En busca y captura {1ª Trama Global}

Misión.... acabar con San Potter, no sabia porque desde un primer momento siempre le había tenido rencor...
Localización... Bristol. Nuestro señor, aquel a quien todos temen nombrar nos había mandado a Bristol tras la visión de Ella, solo unos pocos, los presentes en la ultima reunión, habíamos sidos los elegidos para ir a encontrarnos con cara cortad
Hoy no pintaba ser un buen día, empezando por el echo de que empezaba a cogerle cariño a la impura, siguiendo porque nunca había querido unirme a esta panda de asesinos sin escrúpulos, continuando por que a pesar de que me gustara el peligro, estas situaciones sobrepasaban mi limite. No me gustaban y menos cuando mi hermana Daph también estaba corriendo el mismo riesgo. Debíamos ir todos separados para no llamar la atención hasta llegar al sitio de la visión de Ella

Caminaba por los callejones de la cuidad cubierta con la capa oscura. De vez en cuando me frotaba el brazo... había veces que el dolor era molesto

No había ni un alma por los callejones y eso no me gustaba, me ponía nerviosa sabiendo que en algún momento la cosa iría a peor, ademas estaba sola y me sentía en cierto modo desprotegida si no tenia a Daph a mi lado. El muchacho no me había hecho gran cosa, pero quizás cuando todo tu entorno lo odia ese rencor se termina pegando haciendo que le odies también sin que te hubiera hecho nada. Ese era el centro de mis dudas. ¿Por que acabar con la vida de alguien que no me había hecho nada?

El ruido del caer de unas cajas me sobresalto haciéndome soltar un pequeño grito. Se había levantado viento y eso lo había echo caer y también me había quitado la capucha de la capa descubriéndome el rostro por unos segundos pues enseguida volví a ponérmela. ¿Donde se metía todo el mundo? Deseaba encontrarme con alguien con quien me sintiera algo mas segura que estar vagando sola por los callejones y también que todo esto acabara de una vez por todas

Que qué hacía yo en Bristol, buena pregunta. Pero era algo obvio. Yo no sabía lo que ambos bandos querían de mi ni mucho menos, pero sabía que se cocería algo hoy. Me había enterado... Todos sabemos que yo me entero de muchas cosas... Esbozo una sonrisa feliz, sentándome en un banco en una zona medio abandonada, esperando ver algo especial. ¿Y si me equivocaba? Difícil, llevaba tiempo averiguando cosas. Llevaba alrededor de...¿Un año? Aislada, intentando esconder mi don... Se había acabado. Una valentía repentina me había sacado de mi casa....

Seguía caminando insegura por los callejones, ahora mirando todo y cuanto dejaba con cada paso que daba por si alguien me seguía. La nube gris característica de nosotros los mortifagos surco el cielo ¿Alguien mas se unía? Si quería que esto terminara tendría que darme prisa y dar con alguien, eche a correr pero no por mucho tiempo pues minutos después me paré, dudosa por unos momentos caminando mirando el suelo, pensativa, antes de chocar con alguien que parecía también tener prisa.

Alcé la vista, sorprendiéndome de encontrármelo allí. Se disculpo, y tras darme un corto beso en los labios echo a correr. Me quedé atontada, lo que menos me esperaba era ese beso repentino, corto pero placentero. Si el estaba aquí...Potter debía estar cerca. Pero si antes estaba dudosa, ahora mas todavía cuando sabia que ahora estaría de por medio, si le descubrían... ¿Que debía hacer ahora? Di unos pasos en la dirección que Dan haba tomado pero de nuevo las dudas me invadieron y me impidieron continuar.

¡Maldición!

Parecía haber movimiento por una zona algo alejada. Tranquila, con pasos lentos, algo felinos...¿Estaría demasiado acostumbrada a mi forma animal? Arqueé una ceja, oculta entre las sombras. Me apoyé en la pared. ¿De lado de quién me pondría? Realmente no tenía muy claro qué hacía ahí. Las preguntas comenzaron a bombardearme el cerebro, empecé a notar que eran demasiadas. Noté que algo me oprimía la tráquea y traté de tragar saliva, sin ser capaz de hacerlo del todo. Jadeé, en busca de aire, apoyándome en la pared, dándole la espalda a toda la escena. Tenía un ataque de ansiedad, y después solía venir uno de mis cambios de comportamiento extraños... "Por favor, que pare, que pare esto..." pensé, mientras jadeaba en busca de aire.

Caminé con tranquilidad. No hay nada que llame más la atención que una persona que camina apresuradamente.
Suspiré. Tenía las manos entumecidas del frío.
Tenia poco que temer puesto que no era un miembro que se considerase “visible” dentro de la Orden, pero había algo que me inquietaba notablemente. Ya fuese por el tañir de las campanas o por lo vacías que se encontraban las calles, el sentimiento de preocupación no desaparecía. Estaba deseando que todo terminase pronto.

Subí la bufanda para que me ocultase parcialmente el rostro y me detuve delante de un escaparate. -Zapatos de fiesta...justo lo que necesitaba en este momento - pensé con ironía mientras intentaba seguir los pasos del resto de la Orden

Siguió Caminando, a paso calmado, aunque las cosas empezaban a tornarse, extrañas, aun bajo la capucha del suéter, nota que la tranquilidad de la calle, empezaba a desaparecer, aunque aun se veía vacía, el el aire, hacía un extraña sensación, algo iba a pasar.

Logro alcanzar al Chico, era Harry, no había Equivocación. ¿Pero por que estaba ahí y sin los demás?, ¿Acaso Potter Había enloquecido?. Se acerco a el, cuando vio la nube negra que surcaba el cielo, y luego a Harry esconderse - Maldición! - Dijo en casi un murmullo, mientras que tomaba su varita, que aun se encontraba en unos de los bolsillos del suéter y llegaba con Harry- Harry... - Dijo, cuando, de la nada apareció Solheim, y el que demonios asi aquí, se le notaba demasiado nervioso, era claro que los demás mortifagos se encontraban cerca si no, el no hubiera llegado, tan apresuradamente.

Cállate Solheim -Le dijo, mientras que en un movimiento rápido, y ágil lo tomo, por la camisa y lo introdujo en el callejón, para luego sacar su varita, la cual dirigía hacia el - Que Demonios, es lo que pasa, acaso, nos vendiste a los motifagos!!! - Le pregunto, molesto, aun se preguntaba por que los demás, confiaban en el.

Oigo voces, sé quién es. Salgo de las sombras, con los brazos arañados por mi situación anterior. Jadeo, pero consigo respirar más o menos normal. Entro por el callejón, la luz me ilumina el cabello, me brillan los ojos. Nadie podría saber si estoy de su lado o en contra, nunca me he determinado. Más bien, mi enfermedad-o como quieras llamarlo.- me determinaba a mi. Me contoneaba suavemente caminando, casi provocativa, con media sonrisa en los labios, aunque esta quedaba oculta por las sombras que se proyectaban sobre mi cara, puesto que la escasa luz iluminaba únicamente los tirabuzones dorados.

-Hola, chicos.

Un poco de humo salió de su boca cuando este respiró fuertemente, el frío que hacía aquel día no era normal, casi que inhumano se atrevería a decir, y es que él no estaba acostumbrado a aquello, ¿tener que pasar frío?, no gracias. El rubio se movía con paso ligero y marcado por las calles de aquella ciudad, varita en mano y cabeza en alto, atento a todo lo que había a su alrededor, Potter debería estar al caer, y más le valía que así fuese, no podía permitirse el lujo de llegar ante su señor con las manos vacías...otra vez.

Un millón de cosas paseaban por la cabeza del joven, estaba nervioso, demasiado, y esto le impedía centrarse en la búsqueda. No era la primera vez que hacía aquello, y tampoco sería la última, pero esto era diferente, no hacía más que pensar en Allisson, creía haberle dejado bien claro que no debía salir de la mansión pasase lo que pasase, que no saliese de allí por muy preocupada, aburrida o molesta que estuviese, y más le valía que no se apareciese por Bristol a lo largo de aquella tarde o las cosas podrían ponerse muy feas en aquél lugar. Conociéndola aquella chica sería capaz de tomar por alto sus palabras y salir de la mansión sólo para "ayudar", por mucho que él le hubiese dicho que lo mejor sería que no saliese, más de una vez poco parecía importarle a la muchacha lo que él dijese. Inconscientemente su mano apretó la varita fuertemente, se hacía daño, pero aquello le ayudaba a no expresar al resto su malestar e incomodidad, a guardarse las cosas.

Todo sería más fácil si ella no estuviese pululando por aquellas calles, y es que esa idea le daba...miedo...oh sí, el joven Malfoy estaba que se moría de miedo, le importaba poco el tener que ir a Bristol a por Potter, el tener que capturarlo, el poder perder un brazo en la batalla, todo eso daba igual, pero no soportaría el hecho de que a Allisson le pasase algo. No podría.

Respiró hondo nuevamente tratando de calmarse, no era el mejor momento para pensar en aquello. Sintió como sus dientes se apretaban fuertemente por la rabia contenida. Una leve brisa rozó su cara, por Merlín, ¿por qué tenía que ser aquello tan difícil?. Entonces, todos aquellos pensamientos se vieron interrumpidos por unas leves voces en una callejuela cercana a donde él se encontraba. Aceleró el paso y se apoyó en la pared, junto a la esquina de dicha callejuela, mientras trataba de averiguar si esas voces eran o no conocidas, o aun mejor, si le interesaba o serviría de algo lo que aquellas personas estaban hablando. Era mejor terminar con aquello rápido y límpiamente, así podría volver a casa junto a Allisson y estaría completamente seguro de que ella no aparecería ni le pasaría nada.

Movió lentamente los dedos de su mano derecha al darse cuenta de que casi no los sentía por el frío que hacía en aquél lugar, gruño levemente, odiaba aquello. Se llevó la mano a la boca y retiró el guante negro que llevaba mientras trataba de escuchar la conversación que estaba dando lugar a unos escasos metros de donde él estaba, se encontraba a punto de proceder con su guante izquierdo cuando una voz bastante conocida llegó a sus oídos, ¿Solheim? ¿qué narices hacía el lobito por ahí?. Agarró con más fuerza la varita que llevaba en la mano. Otra voz...Longbottom, ¿pero qué...?. No alcanzó a escuchar la conversación al completo, apenas había captado unas pocas palabras pero estas le habían sido más que suficientes, Potter estaba por ahí y Solheim lo había encontrado, una sonrisa se dibujó en sus labios, al final el chucho sí iba a servir para algo. Se retiró el otro guante con cuidado y los guardó en el interior de su larga chaqueta negra, no tenía ninguna prisa, ya sabía dónde estaba Potter ahora sólo tenía que capturarle y teniendo en cuenta que contaba con Solheim cerca no sería tarea difícil.

Se asomó al callejón con cautela, al parecer el moreno parecía andar con problemas, chasqueó levemente la lengua, decepcionante. Alzó la varita y apuntó a Longbottom -Depulso- dijo en un leve susurro y una malévola sonrisa en su rostro.

El miembro 'Draco L. Malfoy' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'Ataque Adulto' :

Oigo un hechizo, noto que mi cabeza da vueltas, a mi no me ha dado, pero me apoyo en la pared. Algo furioso me carcome por dentro. ¿Se puede saber por qué? Furiosa, sin razón aparente, me doy la vuelta hacia la entrada del callejón. Estaba claro con quién lucharía hoy, con la Orden del Fénix. Entrecerré los ojos, miré al rubio. Me resultaba conocido, ciertamente...
Apunté al chico rápidamente.

-Relaskio-Dije, sin apartarle la mirada.

No tenía miedo, pero un callejón no era el mejor lugar para luchar. Habría que salir de ahí o nos quedaríamos encerrados. ¿Quedaríamos? No sabía si ellos sabían que estaba de su parte ese día.

El miembro 'Ginerva Waldorf' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'Ataque Adulto' :

"Muévete!" Cerré las manos en puños y aun dubitativa di de nuevo un paso al frente. Si daban con Dan avisando a la orden de que estaban en peligro su tapadera seria descubierta, seria tachado de traidor y el seria quien corriera peligro de muerte. Sacudí la cabeza quitando eso de mi cabeza y eche a correr en su dirección, no hacia mucho que se había marchado y aun podría seguirlo. Pero era mucho mas rápido de lo que pensé y perdí su pista.

Llegue a un callejón y ahora no sabia por donde ir. El pronunciar de dos hechizos seguidos y las voces de los atacantes me indicó la dirección. El primero al que oí fue a Draco y el miedo por que hubieran encontrado a Dan haciendo lo que no debía se reflejaba en mi rostro, un gesto que fue sustituido por confusión cuando de pronto se escucho a Gin lanzar otro, en defensa a este último.

Apresuré el paso y caminé hacia donde yo pensaba que provenía el ruído.
Maldije en voz baja mientras me dirigía al lugar con las manos metidas en los bolsillos de mi abrigada chaqueta.
Deseaba no entrar en batalla. No tenía la menor intención de hacerlo. Sería preferible que siguiese infiltrada entre los muggles. A lo único a lo que le prestaba atención esa gente era a su ajetreada vida.
Una calle...dos calles...
De pronto escuché el sonido de un segundo hechizo a varias manzanas de mí..
Estaban cerca, de eso no había duda.
Crucé de acera y continué caminando. Toda precaución era poca cuando se trataba de batallas entre magos. Suspiré y eché un vistazo desde el otro lado del callejón. Estaba muy lejos para poder enterarme de nada, pero nunca me gustó ser carnaza de batalla.
Me mantuve alejada, intentando pasar desapercibida entre los escasos transeúntes. De ese modo me tendrían relativamente cerca en caso de que alguien saliese herido o se necesitase avisar al resto de la Orden.