importó, al menos había querido besarme, no me había apartado. Una sonrisa se dibujó en mis labios, me aparté lentamente para beber un poco del chocolate caliente que humeaba sobre la mesa.
¿Cuándo? Pregunta difícil para alguien de difícil decisión como yo. No sabía qué decirle...
-¿Mañana?¿O más tarde?-Pregunté, mirándole.
No sabía muy bien qué quería decirme, por lo tanto, no sabía a qué atenerse. Noté que miraba a nuestro alrededor, y noté algunas miradas, menos que la vez anterior, clavadas en nosotros. Me revolví, incómoda, en la silla. ¿Hacíamos acaso algo malo? Le quería, y punto...
Algo me carcomía por dentro, tenía unas ganas inmensas de estar a solas con él...Por mi habría dicho que hoy, ahora mismo, y tal vez eso se notase en el brillo de mi mirada cuando la levanté hacia él, ardiente, con una sonrisa, esperando su aceptación.
O su negativa.
¿Cuándo? Pregunta difícil para alguien de difícil decisión como yo. No sabía qué decirle...
-¿Mañana?¿O más tarde?-Pregunté, mirándole.
No sabía muy bien qué quería decirme, por lo tanto, no sabía a qué atenerse. Noté que miraba a nuestro alrededor, y noté algunas miradas, menos que la vez anterior, clavadas en nosotros. Me revolví, incómoda, en la silla. ¿Hacíamos acaso algo malo? Le quería, y punto...
Algo me carcomía por dentro, tenía unas ganas inmensas de estar a solas con él...Por mi habría dicho que hoy, ahora mismo, y tal vez eso se notase en el brillo de mi mirada cuando la levanté hacia él, ardiente, con una sonrisa, esperando su aceptación.
O su negativa.
Mi corazón parecía querer salirse de su sitio.
Mis labios deseaban a los suyos
Mi piel deseaba el contacto con la suya
Le quería a él
Quería ser únicamente suya....
Mis labios deseaban a los suyos
Mi piel deseaba el contacto con la suya
Le quería a él
Quería ser únicamente suya....
Ginerva WaldorfMortífagos || Admin - Mensajes : 538
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Re: Un rato a solas [Privado; Ginerva Waldorf]
Debía de admitir que aquella respuesta le había sorprendido bastante, ¿tanto deseaba estar con él? y no es que él no quisiese es que se había hecho a la idea de que no podría volver a estar de esa manera con ella hasta dentro de algún tiempo, pero obviamente no le diría que no si pudiese volver a verla al día siguiente. Una leve sonrisa se dibujó en su rostro, y nuevamente volvió a rozas su mejilla con cariño, tras esto hizo una larga pausa en la que tan sólo se dignó a observarla atentamente, la quería, era cierto que no solía decírselo, que no acostumbraba a demostrárselo, pero aún así y aunque su relación estuviese falta de cariño no significaba que no la amase con todo su ser, que no quisiese hacerla feliz, que no adorase el poder estar a solas con ella, aunque sólo fuese por un rato. Por otro lado, también la admiraba, era tan vivaz y carismática, era todo lo que él siempre había querido ser, era perfecta, admirable. -¿Mañana?- dijo con un suave tono y tras esto hizo una corta pausa -Me parece bien, ¿a dónde te gustaría ir a cenar?- preguntó dudando en a dónde debería llevarla, habían muchos lugares pero no estaba seguro de cuál era el mejor, sobretodo si teníamos en cuenta de lo que pretendía decirle.
Bajó la mirada fijándola sobre el vaso sumiéndose nuevamente en pensamientos varios, esta vez se debatía sobre a dónde debía invitar a la joven, ni él mismo tenía idea alguna y era por eso por lo que, aunque pareciese ridículo, había recurrido a ella, ahora bien, ¿había obrado bien preguntándole aquello o debería haber callado y pensado por su cuenta? quizás el modo "sorpresa" hubiese sido mejor. Chasqueó la lengua. Ya era tarde para echarse atrás, la miró nuevamente esperando su respuesta.
Bajó la mirada fijándola sobre el vaso sumiéndose nuevamente en pensamientos varios, esta vez se debatía sobre a dónde debía invitar a la joven, ni él mismo tenía idea alguna y era por eso por lo que, aunque pareciese ridículo, había recurrido a ella, ahora bien, ¿había obrado bien preguntándole aquello o debería haber callado y pensado por su cuenta? quizás el modo "sorpresa" hubiese sido mejor. Chasqueó la lengua. Ya era tarde para echarse atrás, la miró nuevamente esperando su respuesta.
Draco L. MalfoyMortífagos || Admin - Mensajes : 326
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Re: Un rato a solas [Privado; Ginerva Waldorf]
Acerqué mi cara todavía más a su mano para que su mano acariciase mi mejilla por completo. Era feliz, no podía negarlo. Era completamente feliz al estar con él. Quería darle un beso, decirle que le amaba, pero me dediqué a sonreírle y a preguntarme por dentro qué era lo que me quería decir. ¿Sería algo importante?¿Una mala noticia?¿Una buena?
Me preguntó algo para lo que no estaba preparada. Nunca había ido a cenar con un chico, y no tenía mucha idea, la verdad.
-A...A donde tú quieras, yo no...Bueno, yo no tengo ni idea, Liebling*-Admití, con una dulce sonrisa.-Así que sorpréndeme, ¿Va?
Como si eso fuese difícil. Como si no te sorprendiese todos los días de tu vida, como si fuese tan sencillo decirlo. Él me sorprendía tanto en lo bueno como en lo malo, y aún así tenía claro que le amaba. Tenía que cuidarle, pero de eso de lo que debía cuidarle estaba muy por encima de mi. Tenía que cuidarle del señor Tenebroso, que haría cualquier cosa para destruír cualquier cosa bonita que se le cruzase por el camino.
Cogí su mano, la que no estaba en mi mejilla y la apoyé en mi muslo, acariciándola con cariño, mirándole a los ojos. Intentando adivinar qué me diría.
Qué sería
El qué. Por qué...
Y se me vino a la cabeza una poesía...
¿Qué es poesía? dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul.
¡Y tú me lo preguntas! Poesía...Eres tú.
[*Liebling: Querido]
Me preguntó algo para lo que no estaba preparada. Nunca había ido a cenar con un chico, y no tenía mucha idea, la verdad.
-A...A donde tú quieras, yo no...Bueno, yo no tengo ni idea, Liebling*-Admití, con una dulce sonrisa.-Así que sorpréndeme, ¿Va?
Como si eso fuese difícil. Como si no te sorprendiese todos los días de tu vida, como si fuese tan sencillo decirlo. Él me sorprendía tanto en lo bueno como en lo malo, y aún así tenía claro que le amaba. Tenía que cuidarle, pero de eso de lo que debía cuidarle estaba muy por encima de mi. Tenía que cuidarle del señor Tenebroso, que haría cualquier cosa para destruír cualquier cosa bonita que se le cruzase por el camino.
Cogí su mano, la que no estaba en mi mejilla y la apoyé en mi muslo, acariciándola con cariño, mirándole a los ojos. Intentando adivinar qué me diría.
Qué sería
El qué. Por qué...
Y se me vino a la cabeza una poesía...
¿Qué es poesía? dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul.
¡Y tú me lo preguntas! Poesía...Eres tú.
[*Liebling: Querido]
Ginerva WaldorfMortífagos || Admin - Mensajes : 538
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Re: Un rato a solas [Privado; Ginerva Waldorf]
Por lo visto la vida le daba otra oportunidad para poder sorprender a la joven con aquella cena, él decidiría, seguramente algún lugar caro, ya que lo hacía, lo haría bien, y con clase por supuesto. No pudo evitar una pícara sonrisa ante aquello, "perfecto" pensó para sus adentros mientras le dedicaba una mirada a la joven, respiró hondo y se recostó en la silla, notó como la rubia tomaba su mano izquierda y la guiaba hacia su pierna, colocándola sobre su suave y tersa piel, la rozó suavemente, definitivamente le fascinaba, era su droga favorito, no necesitaba nada más que a aquella joven.
Rozó su piel suavemente con las yemas de sus dedos, miró su mano de reojo posada sobre el suave muslo de la joven, dispuesta a ir más allá si la rubia se lo permitía, ahora bien, él no podía dejar que eso sucediese o podrían acabar mal. Observó como sus dedos se movían con suavidad por aquella lisa superficie y por un momento se odió a sí mismo, ¿cómo podía estar tocando tal belleza con aquellas manos?, eran simplemente horribles, las tenía bastante descuidadas, aunque no por placer, se podían apreciar en ellas varias marcas oscuras, cicatrices, las cuales contaban al mundo su historio sin necesidad de aportar palabra alguna sobre ella. Más de una vez se había planteado la idea de comenzar a usar guantes, unos guantes negro, sí, no estaría mal.
Movió la cabeza ligeramente, dejando atrás todos aquellos pensamientos sobre sus manos, ¿qué importaba ahora?, nada, miró a la joven de soslayo, agarró suavemente su mentón y la acercó hacia sus labios, saboreó esa sensación justo antes del comienzo del beso todo lo que quiso, le fascinaba, notaba su respiración y aquello le encantaba. Respiró su perfume. Jugaba con aquel ínfimo momento, eran ese tipo de detalles que tanto le agradaban, que tanto quería conservar por y para siempre. Posó suavemente sus labios sobre los de ella.
Rozó su piel suavemente con las yemas de sus dedos, miró su mano de reojo posada sobre el suave muslo de la joven, dispuesta a ir más allá si la rubia se lo permitía, ahora bien, él no podía dejar que eso sucediese o podrían acabar mal. Observó como sus dedos se movían con suavidad por aquella lisa superficie y por un momento se odió a sí mismo, ¿cómo podía estar tocando tal belleza con aquellas manos?, eran simplemente horribles, las tenía bastante descuidadas, aunque no por placer, se podían apreciar en ellas varias marcas oscuras, cicatrices, las cuales contaban al mundo su historio sin necesidad de aportar palabra alguna sobre ella. Más de una vez se había planteado la idea de comenzar a usar guantes, unos guantes negro, sí, no estaría mal.
Movió la cabeza ligeramente, dejando atrás todos aquellos pensamientos sobre sus manos, ¿qué importaba ahora?, nada, miró a la joven de soslayo, agarró suavemente su mentón y la acercó hacia sus labios, saboreó esa sensación justo antes del comienzo del beso todo lo que quiso, le fascinaba, notaba su respiración y aquello le encantaba. Respiró su perfume. Jugaba con aquel ínfimo momento, eran ese tipo de detalles que tanto le agradaban, que tanto quería conservar por y para siempre. Posó suavemente sus labios sobre los de ella.
Draco L. MalfoyMortífagos || Admin - Mensajes : 326
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Re: Un rato a solas [Privado; Ginerva Waldorf]
Acaricié sus manos suavemente, pasando mis dedos por las cicatrices que tenía como si jugase en ellas, mirándole con amor. Me daba igual cuántas cicatrices tuviera, yo simplemente le quería, le quería como era...
Sonreí ante la perspectiva de cenar con él mañana. Me hacía muchísima ilusión, y tendría que estar a la altura en el tema vestido, porque un Malfoy no iría a cualquier sitio. También esperaba que fuese especial, pero no demasiado caro, porque sino luego me sentiría...¿Derrochadora? No sé, nunca he estado en un restaurante con un chico. Tal vez los caros estén bien. No te hagas ilusiones.
Dejé de pensar en eso, me parecía egoísta. Noté que acercaba su cara a la mía, mi respiración se agitó, quería el contacto de sus labios, lo deseaba, pero él alargaba esos instantes más y más, notando la pasión que había entre nosotros, notando cómo mis labios desprendían calor de deseo. Cuando posó sus labios sobre los míos, respondí entreabriendo mis labios para besarle con más pasión.
El Salón de Té desapareció a mi alrededor, sólo estábamos él y yo. Agarré su mano sobre mi muslo, sonreía por dentro, estaba exultante de la alegría.
Notaba las miradas clavadas en nosotros.
Pues que miren.
Tal vez lo que tienen es envidia, o miedo. O curiosidad. ¿Nadie sabía que un mortífago besaba tan jodidamente bien?¿Nadie? Tal vez no. Tal vez yo era la primera "chica normal" besando a un mortífago en mucho tiempo. Pero yo le amaba, de eso estaba segura. Había tantas cosas de las que estaba segura...Y todas eran respecto a él.
Draco Malfoy...
Levanté mi otra mano y le acaricié la mejilla sin dejar de besarle, con los ojos cerrados, y el sabor a chocolate de mis labios repartido por ambos... Era demasiado bueno...Era perfecto. Era como él. Divino. Mío.
Sonreí ante la perspectiva de cenar con él mañana. Me hacía muchísima ilusión, y tendría que estar a la altura en el tema vestido, porque un Malfoy no iría a cualquier sitio. También esperaba que fuese especial, pero no demasiado caro, porque sino luego me sentiría...¿Derrochadora? No sé, nunca he estado en un restaurante con un chico. Tal vez los caros estén bien. No te hagas ilusiones.
Dejé de pensar en eso, me parecía egoísta. Noté que acercaba su cara a la mía, mi respiración se agitó, quería el contacto de sus labios, lo deseaba, pero él alargaba esos instantes más y más, notando la pasión que había entre nosotros, notando cómo mis labios desprendían calor de deseo. Cuando posó sus labios sobre los míos, respondí entreabriendo mis labios para besarle con más pasión.
El Salón de Té desapareció a mi alrededor, sólo estábamos él y yo. Agarré su mano sobre mi muslo, sonreía por dentro, estaba exultante de la alegría.
Notaba las miradas clavadas en nosotros.
Pues que miren.
Tal vez lo que tienen es envidia, o miedo. O curiosidad. ¿Nadie sabía que un mortífago besaba tan jodidamente bien?¿Nadie? Tal vez no. Tal vez yo era la primera "chica normal" besando a un mortífago en mucho tiempo. Pero yo le amaba, de eso estaba segura. Había tantas cosas de las que estaba segura...Y todas eran respecto a él.
Draco Malfoy...
Levanté mi otra mano y le acaricié la mejilla sin dejar de besarle, con los ojos cerrados, y el sabor a chocolate de mis labios repartido por ambos... Era demasiado bueno...Era perfecto. Era como él. Divino. Mío.
Ginerva WaldorfMortífagos || Admin - Mensajes : 538
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Re: Un rato a solas [Privado; Ginerva Waldorf]
Hacía ya bastante tiempo que moría por poder disfrutar de uno beso como aquel, con ella, solos y sin necesidad de reprimirse, bueno, algo sí, pero no tanto como habituaba. Disfrutó de aquel momento mucho más de lo que esperaba, saboreó el sabor del chocolate en sus labios y eso le hizo estremecer ligeramente, sabía demasiado bien. La necesitaba, a ella, a sus besos, a sus caricias, a sus miradas...todo, se había convertido en su mayor necesidad. La besó suavemente pero con pasión, queriendo alargar aquel momento todo lo posible, mientras su mano se deslizaba por la nuca de la rubia intentando atraerla hacia él, no quería que se separase, no quería perderla, no quería dejarla ir, pero aquello empezaba a incomodar a los presentes, a pesar de que tan sólo era un simple beso, pero al parecer esa ínfima muestra de cariño les molestaba. Separó sus labios de los de ella, suavemente y sin alejarse por completo, deseoso de retomar aquel beso pero consciente de que no debía hacerlo. Tras observarla atentamente por unos momentos se separó de ella con cuidado y sin ninguna prisa.
Hubo una larga pausa entre ambos, no sabía qué decir o hacer, aquel no era el lugar para demostrarle nada ni para hablar en exceso, había demasiada gente a pesar de que no era un lugar muy visitado. Tomó el vaso que había dejado en la mesa y se terminó el líquido de su interior, tras esto lo dejó nuevamente en la mesa, todo sin prisa alguna, como si tuviese todo el tiempo del mundo para estar allí, se giró hacia la rubia, -¿Qué vas a hacer ahora?- preguntó con un tono serio -¿A dónde piensas ir?-
Hubo una larga pausa entre ambos, no sabía qué decir o hacer, aquel no era el lugar para demostrarle nada ni para hablar en exceso, había demasiada gente a pesar de que no era un lugar muy visitado. Tomó el vaso que había dejado en la mesa y se terminó el líquido de su interior, tras esto lo dejó nuevamente en la mesa, todo sin prisa alguna, como si tuviese todo el tiempo del mundo para estar allí, se giró hacia la rubia, -¿Qué vas a hacer ahora?- preguntó con un tono serio -¿A dónde piensas ir?-
Draco L. MalfoyMortífagos || Admin - Mensajes : 326
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Edad : 31
Re: Un rato a solas [Privado; Ginerva Waldorf]
Mi respiración se había acelerado con en beso, con el tacto de su piel en mi nuca, con sus labios... Era mi droga personal, si él no estaba, no había nada más. Le quería, le quería demasiado... O tal vez nunca fuese demasiado. Le amaba. Cuando se separó, lentamente, con el último resquicio de beso de chocolate en sus labios, noté que la gente nos miraba, incrédulos algunos, asqueados otros.
Cuando habló, miré rápidamente mi reloj de pulsera, aunque tuve que hacerlo de nuevo porque, algo común en mi, había mirado pero no había visto la hora que era. ¿Cómo?¿Ya tan tarde?
Bajé la mirada, y agarré el bolsito. Tenía que realizar algunos trabajos extras y no pensaba que estar con Draco me demoraría tanto.
Bueno, mejor dicho...Pensaba que él no estaría tanto rato conmigo. Entreabrí los labios y aspiré un poco de aire antes de hablar.
-Creo...Que me tendré que ir...Tengo trabajo...-Dije, de muy mala gana.
No me apetecía ponerme a trabajar, pero necesitaba los galeones, tenía que pagar el alquiler de la habitacioncita que tenía en el Callejón, pues tenía el puesto de trabajo cerca. A pesar de eso, me estaba más tiempo de una casa de mortífagos a otra que en mi cuartito...
Me fastidiaba mucho, demasiado. Pero me incomodaba además la mirada de toda esa gente, todas clavadas en nosotros, por el beso. ¿Qué más les daba a ellos? Yo también era humana, podía amar, podía besar...¿No podía?¿Por ser mortífaga?¿Puede ser eso cierto?
Cuando habló, miré rápidamente mi reloj de pulsera, aunque tuve que hacerlo de nuevo porque, algo común en mi, había mirado pero no había visto la hora que era. ¿Cómo?¿Ya tan tarde?
Bajé la mirada, y agarré el bolsito. Tenía que realizar algunos trabajos extras y no pensaba que estar con Draco me demoraría tanto.
Bueno, mejor dicho...Pensaba que él no estaría tanto rato conmigo. Entreabrí los labios y aspiré un poco de aire antes de hablar.
-Creo...Que me tendré que ir...Tengo trabajo...-Dije, de muy mala gana.
No me apetecía ponerme a trabajar, pero necesitaba los galeones, tenía que pagar el alquiler de la habitacioncita que tenía en el Callejón, pues tenía el puesto de trabajo cerca. A pesar de eso, me estaba más tiempo de una casa de mortífagos a otra que en mi cuartito...
Me fastidiaba mucho, demasiado. Pero me incomodaba además la mirada de toda esa gente, todas clavadas en nosotros, por el beso. ¿Qué más les daba a ellos? Yo también era humana, podía amar, podía besar...¿No podía?¿Por ser mortífaga?¿Puede ser eso cierto?
Ginerva WaldorfMortífagos || Admin - Mensajes : 538
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Edad : 28
Re: Un rato a solas [Privado; Ginerva Waldorf]
Él pensaba lo mismo al respecto, debía irse antes de que se hiciese más tarde, tenía cosas que hacer y por muy bien que estuviese allí no debía demorarse en mayor cantidad o acabaría mal. Muy mal. Respiró hondo antes ponerse en pié, apretó con suavidad la mano de la joven por última vez y se levantó con un movimiento brusco y seco, se revisó el traje, impoluto, tal y como debía estar, se extendió una pequeña arruga que había aparecido en su chaqueta y se acercó hasta la camarera, la cual se encontraba en la barra. Pagó lo que debía y volvió junto a la rubia -Será mejor que marchemos ya- fue todo lo que le dijo mientras esperaba a que esta se pusiese en pie.
Minutos después ambos jóvenes se encontraban en la puerta de aquel local, despidiéndose con desgana, la miró fijamente, no quería irse pero tampoco tenía mayor opción. Le dedicó una leve mirada y se acercó a ella, la besó tiernamente, con cariño y pena por lo que significaba aquel beso. Una despedida. Había acordado verse al día siguiente pero si tenemos en cuenta la vida que ambos llevaban cabe destacar que nada está asegurado. Tras separarse de ella y dedicarle una leve mirada de despedida se alejó del lugar con paso tranquilo mientras se colocaba su capa negra.
Minutos después ambos jóvenes se encontraban en la puerta de aquel local, despidiéndose con desgana, la miró fijamente, no quería irse pero tampoco tenía mayor opción. Le dedicó una leve mirada y se acercó a ella, la besó tiernamente, con cariño y pena por lo que significaba aquel beso. Una despedida. Había acordado verse al día siguiente pero si tenemos en cuenta la vida que ambos llevaban cabe destacar que nada está asegurado. Tras separarse de ella y dedicarle una leve mirada de despedida se alejó del lugar con paso tranquilo mientras se colocaba su capa negra.
Draco L. MalfoyMortífagos || Admin - Mensajes : 326
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