Matar es un arte que pocos entienden [Lord Voldemort]

Sonreía de una forma extraña, tampoco sabía hacerlo de otra forma ya que no era un hombre sonriente por naturalidad, pero lo hacía lo mejor que podía. Tampoco es que fuera una sonrisa forzada solo que era diferente a las sonrisas que se pueden encontrar en el rostro de cualquier persona que se sienta realmente feliz. El se sentía así ahora pero no era fácil para el expresarlo con un simple gesto, pero menos aún con palabras, era bastante callado. Le gustaba hacer las cosas sin conversar ni discutirlas antes con nadie, ya que sus decisiones eran decisiones tomadas que se convertían en ordenes para sus mortífagos y sus ordenes habían de acatarse rápido y sin rechistar. Peor aquel no era el momento de pensar en los mortífagos ni en sus ordenes, ni si la gente le respetaba o al contrario, ahora era Ella, y esa chica es la única cosa que debía estar en su cabeza en aquel momento.

Notó una caras extrañas en ella, muecas de dolor y gestos de debilidad, lo que le asustó por un momento, cuando Ella se cogió a el con fuerza, la sujetó como pudo, ya que a su escasa musculatura por poco se caen ambos al suelo. Pero consiguió mantenerse firme en todo momento, veía que algo le hacía daño pero no sabía que era, observó como una de las manos de aquella mujer se posaba en su tripa y se extrañó. Ahora si estaba algo confuso, no sabía que hacer ni que decir. Solo se quedó callado buscando opciones por las que le ocurría aquello. Pero sus pensamientos se desvanecieron por completo cuando Ella retomó las formas, observaba callado como se alejaba hacia los muggles que yacían en el suelo y se quedó parado por uno instantes, a el no le parecía que estuviera bien pero asintió y miró al suelo unos segundos, si Ella decía que estaba bien tendría que creerla así que la creyó. Después dio unos pasos hacia ella y rodeó su cintura con los brazos posando una mano en el lugar exacto donde ella tenía la suya antes y susurró con una voz suave. - ¿Que te pasa aquí, Ella? - Su voz permaneció suave en todo momento y su mirada completamente calmada. Do una pequeña patada a uno de los muggles haciendo que los demás rodaran junto a el a unos metros de ellos, entonces la giró y la miró a los ojos esperando su respuesta.

Le miró confuso, ya empezaba a preocuparse. ¿Embarazada? Le miró de arriba a abajo, no aparentaba haber estado embarazada, pero parecía que aquellos recuerdos no eran lo mejor que podía pensar en aquel momento. No sabía que hacer, solo la miraba a los ojos fijamente, sin frialdad, sin sonreír, ahora no tenía ninguna expresión en la cara, solo la miraba. La verdad es que no entendía aquello muy bien pero empezó a pensar en aquellas palabras... Una cicatriz, se mordió el labio levemente y levantó un poco su camiseta para observarla. La miró con atención, aquella cicatriz no estaba bien tratada, parecía profunda, aun que tampoco entendía mucho de aquello. Sinceramente solo entendía de matar, de torturar a la gente por placer y con descaro, en aquel momento pasaron por su cabeza, los recuerdos de cuando mató a los padres de Potter, caras de terror, el miedo en sus ojos, gritos de impotencia. Todo aquello le hizo sonreír con malicia levemente, pero después venía aquel momento tan... Frustrante en el que un crío consiguió derrotarle quien sabe como y su mirada se hizo tan fría como la temperatura de su cuerpo.

Volvió a poner toda su atención en Ella, bajó su camiseta con cuidado una vez observada aquella cicatriz y llevó una mano a su mejilla acariciándole con cuidado. Intentaba calmarla ya que parecía nerviosa, y aquello le hacía preocuparse así que intentó cambiar de tema. Besó su mejilla y miró al suelo pensativo, no sabía de que hablar para olvidar aquello así que después de pensarlo por unos momentos decidió hablarle de su nuevo cachorro. Si, había adoptado un cachorro, un perrito blanco [Reto de Ginny cumplido]. Simplemente quería algo de compañía, y bueno, las serpientes no dan mucho de eso por lo que decidió adoptar un perrito al que llamó... Toby. Sonrió levemente y dijo con firmeza y claridad. - ¿Sabes? He adoptado un cachorro, se llama Toby. - Rodó los ojos luego sonrió con un toque de diversión para intentar que se despreocupara de aquella cicatriz y dio un fuerte silbido haciendo que Toby, un perro pequeño de color blanco apareciera corriendo alegremente por la puerta, lo miró de reojo y negó con la cabeza levemente susurrando. - Este es Toby. - Se agachó cogiéndolo entre sus brazos y luego miró a Ella sonriendo con algo de diversión. La verdad es que aquel perro le hacía gracia, iba todo el día corriendo de un lado a otro con la lengua fuera. - ¿Que te parece? - Dijo torciendo la sonrisa, quería saber su opinión, tal vez se debería haber comprado un perro más grande y agresivo. Seguramente con aquel parecería mas blando.

Sonrió al ver que funcionó aquella táctica de cambiar de tema, ya que parecía haberse calmado así que se sintió realizando por unos momentos. Sus palabras le desconcertaron un poco, pero era verdad que el no era especialmente el tipo de personas que puedes imaginarte paseando a un perrito tan pequeño y desgraciadamente inofensivo y adorable como aquel. Pero si quería un perro se lo compra. Lo tenía clarísimo, a la mayoría de gente le parecería realmente extraño ya que el único animal que solía entrar dentro de sus opciones eran las serpientes. Ya que se identificaba totalmente con ellas. Pero aquel perrito era distinto, la verdad es que le llamó la atención cuando lo vio una tarde que iba en busca de víctimas muggles a los que matar, entró en la perrera y aquel chucho descarado y enano se lanzó a su pierna empezando a morderle, tenía carácter aunque de poco le sirviera por su diminuto tamaño, le hizo gracia y decidió, darle un compañero de juegos a Nagini. La verdad es que lo mas probable fuera que Nagini se comiera a Toby antes de tres días cosa a la que le quitaba importancia, ya que por muy gracioso que fuera, seguía siendo un chucho sarnoso de la calle.

Miró a Ella que al parecer le había gustado aquel perro, así que decidió dejarlo en sus brazos. No entendía, ni entendería nunca aquella expresión muggle... "El perro es el mejor amigo del hombre." ¿Como va a ser tu mejor amigo algo que solo ladra y hace sus naturalidades en un jardín? Los muggles son raros y asquerosos, cada día más. Y hablando de animales, la verdad es que los muggles eran muy parecidos a unos animales. Y recordó en aquel instante el proyecto que llevaba unos días pensando. Se le ocurrió montar una campaña benéfica muggle para salvar animales desalmados. Pero no sabía si decírselo, parecería demasiado blando. La verdad es que no tenía nada claro, hasta a el mismo le parecía una tontería aquellos de una campaña benéfica. Pero metió las manos en los bolsillos y encogiéndose de hombros sacó una de ellas y la pasó por detrás de la nuca susurrando con inseguridad. - Había pensado en esto de los animales y se me ocurrió hacer una campaña benéfica para salvar a los que viven en la calle. - [Reto de Clever cumplido] Miró hacia el techo esperando una respuesta, no sabía que le parecería su opinión probablemente era la decisión mas ridícula y absurda que había tomado en su vida. Pero le hacía... ¿Como era aquello que decían los muggles? Ilusión.

Le mira y hace una mueca por sus palabras negando levemente. No es que le gustaran los animales, es más ni pizca, solo las serpientes, y bueno, Tobby que era otro caso. Pero al tema, no quería montar una campaña benéfica solo para salvar animales, es más no salvaría a ningún engendro que allí se le presentara, pero podrían capturar muggles de aquella forma, bastaba con hechizar un bote con una obertura en la tapa o como los muggles lo llamaban una... ucha, o eso había escuchado. Miró a Ella algo indignado. ¿Como podía pensar esas cosas de él? Como si fuera cualquier mago, por merlín es Voldemort. ¿Como va a ayudar a algún ser vivo del planeta sin tener algún plan detrás? Negó varias veces con la cabeza, se lo pasaría por alto. La verdad es que se la veía feliz con el perro en brazos así que dejo salir de sus labios una pequeña pero firme sonrisa y dijo. - Es que no me gustan, pero después de saber que capturaron a Malfoy, uno de mis mejores siervos, no me vendrá mal matar a algún muggle que otro y es una buena forma de capturarlos, ¿No crees?

Le miraba algo desconcertado por aquellas palabras. Solo con pensar que Ella había llegado a creer que de verdad montaría una campaña benéfica para salva animales, le ofendía pero decidió dejar de pensar en lo que Ella había creído. ¿Como lo harían? Era una buena pregunta, no tenía ni idea. Es decir, tenía claro todo el proceso, pero ¿Como se montan esas cosas? Necesitarían ayuda, ayuda de un muggle como, o de alguien que supiera de ellos. No se le ocurría ninguno en aquel momento, así que decidió descubrir por sus propios métodos como se montaban aquellas chorradas muggles. ¿Una mesa en la calle? ¿Una manta en el suelo? ¿Carteles en el cuerpo? ¿Pancartas? Habían tantas posibilidades que se le ocurrían...

Miró a Ella y sonrió al ver como Tobby le daba lametones en la cara. Era un perrillo simpático. Pero ese no era el caso, tal vez Ella si supiera algo de aquellas cosas, o tal vez supiera de alguien que entendiera de ellas. - Necesitaremos ayuda, deberíamos saber montar tal campaña pero es más difícil de lo que parece. - Dijo con firmeza aun que no demasiada, y sacó su varita cogiéndola con delicadeza y mirándola atento. - ¿Sabes algo de esas cosas? ¿Conoces a alguien que las entienda? Tal vez deberíamos darnos un paseo por el mundo muggle para observar... - Esperó una respuesta sin quitar la vista de la varita, agobiándose un poco, a parte de todo eso, tenían que pensar como rescatar a Malfoy, el estúpido de Malfoy. ¿Como había podido dejarse capturar por tales idiotas como los de la Orden? Maldita sea...

Miró con atención como Tobby salió de sala y luego puso toda la atención a sus palabras. Asaltar una campaña benéfica, tal vez sería demasiado llamar la atención en el mundo muggle, pero era la única forma, y ciertamente, el don de adivinar de aquella chica era muy útil en aquellos casos. Sonrió con un toque de malicia, en menos de cuarenta y ocho horas tendrían a un puñado de muggles inservibles a los que torturar a su gusto. Entonces, recordó los gritos y las caras de suplica que ponían todos aquellos a los que ya había matado. Llantos, sangre, dolor... Todo aquello pasaba por su cabeza una y otra vez, parecía algo inhumano, pero el control de la muerte le relajaba, y además mucho. Miró a Ella, ya dispuesto a dar el visto bueno a aquella idea de asaltar una campaña benéfica, por lo que asintió despacio y con firmeza llevando las manos tras su espalda y dijo totalmente serio. - Es una buena idea Ella, averigua si mañana, temprano hay alguna por Londres. - Tras decir aquellas palabras miró a un lado e hizo una mueca de repugnancia al recordar lo de Malfoy, no sabía nada de él desde hace un tiempo y le preocupaba, era unos de sus mejores siervos, tal vez Ella sabría algo de el. - Por cierto, ¿Sabes algo de Malfoy? Ha llegado a mis oídos que lo han... Capturado. - Dijo lo último con desdén y rodó los ojos dando un pequeño suspiro de cansancio, deseaba tener ya a Potter ante él y matarlo sin más.

Se fijo en como Tobby abandonaba la habitación. Volvían a estar los dos solos en aquel oscuro sótano, con los tres cadáveres muggles descomponiéndose
a un ritmo muy lento. ¿Tendría que retirarlos o los dejarían ahí hasta que el hedor fuera insoportable? Tampoco tenía porque preocuparse, ella no vivía en aquella mansión y, por tanto, no iba a ser su problema.
La mujer asintió con un ligero movimiento de cabeza, lo que hizo que su ondulada melena le cayera por delante de los hombros con la pequeña sacudida. Si mañana había una de esas organizaciones sería un milagro, aunque tal vez tengan suerte en esto. Si no buscaría una alternativa para no quedar con las manos vacías. Algo era mejor que nada.
El rostro de la mujer, joven a pesar de su edad, se transformo ligeramente con la mención de las nuevas palabras. Palideció al instante, tal vez por miedo o por el recuerdo de aquel día donde una vez mas fallaron en su intento de hacer con Potter.
-Fue capturado en Bristol... cuando estábamos cumpliendo la misión...-Decía cada vez mas pálida y con la voz quebrada, como si en cualquier momento fuera a recibir un severo castigo por haber permitido algo así.
-No pudimos hacer mucho... ellos eran mas de lo que creía y alguien nos traiciono... quise hacer algo pero me atacaron yo... yo... no pude hacer nada... Lo s siento.-Tartamudeaba con miedo.

Miró hacia los cadáveres de aquellos desgraciados muggles a los que habían matado hacía algunas horas, la verdad es que llevaban ahí metidos mucho tiempo, pero se le pasaba rápido, estaba siendo un rato... Agradable. Vio como Ella asentía, por lo que entendió que buscaría alguna de aquellas campañas para poder asaltarla y sonrió. Daba gusto ver que aun quedaban mortífagos que acataban las ordenes de su señor sin rechistar, sin una sola queja y sin mentira alguna, quedaban pocos de esos, la mayoría ya le habían perdido el respeto o se revelaban en contra de su propio bando para ayudar al los malditos de la orden. Todo era tan frustrante... ¿Por que todo iba tan mal últimamente? Aquello debía dar un giro de ciento ochenta grados de inmediato.

Escuchó con atención las palabras sobre el rubio, ¿Como era posible? Atacan a Malfoy y ni uno solo logra impedirlo, le enrabiaba bastante, ahora mismo estaba tan cabreado que podría gritar de un momento a otro, sin embargo, no lo hizo. Tendría que creerle, si lo intentó impedir, no fue su culpa que un hechizo le atinara. Pero era tan... Necesitaba un respiro, tenerlo todo bajo control... Y aquello costaría de conseguir, por lo que decidió empezar por los traidores, sí, esos que se revelan. Todos y cada uno de los mortífagos serían amenazados con la muerte inmediata para ellos, y todos sus seres queridos si traicionaban a su señor. Y siguiendo por los de la orden, tendrían que planear un asalto para rescatar a Malfoy. Sería duro y les llevaría tiempo. Pero son más poderosos así que podrían con ellos. Miró a Ella fijamente, apretó un poco los puños y dio un suspiro, tras aquello, empezó a hablar con calma. - Tendremos que hacer algo para remediarlo, empezando por los traidores, cada traidor descubierto será crucceado hasta la muerte, y sus familias serán castigadas. Después nos encargaremos de ir a por Malfoy. - Tras sus palabras puso las manos tras su espaldas cogiendo una con la otra y miró al suelo pensativo. ¿De verdad daría resultado? Esperaba que sí.