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Matar es un arte que pocos entienden [Lord Voldemort]
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Matar es un arte que pocos entienden [Lord Voldemort]
Había escuchado una vez que actuar de noche era de cobardes, que esconderse bajo el manto oscuro y la luz de la luna era un signo de miedo, que actuar de día a la vista de todos era de valientes; pues así mostrabas que no te importaba cuantos testigos vieran tu hazaña. A Ella le traía sin cuidado lo que pensasen los demás; solo le importaba la opinión de unas pocas personas y no aceptaba otras.
Para ella el escenarió perfecto debería ser durante el amanecer o el crepúsculo. Un momento intermedio para callar las voces.
Aquel día cubría su cuerpo con una túnica ligeramente ajustada de falda vaporosa, con altos tacones en sus botas de cuerpo y unos mitones que casi parecían ser las mangas largas de la túnica de tirantes. Había recogido su pelo en un moño de color anaranjado como la luz del sol en las nubes. Mirándolo desde su punto de vista, las nubes parecían teñidas de sangre.
Aquel día había decidido ser un poco mas precavida. Aguardar en el tejado de un edificio sería muy temerario y demasiado arriesgado ahora. Actuar siempre de las misma forma solo acabaría trayendo problemas. Dejar una firma nunca esta demás si quieres que te reconozcan el “trabajo” una vez echo, pero hay que aprender nuevas estrategias para sorprender.
Miraba a través de la cortina morada el exterior con cierta añoranza inexplicable. Su única compañía era el tic tac de un reloj colgado en la pared y el olor de los dos cuerpos en descomposición. Matar a esos dos ancianos había sido tan sencillo que casi le dio lástima hacerlo. Los muggles eran tan débiles y previsibles. Tan indignos de vivir en este mundo con nosotros los magos. Cuando dieran en punto, acompañado del ding dong dang,sería la hora para salir.
De vez en cuando miraba de reojo la mesa caoba donde descansaba su viejo violín de madera. Aquel instrumento había sido testigos de muchos sucesos importantes en la vida de la chica, su música la había acompañado durante décadas y esperaba que su música hoy le diera esa suerte extra de la que ha carecido en años.
Desde el tercer piso las vistas eran perfectas. Londres nunca fue una ciudad muy soleada y lo agradecía. Odiaba que los rayos del sol le diera en los ojos y la cegara por momentos.
Odiaba que le preguntarán porque hacía esto, porque actuaba de esa forma. Le daba igual que la tomaran por loca porque, de hecho, lo estaba. Nadie parecía entender que todo esto era diversión, nadie que no estuviera en su mismo bando. ¿Pero acaso le importaba esto a ella? ¿Acaso sentía piedad y dejaba con vida cuando la miraban llorando y temblando? No. Un simple conjuro acaba con las vidas que ella quería, que escogía al azar. Era estimulante sentir la vida y la muerte en la palma de la mano.
Cuando el reloj sonó solo le vino una imagen a su cabeza, alguien apareció en su mente.
Miró hacía la calle para encontrar solo a un par de personas andando por la calle.
Abrió muy poco la ventana, los suficiente para que la punta de su varita pudiera asomarse sin llamar la atención.
Con los ojos entrecerrados apunto al último piso del edificio de enfrente muy concentrada. No musito palabra alguna, no le hacía falta. Pensó en el hechizo que creyó adecuado y un segundo o dos después huyo una gran explosión.
Los gritos eran música para sus oídos.
Para ella el escenarió perfecto debería ser durante el amanecer o el crepúsculo. Un momento intermedio para callar las voces.
Aquel día cubría su cuerpo con una túnica ligeramente ajustada de falda vaporosa, con altos tacones en sus botas de cuerpo y unos mitones que casi parecían ser las mangas largas de la túnica de tirantes. Había recogido su pelo en un moño de color anaranjado como la luz del sol en las nubes. Mirándolo desde su punto de vista, las nubes parecían teñidas de sangre.
Aquel día había decidido ser un poco mas precavida. Aguardar en el tejado de un edificio sería muy temerario y demasiado arriesgado ahora. Actuar siempre de las misma forma solo acabaría trayendo problemas. Dejar una firma nunca esta demás si quieres que te reconozcan el “trabajo” una vez echo, pero hay que aprender nuevas estrategias para sorprender.
Miraba a través de la cortina morada el exterior con cierta añoranza inexplicable. Su única compañía era el tic tac de un reloj colgado en la pared y el olor de los dos cuerpos en descomposición. Matar a esos dos ancianos había sido tan sencillo que casi le dio lástima hacerlo. Los muggles eran tan débiles y previsibles. Tan indignos de vivir en este mundo con nosotros los magos. Cuando dieran en punto, acompañado del ding dong dang,sería la hora para salir.
De vez en cuando miraba de reojo la mesa caoba donde descansaba su viejo violín de madera. Aquel instrumento había sido testigos de muchos sucesos importantes en la vida de la chica, su música la había acompañado durante décadas y esperaba que su música hoy le diera esa suerte extra de la que ha carecido en años.
Desde el tercer piso las vistas eran perfectas. Londres nunca fue una ciudad muy soleada y lo agradecía. Odiaba que los rayos del sol le diera en los ojos y la cegara por momentos.
Odiaba que le preguntarán porque hacía esto, porque actuaba de esa forma. Le daba igual que la tomaran por loca porque, de hecho, lo estaba. Nadie parecía entender que todo esto era diversión, nadie que no estuviera en su mismo bando. ¿Pero acaso le importaba esto a ella? ¿Acaso sentía piedad y dejaba con vida cuando la miraban llorando y temblando? No. Un simple conjuro acaba con las vidas que ella quería, que escogía al azar. Era estimulante sentir la vida y la muerte en la palma de la mano.
Cuando el reloj sonó solo le vino una imagen a su cabeza, alguien apareció en su mente.
Miró hacía la calle para encontrar solo a un par de personas andando por la calle.
Abrió muy poco la ventana, los suficiente para que la punta de su varita pudiera asomarse sin llamar la atención.
Con los ojos entrecerrados apunto al último piso del edificio de enfrente muy concentrada. No musito palabra alguna, no le hacía falta. Pensó en el hechizo que creyó adecuado y un segundo o dos después huyo una gran explosión.
Los gritos eran música para sus oídos.
Última edición por Ella Noregue el Jue Mar 15, 2012 11:44 pm, editado 1 vez
Ella NoregueMortífagos || Admin - Mensajes : 198
Puntos : 107
Re: Matar es un arte que pocos entienden [Lord Voldemort]
Se encontraba en las mazmorras de la mansión Malfoy, las recorría de un lado a otro sin más, simplemente caminaba, miraba los presos que allí estaban, algunos desde hace tanto tiempo... No sabía que hacer, ya estaba desesperado, sus mortífagos no hacían nada de provecho y eso cada vez, le ponía más nervioso ¿Por qué le tenía que pasar eso a él? !Maldita sea!
Cada vez más furioso apretaba los puños, ¿Cuánto hacía que no notaba la muerte en su poder?¿Que no veía a alguien yacer bajo sus pies? La muerte... Algo que le gustaba tener bajo control, algo que al ver, podía sonreír plácidamente. Quería acabar con Potter de una vez, quería que ese crío de pacotilla, esa sabandija que tantas veces se había entrometido en sus planes... El es el que quería ver muerto.
Por desgracia para el Señor, Harry, estaba desaparecido, cosa que a el no se le iba de la cabeza, solo pensaba en eso. Debía relajarse ¿Como? El mismo lo había pensado hace unos minutos, la muerte... Pero, ¿Como matar a alguien sin salir de aquella mansión? Estaba claro, sus mortífagos, decidió llamar a uno de ellos, Ella, últimamente estaba siendo muy eficaz, así que, ¿Quién mejor que ella para capturar un par de muggles? La verdad, le daba igual quién fueran los dos desafortunados, pero quería ver sufrir y morir a alguien.
Al cabo de unos instantes, ya decidido lo que haría, levantó la cabeza, e hizo llamar a aquella chica esperando que su llamada no sea en vano, estaba empezando a poner confianza en ella, tal vez demasiada, pero se la merecía, o al menos, eso pensaba él.
Cada vez más furioso apretaba los puños, ¿Cuánto hacía que no notaba la muerte en su poder?¿Que no veía a alguien yacer bajo sus pies? La muerte... Algo que le gustaba tener bajo control, algo que al ver, podía sonreír plácidamente. Quería acabar con Potter de una vez, quería que ese crío de pacotilla, esa sabandija que tantas veces se había entrometido en sus planes... El es el que quería ver muerto.
Por desgracia para el Señor, Harry, estaba desaparecido, cosa que a el no se le iba de la cabeza, solo pensaba en eso. Debía relajarse ¿Como? El mismo lo había pensado hace unos minutos, la muerte... Pero, ¿Como matar a alguien sin salir de aquella mansión? Estaba claro, sus mortífagos, decidió llamar a uno de ellos, Ella, últimamente estaba siendo muy eficaz, así que, ¿Quién mejor que ella para capturar un par de muggles? La verdad, le daba igual quién fueran los dos desafortunados, pero quería ver sufrir y morir a alguien.
Al cabo de unos instantes, ya decidido lo que haría, levantó la cabeza, e hizo llamar a aquella chica esperando que su llamada no sea en vano, estaba empezando a poner confianza en ella, tal vez demasiada, pero se la merecía, o al menos, eso pensaba él.
Lord Voldemort*Mortífagos - Mensajes : 66
Puntos : 42
Edad : 28
Re: Matar es un arte que pocos entienden [Lord Voldemort]
Gritos, caos y confusión, no había mejor música para complacer a sus exigentes oídos que poder oír la desesperación a metros de distancia de su posición. Le gustaba teñir de rojo escarlata el amanecer y el atardecer, nada mejor que una buena dosis de maldad a la hora del crepúsculo para dejarles a esos pobres desgraciados una noche de miedo y agonía. Aun así necesitaba mas. No se complacía solo con haber causado una explosión en la que deberían de haber víctimas mortales, necesitaba sangre en el mas estricto sentido de la palabra. Así pues, convertida en una sombra, se camufló con el humo y se adentró en la casa que ella misma había hecho saltar por los aires.
-¿Quién eres? ¿Qué quieres? ¿Por qué haces esto? –Le preguntaba el único muggle que no estaba tendido en el suelo con el cuerpo calcinado. Entre la varita y la pared, entre la vida y la muerta. La pelirroja sonreía con un destello rojizo en los ojos y se deleitaba con la agonía y la desesperación, jugaba con su miedo y también con sus esperanzas... Pero si de verdad creía que viviría, que la una mujer aparecida de la nada y de aspecto psicópata le iba a dejar marchar, entonces los muggles eran tan listos como una semilla de calabaza.
Le apuntó a la cabeza y un segundo después el cuerpo cayó inerte al suelo con la cabeza abierta, mientras el rostro de Ella estaba cubierto con manchas de sangre. Entonces fue cuando la marca de su brazo comenzó a arder, dejando bien claro que ese día aun podía mejorar mas.
Se apareció en el sótano de la mansión Malfoy guardándose la varita en el cinturón que llevaba sobre la túnica, sonriendo radiantemente y sintiendo como los restos de sangre se iban secando sobre su bello rostro del color de la nieve. Los ojos verdosos miraron un segundo al mago que tenia delante suyo y luego los cerró haciendo una reverencia.
-¿Me habíais llamado, mi señor?-Le preguntó con un tono suave, pero firme y alto.
-¿Quién eres? ¿Qué quieres? ¿Por qué haces esto? –Le preguntaba el único muggle que no estaba tendido en el suelo con el cuerpo calcinado. Entre la varita y la pared, entre la vida y la muerta. La pelirroja sonreía con un destello rojizo en los ojos y se deleitaba con la agonía y la desesperación, jugaba con su miedo y también con sus esperanzas... Pero si de verdad creía que viviría, que la una mujer aparecida de la nada y de aspecto psicópata le iba a dejar marchar, entonces los muggles eran tan listos como una semilla de calabaza.
Le apuntó a la cabeza y un segundo después el cuerpo cayó inerte al suelo con la cabeza abierta, mientras el rostro de Ella estaba cubierto con manchas de sangre. Entonces fue cuando la marca de su brazo comenzó a arder, dejando bien claro que ese día aun podía mejorar mas.
Se apareció en el sótano de la mansión Malfoy guardándose la varita en el cinturón que llevaba sobre la túnica, sonriendo radiantemente y sintiendo como los restos de sangre se iban secando sobre su bello rostro del color de la nieve. Los ojos verdosos miraron un segundo al mago que tenia delante suyo y luego los cerró haciendo una reverencia.
-¿Me habíais llamado, mi señor?-Le preguntó con un tono suave, pero firme y alto.
Ella NoregueMortífagos || Admin - Mensajes : 198
Puntos : 107
Re: Matar es un arte que pocos entienden [Lord Voldemort]
Ya estaba impaciente, pero solo de imaginarlo, podía sentir la muerte de aquellos desgraciados muggles.
Seguía caminando de lado a lado, cuando notó otra presencia con el, se giró para mirarla y asintió ante sus palabras. Claro que la había llamado ¿A caso no era obvio? Negó varias veces con la cabeza y manteniendo la calma susurró. - Sí. Te he llamado. - Dio un suspiro, y la miró con firmeza. - Verás, como sabrás, aún no tenemos a Potter, mi paciencia es cada vez menor, y necesito algo con lo que desahogarme. - Le mira quedando en silencio por unos minutos.
Poco después dispuesto a seguir con sus palabras llevó las manos tras su espalda y dijo con firmeza. - He pensado que como, últimamente tú estás siendo muy eficaz entre el resto, podrías... Traerme un par de muggles, necesito acabar con algo, y para mayor comodidad, los dejo a tu elección. - Sonrió con malicia, sabía que era un trabajo sencillo y que dejado en sus manos no saldría mas, al fin y al cabo... ¿Quién tiene dificultad para atrapar a dos simples muggles? Nadie. Se quedó en silencio y esperó a que Ella desapareciera de allí dispuesta a hacer el trabajo que le había mandado.
Seguía caminando de lado a lado, cuando notó otra presencia con el, se giró para mirarla y asintió ante sus palabras. Claro que la había llamado ¿A caso no era obvio? Negó varias veces con la cabeza y manteniendo la calma susurró. - Sí. Te he llamado. - Dio un suspiro, y la miró con firmeza. - Verás, como sabrás, aún no tenemos a Potter, mi paciencia es cada vez menor, y necesito algo con lo que desahogarme. - Le mira quedando en silencio por unos minutos.
Poco después dispuesto a seguir con sus palabras llevó las manos tras su espalda y dijo con firmeza. - He pensado que como, últimamente tú estás siendo muy eficaz entre el resto, podrías... Traerme un par de muggles, necesito acabar con algo, y para mayor comodidad, los dejo a tu elección. - Sonrió con malicia, sabía que era un trabajo sencillo y que dejado en sus manos no saldría mas, al fin y al cabo... ¿Quién tiene dificultad para atrapar a dos simples muggles? Nadie. Se quedó en silencio y esperó a que Ella desapareciera de allí dispuesta a hacer el trabajo que le había mandado.
Lord Voldemort*Mortífagos - Mensajes : 66
Puntos : 42
Edad : 28
Re: Matar es un arte que pocos entienden [Lord Voldemort]
Se volvió erguida de nuevo, poniendo ambas manos sobre sus caderas mientras cortaba las distancias con su señor con un par de pasos. La mujer sonreía mientras le miraba sin ningún temor. Lo cierto era que se moría de felicidad en ese instante, no siempre se le presentaba la oportunidad de poder parar un rato a solas con Voldemort y cuando ocurría tenia que aprovechar esa oportunidad.
Atendía y le comprendía perfectamente por experiencias propias, aunque eran totalmente incomparables. Tomo airé y asintió, demostrándole que le entendía.
No pudo evitar sonreír de orgullo y gratitud, incluso se le colorearon un poco las mejillas sin poder evitarlo. Le llenaba de orgullo saber lo que su señor pensaba de ella, y mas si eran opiniones tan buenas sobre su trabajo.
-En seguida señor. –Hizo una rápida reverencia y se desapareció enseguida. Conseguir a un par de muggles fue una de las tareas mas fáciles que ha tenido que hacer. No fue difícil engañarles para que la siguieran para luego inmovilizarles causándoles el menos daño posible, esa tarea le correspondía a otro mago.
Regresó al sótano de la mansión con tres muggles desconcertados y confusos que sollozaban y temblaban de puro miedo arrodillados en el suelo frió.
-Aquí tiene señor. Espero no haber tardado demasiado. -Anunció apartándose para dejarle espacio.
Atendía y le comprendía perfectamente por experiencias propias, aunque eran totalmente incomparables. Tomo airé y asintió, demostrándole que le entendía.
No pudo evitar sonreír de orgullo y gratitud, incluso se le colorearon un poco las mejillas sin poder evitarlo. Le llenaba de orgullo saber lo que su señor pensaba de ella, y mas si eran opiniones tan buenas sobre su trabajo.
-En seguida señor. –Hizo una rápida reverencia y se desapareció enseguida. Conseguir a un par de muggles fue una de las tareas mas fáciles que ha tenido que hacer. No fue difícil engañarles para que la siguieran para luego inmovilizarles causándoles el menos daño posible, esa tarea le correspondía a otro mago.
Regresó al sótano de la mansión con tres muggles desconcertados y confusos que sollozaban y temblaban de puro miedo arrodillados en el suelo frió.
-Aquí tiene señor. Espero no haber tardado demasiado. -Anunció apartándose para dejarle espacio.
Ella NoregueMortífagos || Admin - Mensajes : 198
Puntos : 107
Re: Matar es un arte que pocos entienden [Lord Voldemort]
Sonrió levemente al ver como Ella asentía, veía eficacia y rapidez en su trabajo últimamente y con este tan fácil no esperaba menos. Cuando Ella se desapareció, miró al techo, aquel lugar le resultaba cómodo de alguna forma o de otra.
Tenía unas ganas increíbles de ver a los tres desafortunados que esa tarde morirían allí mismo, sentía poder, orgullo... Le gustaba aquello de tener el mando. Por una parte todo era tan fácil, pero siempre hay algo que lo estropea todo, y la verdad, empezaba a hartarse de que siempre fallara algo en sus planes.
Cuando Ella apareció de nuevo con aquellos tres muggles, dejó mostrar una sonrisa de agradecimiento en su rostro, ¿Tres? No era uno, tampoco dos, si no tres. Estaba orgulloso de Ella, su eficacia y rapidez a la hora de hacer sus tareas le sorprendía realmente. - Tranquila, no ha sido mucha la espera. - Dijo con firmeza mirándola, aun se podía ver el rastro de aquella sonrisa de agradecimiento.
Una vez comprobado que todo estaba en orden sacó la varita y apuntó a uno de aquellos muggles, sonrió maliciosamente y con un movimiento de varita, empezó a cruciarlo. Tan solo ver a aquel muggle retorcerse en el suelo le complacía y sus gritos satisfacían todavía más aquel trabajo.
Tenía unas ganas increíbles de ver a los tres desafortunados que esa tarde morirían allí mismo, sentía poder, orgullo... Le gustaba aquello de tener el mando. Por una parte todo era tan fácil, pero siempre hay algo que lo estropea todo, y la verdad, empezaba a hartarse de que siempre fallara algo en sus planes.
Cuando Ella apareció de nuevo con aquellos tres muggles, dejó mostrar una sonrisa de agradecimiento en su rostro, ¿Tres? No era uno, tampoco dos, si no tres. Estaba orgulloso de Ella, su eficacia y rapidez a la hora de hacer sus tareas le sorprendía realmente. - Tranquila, no ha sido mucha la espera. - Dijo con firmeza mirándola, aun se podía ver el rastro de aquella sonrisa de agradecimiento.
Una vez comprobado que todo estaba en orden sacó la varita y apuntó a uno de aquellos muggles, sonrió maliciosamente y con un movimiento de varita, empezó a cruciarlo. Tan solo ver a aquel muggle retorcerse en el suelo le complacía y sus gritos satisfacían todavía más aquel trabajo.
Lord Voldemort*Mortífagos - Mensajes : 66
Puntos : 42
Edad : 28
Re: Matar es un arte que pocos entienden [Lord Voldemort]
Desde su niñez había sido una niña eficaz y responsable; lo demostrada cada vez que tenía una oportunidad, incluso sin ser del todo consciente de ello. Tampoco le daba mucha importancia, era su forma de actuar y no se veía haciendo el trabajo a medio hacer o no tan bien como podría hacerlo; no iba con su estilo. Le gustaba obtener el mejor resultado en cada uno de sus trabajos o proyectos, no solo en sus obligaciones como mortígafa; cuando pintaba o tocaba el violín lo hacía todo con delicadeza y se fijaba con atención en todo los detalles. Cualquier error podía ser nefasto, ya había pasado por esa experiencia, recuerdos que por mas que lo intentaba no podía olvidar.
Sonrió con disimulo como reacción a su respuesta y dejo a los tres indefensos muggles a su suerte, aunque era evidente que esta les había abandonado desde que despertaron a primera hora de la mañana. Contemplo el espectáculo con expectación, sonriendo de oreja a oreja mientras se ondulaba distraídamente uno de sus mechones rojizos, mientras que con el otro brazo rodeaba su cintura, olvidándose por completo que aun llevaba restos de sangre decorando su rostro como si fueran extraños tatuajes o pintura salpicada en su cara. Por dentro su sangre hervía de pura felicidad, pero ¿Era solo porque estaba viendo como unos muggles recibían su merecido o algo mas? No necesitó una respuesta, esta era perfectamente clara.
Sonrió con disimulo como reacción a su respuesta y dejo a los tres indefensos muggles a su suerte, aunque era evidente que esta les había abandonado desde que despertaron a primera hora de la mañana. Contemplo el espectáculo con expectación, sonriendo de oreja a oreja mientras se ondulaba distraídamente uno de sus mechones rojizos, mientras que con el otro brazo rodeaba su cintura, olvidándose por completo que aun llevaba restos de sangre decorando su rostro como si fueran extraños tatuajes o pintura salpicada en su cara. Por dentro su sangre hervía de pura felicidad, pero ¿Era solo porque estaba viendo como unos muggles recibían su merecido o algo mas? No necesitó una respuesta, esta era perfectamente clara.
Ella NoregueMortífagos || Admin - Mensajes : 198
Puntos : 107
Re: Matar es un arte que pocos entienden [Lord Voldemort]
Seguía cruciando a aquel muggle hasta que hizo que la cabeza de este se abriera en 6 pedazos, salpicándose un poco de sangre, que se limpió con rapidez. Dio un par de carcajadas con malicia y miró a otro de los muggles, aun quedaban dos, y el ya empezaba a sentirse algo más relajado.
Apretó los puños, inconscientemente tal vez, ahora mismo no estaba furioso, solo algo frustrado, matar a aquel muggle le había sentado bien. Dirigió la mirada a Ella, sonreía con amplitud, tal vez ella también quería, matar a alguno de aquellos muggles, algo le hizo sonreír, no era una gran sonrisa la que podía verse en la cara de Voldemort, pero algo se notaba, ni si quiera el mismo sabía por que estaba sonriendo, pero era así.
Dio un par de pasos hacia atrás, decidido a dejar que Ella se encargara del siguiente, así podría comprobar las habilidades de esta para hacer sufrir a alguien, y al fin de cuentas de lo que era capaz. Así que señaló con la varita a uno de los dos muggles que aun seguían vivos y seguidamente dijo con una sonrisa de desafío en su rostro. - Veamos de lo que eres capaz. - Bajó su mano sin borrar aquella sonrisa de su cara observando su reacción atentamente.
Apretó los puños, inconscientemente tal vez, ahora mismo no estaba furioso, solo algo frustrado, matar a aquel muggle le había sentado bien. Dirigió la mirada a Ella, sonreía con amplitud, tal vez ella también quería, matar a alguno de aquellos muggles, algo le hizo sonreír, no era una gran sonrisa la que podía verse en la cara de Voldemort, pero algo se notaba, ni si quiera el mismo sabía por que estaba sonriendo, pero era así.
Dio un par de pasos hacia atrás, decidido a dejar que Ella se encargara del siguiente, así podría comprobar las habilidades de esta para hacer sufrir a alguien, y al fin de cuentas de lo que era capaz. Así que señaló con la varita a uno de los dos muggles que aun seguían vivos y seguidamente dijo con una sonrisa de desafío en su rostro. - Veamos de lo que eres capaz. - Bajó su mano sin borrar aquella sonrisa de su cara observando su reacción atentamente.
Lord Voldemort*Mortífagos - Mensajes : 66
Puntos : 42
Edad : 28
Re: Matar es un arte que pocos entienden [Lord Voldemort]
En su rostro no había otra expresión que satisfacción e incluso un poco de curiosidad por saber que hechizos utilizaría el Señor Tenebroso para aniquilar a esa inmundicia y escoria que suplicaban por su vida sin saber que estaba ocurriendo. Se humedeció los labios mientras contemplaba como la cabeza del muchacho se abría y la sangre se iba extendiendo por todo el suelo, tiñéndolo de rojo lentamente.
Se había quedando como hipnotizada viendo la muestra de odio y maldad, el tiempo para ella se había detenido totalmente, solo reaccionó cuando la voz de Voldemort le devolvió a la realidad. No iba a negar que estaba sorprendida. ¿Quería que matará a uno de lo muggles que había traído? No podía creérselo, ahora tenía la oportunidad perfecta para demostrarle sus habilidades. No podía desaprovecharla, tenía que sorprenderle de alguna forma ingeniosa y malvada. Desenvaino su varita y dio un par de pasos, acortando las distancias entre el segundo muggle y ella; se le había ocurrido una idea que haría que el joven ardiera de dolor, literalmente.
-Incendio-Susurró con malicia la mujer, haciendo un movimiento de varita apuntando al chico. De la punta blanquecina salió una bolsa de fuego que, al encontrar su objetivo, empezó a quemarlo rodeándole de llamas. Pero no iba a quedar la cosa ahí, ahora iba a conocer lo que es el dolor en estado puro.
-¡Crucio!-Conjuró con cierta alegría, mirando con maldad al pobre moribundo que solo gritaba y se retorcía en el suelo; debería sentirse como si estuviera en el infierno.
Se había quedando como hipnotizada viendo la muestra de odio y maldad, el tiempo para ella se había detenido totalmente, solo reaccionó cuando la voz de Voldemort le devolvió a la realidad. No iba a negar que estaba sorprendida. ¿Quería que matará a uno de lo muggles que había traído? No podía creérselo, ahora tenía la oportunidad perfecta para demostrarle sus habilidades. No podía desaprovecharla, tenía que sorprenderle de alguna forma ingeniosa y malvada. Desenvaino su varita y dio un par de pasos, acortando las distancias entre el segundo muggle y ella; se le había ocurrido una idea que haría que el joven ardiera de dolor, literalmente.
-Incendio-Susurró con malicia la mujer, haciendo un movimiento de varita apuntando al chico. De la punta blanquecina salió una bolsa de fuego que, al encontrar su objetivo, empezó a quemarlo rodeándole de llamas. Pero no iba a quedar la cosa ahí, ahora iba a conocer lo que es el dolor en estado puro.
-¡Crucio!-Conjuró con cierta alegría, mirando con maldad al pobre moribundo que solo gritaba y se retorcía en el suelo; debería sentirse como si estuviera en el infierno.
Ella NoregueMortífagos || Admin - Mensajes : 198
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Re: Matar es un arte que pocos entienden [Lord Voldemort]
Miró al muggle que tras los ataques de Ella se retorcía chamuscado en el suelo, sonrió con malicia, estaba orgulloso, y bastante de tenerla en su bando, era mala, cruel, parecía no tener remordimiento alguno, era evidente que de piedad tampoco conocía nada, y eso era algo que le daba curiosidad. Bueno... Tal vez no era curiosidad, tal vez era otra cosa... Negó con la cabeza y soltó una carcajada sin sentido. "Paparruchas." Pensó, y siguió mirando como aquel desgraciado muggle se retorcía. Dirigió la mirada a Ella decidido y dijo. - Para. - Hizo que parase al instante y se acercó al muggle, era el momento perfecto, quería ver cual era su técnica más fuerte para aniquilar al enemigo. - Veamos como aniquilas a esta sabandija, quiero ver el hechizo mas cruel y poderoso que conozcas. - Dijo con firmeza llevando de nuevo las manos tras su espalda dando unos pasos hacia atrás para alejarse de aquel desgraciado muggle que en unos minutos, o tal vez sería cuestión de segundos, estaría muerto en el suelo, y podrían dar paso a matar al siguiente sin piedad alguna. La verdad es que aquello de matar le motivaba bastante, y además era relajante ver la cara de aquellos ineptos pidiendo ayuda.
Lord Voldemort*Mortífagos - Mensajes : 66
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Edad : 28
Re: Matar es un arte que pocos entienden [Lord Voldemort]
Estaba disfrutando con ello como una niña pequeña con su nueva muñeca, solo que este no era un juego de niños en el que cualquiera pudiera participar y llevarse el primer premio a casa. Su “juego” era especial; no todos podían participar en el y, desde luego, solo unos pocos eran capaces de apreciar tanto como ella el arte que suponía quitarle la vida a una persona, hacerle sufrir hasta que su corazón de su último latido. No habían palabras suficientes para describir como era la sensación de sentirse la dueña y señora de una vida que no era la tuya, tener la vida y la muerte en la palma de la mano era una de las mejores sensaciones que podía experimentar y lo haría con cada oportunidad que se le presentara.
Cesó de lanzarle la maldición imperdonable en cuanto se lo mandaron. En cuanto el hilo de luz rojo desapareció, la mortífaga bajó la varita y le dirigió la vista de nuevo a su señor. Tomo aire profundamente y se quedo pensativa. El primer hechizo que se le paso por la cabeza fue el Avada Kedravra, rápido y letal, pero intuía que no era lo que el quería ver. Sin duda era poderoso y peligroso, de lo contrario no sería la maldición imperdonable mas temida; no siempre lo mas letal era siempre lo mas cruel. El acto mismo de matar lo era, pero habían cientos de formas de hacerlo... solo había que encontrar la adecuada y ella tenía un hechizo en mente que podría servir.
-Sectusempra –Susurro, aunque sonó mas bien como un siseo mientras apuntaba al único muggle vivo que quedaba en la sala.
Cesó de lanzarle la maldición imperdonable en cuanto se lo mandaron. En cuanto el hilo de luz rojo desapareció, la mortífaga bajó la varita y le dirigió la vista de nuevo a su señor. Tomo aire profundamente y se quedo pensativa. El primer hechizo que se le paso por la cabeza fue el Avada Kedravra, rápido y letal, pero intuía que no era lo que el quería ver. Sin duda era poderoso y peligroso, de lo contrario no sería la maldición imperdonable mas temida; no siempre lo mas letal era siempre lo mas cruel. El acto mismo de matar lo era, pero habían cientos de formas de hacerlo... solo había que encontrar la adecuada y ella tenía un hechizo en mente que podría servir.
-Sectusempra –Susurro, aunque sonó mas bien como un siseo mientras apuntaba al único muggle vivo que quedaba en la sala.
Ella NoregueMortífagos || Admin - Mensajes : 198
Puntos : 107
Re: Matar es un arte que pocos entienden [Lord Voldemort]
Escuchó con atención el hechizo que Ella conjuró. La verdad es que no lo había escuchado, pero al ver como una espada invisible hacia graves arañazos a aquel muggle en el pecho supo con certeza que se trataba de un Sectumsempra. Se acercó a aquel muggle con una mirada fulminante, estaba inconsciente en el suelo así que asintió con la cabeza girándose hacia Ella, dando a entender, que estaba orgulloso de su trabajo y susurró. - Perfecto. - Miró de nuevo al muggle que estaba inconsciente en el suelo, le apuntó con la varita acabó de matarlo con un Avada Kedavra. Al verlo yacer bajo sus pies, sintió el poder que hacía tiempo que no sentía en sus manos y eso le gustaba y le tranquilizaba, dentro de poco, el que estaría muerto a sus pies, sería Potter... O al menos, eso es lo que el esperaba que ocurriese, aun que realmente tenía ciertas dudas.
Lord Voldemort*Mortífagos - Mensajes : 66
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Re: Matar es un arte que pocos entienden [Lord Voldemort]
Era indignante la rapidez con la que un muggle se quedaba inconsciente. Resultaba realmente molesto, así no se podía disfrutar de una tortura como se debía, no daba tiempo a saborear y a disfrutar del dolor ajeno. Sin embargo no se podía hacer nada por remediarlo y al menos hoy habían caído un número decente de muggles y no solo ahí abajo, también los que hubieran fallecido en el incendió que había provocado. Sin duda había sido un día provechoso dentro de lo que cabía, y esperaba que no acabara todavía. Sonrió cuando Voldemort demostró que estaba orgulloso de su trabajo y se guardo la varita mientras el muggle inhalaba su último último aliento, muriendo a manos del Señor Tenebroso. Una muerte a manos de alguien demasiado importante para un muggle como ese, pensó la mujer mientras levantaba la vista del cadáver hasta el rostro de su señor. No pudo evitar detectar en su expresión algo que le llamo la atención y, algo cautelosa, se acerco un poco a el.
-¿Le ocurre algo mi señor?-Preguntó con un eje de preocupación en su voz.
-¿Le ocurre algo mi señor?-Preguntó con un eje de preocupación en su voz.
Ella NoregueMortífagos || Admin - Mensajes : 198
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Re: Matar es un arte que pocos entienden [Lord Voldemort]
Le mira y al escucharle niega despacio mirándole, estaba frustrado, algo menos que antes pero seguía frustrado. Aun no tenía noticias de Potter, y se empezaba a cabrear, pero ¿Pagarlo con Ella? Estaba claro que no lo haría. Respiró profundamente y cerró los ojos unos segundos. Entonces le vino a la cabeza, esos rumores que iban de aquí para allá, rumores sin sentido... ¿La niña de sus ojos? Venga, que son mayorcitos para juegos. Pero... Tal vez, y solo tal vez, había algo... Que el mismo no acaba de entender. Miró a Ella a los ojos y una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro. Inconscientemente de ello, estuvo mirándola un buen rato, unos minutos, sin pestañear.
¿Que narices pasaba? Sacudió la cabeza con rapidez y llevó una mano tras su nuca acariciándola, y susurró mientras miraba al suelo. - No... Estoy bien tranquila. - Dijo inseguro pero firme al mismo tiempo, algo pasaba pero no sabía que era con exactitud, así que prefirió callar unos minutos, y la miró de nuevo, esta vez con atención, se percató de su tono de preocupación y agachó la mirada unos instantes. Poco después la miró de nuevo y dijo apretando su varita por detras. - ¿Y tú? ¿Estás bien? - Quedó en silencio mirándole, esperando su respuesta.
¿Que narices pasaba? Sacudió la cabeza con rapidez y llevó una mano tras su nuca acariciándola, y susurró mientras miraba al suelo. - No... Estoy bien tranquila. - Dijo inseguro pero firme al mismo tiempo, algo pasaba pero no sabía que era con exactitud, así que prefirió callar unos minutos, y la miró de nuevo, esta vez con atención, se percató de su tono de preocupación y agachó la mirada unos instantes. Poco después la miró de nuevo y dijo apretando su varita por detras. - ¿Y tú? ¿Estás bien? - Quedó en silencio mirándole, esperando su respuesta.
Lord Voldemort*Mortífagos - Mensajes : 66
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Re: Matar es un arte que pocos entienden [Lord Voldemort]
Con el tiempo había aprendido a controlar sus emociones y a ocultar sus sentimientos. En definitiva, había ido mejorando sus dotes como actriz para que su vida personal no se mezclara con la profesional. ¿O tal vez había sido por miedo? A veces, esos dos motivos se habían juntado en uno solo, mezclándose, pero el motivo por el que Ella quisiera tener su mente tan cerrada a posibles curiosos o entrometidos era, sin duda, por el segundo motivo. No podía ni imaginarse que ocurriría si alguien averiguará que ella estaba enamorada de... Y encima esos rumores que había oído, o que le habían parecido oír... No quería ni pararse en pensar en ello, era lo mas conveniente, y aun así no se lo sacaba de la cabeza. Lo mejor sería ignorarlo y dejarlo pasar, pero para que negarlo; si, se moría por ser la niña de sus ojos.
Ni se había dado cuenta de que habían permanecido mas de un minutó mirándose el uno al otro, y para cuando se dio cuenta sintió que se moría de la vergüenza por su propio descaro. Aparto la mirada justo en el momento en el que el silenció desapareció. Quizá fuera porque era buena en ello, pero percibió que las palabras del Señor Tenebroso no había una seguridad total; lo intuía o le parecía intuirlo. De pronto enmudeció y sintió como sus mejillas empezaban a arder poco a poco, solo esperaba que no se ruborizara o estaría perdida.
- Y-yo estoy bien-Dijo un tanto nerviosa. Ya ni sabía a donde mirar.
Ni se había dado cuenta de que habían permanecido mas de un minutó mirándose el uno al otro, y para cuando se dio cuenta sintió que se moría de la vergüenza por su propio descaro. Aparto la mirada justo en el momento en el que el silenció desapareció. Quizá fuera porque era buena en ello, pero percibió que las palabras del Señor Tenebroso no había una seguridad total; lo intuía o le parecía intuirlo. De pronto enmudeció y sintió como sus mejillas empezaban a arder poco a poco, solo esperaba que no se ruborizara o estaría perdida.
- Y-yo estoy bien-Dijo un tanto nerviosa. Ya ni sabía a donde mirar.
Ella NoregueMortífagos || Admin - Mensajes : 198
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Re: Matar es un arte que pocos entienden [Lord Voldemort]
Observó a la joven algo inquieto, ¿Que estaba pasando? No tenía ni la menor idea, solo jugaba con sus dedos por detrás de su espalda mientras miraba a Ella a los ojos. Notaba inquietud también el las palabras, miradas... Cada gesto y cada movimiento que hacía aquella pelirroja que se encontraba frente a el, arrastraban nervios, y él podía notarlo. Se dio cuenta del silencio que se había formado en tan solo unos minutos, las miradas de los dos, permanecían fijas, una encima de la otra y viceversa. Un sentimiento desconocido empezaba a extenderse por todo su pecho, poco a poco haciendo que los nervios de Voldemort recorran su cuerpo de arriba a abajo de su cuerpo. ¿Preocupado? Tal vez, y con tal vez, quería decir que si... Estaba preocupando, no sabía si aquello que sentía sería cosa de una tarde, dos días... Si solo sería un cálido aprecio, o aquello de lo que tanto había oído hablar... ¿Amor? Puede ser que se estuviera enamorando, pero aquello a él siempre le habían parecido tonterías de críos. Aun que después de pensarlo unos minutos, no parecía tanta tontería como el tenía en mente, parecía algo serio, y le preocupaba. Su mirada seguía perdida en los ojos de Ella, cuando se dio cuenta de que también la mirada de aquella mujer permanecía quieta, notó calma. Una extraña pero acogedora sensación que hacía poco a poco que sus ganas de gritar, sus ganas de matar, sus odios, miedos... Hasta las preocupaciones por el paradero de Potter estaban despareciendo poco a poco.
Asintió ante las palabras de Ella, si decía que estaba bien, la creería, aun que algo le hacía dudar, ese tartamudeo del principio no parecía decir precisamente que estuviera bien. Vio como apartó la mirada, sabía que lo hacía por respeto, cosa que le gustaba. Entonces vio como extrañamente las mejillas de la pelirroja de empezaban a colorear de un suave tono rojizo, lo que le pareció raro, pero divertido a la vez. Agachó la cabeza con una pequeña y divertida sonrisa en su rostro y dejó caer una suave risita, algo estúpida. ¿Por que se sonrojaba? Otro dato desconocido, pero seguía sin preocuparle, aun que algo de curiosidad si que tenía por saberlo, por primera vez no tendría el descaro de preguntar. La divertida expresión de su rostro no cambiaba, y por su cabeza seguían pasando opciones para aquel sentimiento desconocido, aun que siempre la más razonable parecía que era aquella que... ¿Como se decía? ¿Amor? Sí, eso es. Se pasó una mano por detrás de su nuca y levantó de nuevo la mirada para posarla sobre la joven, y susurró en un divertido tono infantil. - Te has sonrojado. - Después de aquellas palabras, hizo una extraña mueca, pensando en la estupidez que acababa de hacer, sin embargo, volvió a reír suavemente.
Asintió ante las palabras de Ella, si decía que estaba bien, la creería, aun que algo le hacía dudar, ese tartamudeo del principio no parecía decir precisamente que estuviera bien. Vio como apartó la mirada, sabía que lo hacía por respeto, cosa que le gustaba. Entonces vio como extrañamente las mejillas de la pelirroja de empezaban a colorear de un suave tono rojizo, lo que le pareció raro, pero divertido a la vez. Agachó la cabeza con una pequeña y divertida sonrisa en su rostro y dejó caer una suave risita, algo estúpida. ¿Por que se sonrojaba? Otro dato desconocido, pero seguía sin preocuparle, aun que algo de curiosidad si que tenía por saberlo, por primera vez no tendría el descaro de preguntar. La divertida expresión de su rostro no cambiaba, y por su cabeza seguían pasando opciones para aquel sentimiento desconocido, aun que siempre la más razonable parecía que era aquella que... ¿Como se decía? ¿Amor? Sí, eso es. Se pasó una mano por detrás de su nuca y levantó de nuevo la mirada para posarla sobre la joven, y susurró en un divertido tono infantil. - Te has sonrojado. - Después de aquellas palabras, hizo una extraña mueca, pensando en la estupidez que acababa de hacer, sin embargo, volvió a reír suavemente.
Lord Voldemort*Mortífagos - Mensajes : 66
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Re: Matar es un arte que pocos entienden [Lord Voldemort]
Miles de pensamientos convertidos en imágenes empezaron a acosar la mente de Ella, a falta de una palabra mas adecuada para describir al torbellino de imágenes que veía una detrás de otra. No podía verlas con la claridad necesaria que necesitaba para asimilarlas, analizarlas, comprenderlas... que demonios, no sabía ni que estaba pensando y eso solo conseguía ponerla mas y mas nerviosa. Quería borrarlas de su cabeza, o al menos controlarlas para que no pudieran marearla como estaban logrando hacer. Dejó que un suave suspiro se escapara por sus labios, como si se tratara de una suave y fina manta trasparente, para luego morderse el labio con la suficiente fuerza como para dejar unas suaves marcas sin importancia sobre ellos. En ese momento solo quería irse de aquel sótano tan deprisa como pudiera, aparecerse en su casa y pasarse la noche llorando a lagrima viva como tantas veces había hecho desde hacía años. Era una estúpida sin remedio que soñaba con cosas imposibles, aun sabiendo que nunca podrían hacerse realidad, sin darse cuenta que poco a poco se estaba matando con ello. Desde siempre creía que ese sentimiento la ayudaba a seguir con vida, poniéndose como reto intentar rozarlo con los dedos para así sobrevivir cuando , en realidad, solo lograba empeorarla. Ya sabía que tenía un punto débil, pero nunca creyó que pudiera volverla tan débil.
Se odiaba por ello, pero por desgracia no podía evitarlo.
Podía escuchar esas voces en su cabeza, y como siempre intentaba
Para cuando volvió en si, se dio cuanta de que todo su cuerpo estaba temblando, aunque no sabía si era un temblor real o la sensación que le daba. Cogiendo un valor que no sabía que tenía, levanto la vista y se dio cuenta de que le estaba mirando. Aquello le gustaba, pero le ponía nerviosa. En aquel momento, lo único que se le ocurrió hacer fue pasarse un mechón de pelo por detrás de la oreja, escuchando aquella risa que nunca, en los años que se conocían, había escuchado.
Ante aquellas palabras, se llevo rápidamente sus dos manos a las mejillas, tapándoselas con una cara que no sabía si mostraba horror o desconcierto. Se había sonrojado, lo había visto. Estaba perdida, ya no podía esconderse en ningún sitio ni fingir. Podría echarle la culpa a u habilidad de metamorfómaga ¿Vero para que? ¿Para hacer mas el ridículo? -Vaya-Se limitó a susurrar. Sonrió un poco -No se que me ha pasado. Lo-lo siento.-Se disculpó. No sabía porque pedía perdón, las palabras salieron de su boca sin poder controlarlas y entonces rodeo se abrazó por la cintura, mirando los cadáveres de los muggles tirado en el suelo.
Se odiaba por ello, pero por desgracia no podía evitarlo.
Podía escuchar esas voces en su cabeza, y como siempre intentaba
Para cuando volvió en si, se dio cuanta de que todo su cuerpo estaba temblando, aunque no sabía si era un temblor real o la sensación que le daba. Cogiendo un valor que no sabía que tenía, levanto la vista y se dio cuenta de que le estaba mirando. Aquello le gustaba, pero le ponía nerviosa. En aquel momento, lo único que se le ocurrió hacer fue pasarse un mechón de pelo por detrás de la oreja, escuchando aquella risa que nunca, en los años que se conocían, había escuchado.
Ante aquellas palabras, se llevo rápidamente sus dos manos a las mejillas, tapándoselas con una cara que no sabía si mostraba horror o desconcierto. Se había sonrojado, lo había visto. Estaba perdida, ya no podía esconderse en ningún sitio ni fingir. Podría echarle la culpa a u habilidad de metamorfómaga ¿Vero para que? ¿Para hacer mas el ridículo? -Vaya-Se limitó a susurrar. Sonrió un poco -No se que me ha pasado. Lo-lo siento.-Se disculpó. No sabía porque pedía perdón, las palabras salieron de su boca sin poder controlarlas y entonces rodeo se abrazó por la cintura, mirando los cadáveres de los muggles tirado en el suelo.
Ella NoregueMortífagos || Admin - Mensajes : 198
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Re: Matar es un arte que pocos entienden [Lord Voldemort]
Ella parecía estar en trance, lo que empezaba a preocuparle, pero al escuchar esas tímidas palabras montones de cosas se le venían a la cabeza. Nunca había sido capaz de amar nada ni a nadie. ¿Sería aquella su primera vez? No. ¿O sí? ¿Por que le estaba costando tanto asumirlo? Pensó. Tenía la cabeza echa un complot de ideas, pensamientos, recuerdos... De pronto una extraña sensación parecía dar ordenes a su cabeza, pero Lord Voldemort no recibe ordenes de nadie ni si quiera de sus propios impulsos. Dio unos pasos hacia la pelirroja sin poder evitarlo. Tal vez, el no estaba poniendo suficiente resistencia a aquellos pensamientos, tal vez, si quería hacerlo, notar su mirada cada vez más cerca, le tranquilizaba. Al fin y al cabo, en aquel sótano, solo estaban ellos dos, uno en frente del otro con las miradas cruzadas, las mejillas de ambos rebosaban ese color rojizo, que en ocasiones tanto incomodaba, pero que a el, le llegaba a resultar incluso un tanto acogedor.
Dio unos pasos más hacia ella, la tenía tan cerca que casi podía sentir su respiración en la cara, puso una mano en la cintura de la joven mientras la miraba a los ojos fijamente. La notó algo tensa por lo que bajó la mirada unos segundos y después la miró de nuevo a los ojos, sus ojos grisáceos caían sobre los de Ella, transmitiendo con la mirada algo de cariño, o al menos lo intentaba, a la vez, en su rostro, una acogedora sonrisa que transmitía seguridad, confianza, tranquilidad... Una sonrisa que pocas veces de podía ver en el pálido y huesudo rostro de aquel hombre y eso era una buena señal, se aceró mas hasta quedar a pocos centímetros de la cara de aquella chica, sus labios casi se rozaban, pero parecía que Ella no daría el primer paso, así que cerró los ojos, y pensó, por unos instantes si besarle o no, pero su decisión fue clara, pegó su frente a la de Ella y la miró a los ojos transmitiéndole o queriendo transmitirle la misma tranquilidad que hacía unos minutos. La miró por unos segundos sin hacer nada, hasta que un pequeño impulso hizo que sus labios se juntaran en un suave pero a la vez largo e intenso beso, que parecía y ojalá fuera así, no tener fin.
Dio unos pasos más hacia ella, la tenía tan cerca que casi podía sentir su respiración en la cara, puso una mano en la cintura de la joven mientras la miraba a los ojos fijamente. La notó algo tensa por lo que bajó la mirada unos segundos y después la miró de nuevo a los ojos, sus ojos grisáceos caían sobre los de Ella, transmitiendo con la mirada algo de cariño, o al menos lo intentaba, a la vez, en su rostro, una acogedora sonrisa que transmitía seguridad, confianza, tranquilidad... Una sonrisa que pocas veces de podía ver en el pálido y huesudo rostro de aquel hombre y eso era una buena señal, se aceró mas hasta quedar a pocos centímetros de la cara de aquella chica, sus labios casi se rozaban, pero parecía que Ella no daría el primer paso, así que cerró los ojos, y pensó, por unos instantes si besarle o no, pero su decisión fue clara, pegó su frente a la de Ella y la miró a los ojos transmitiéndole o queriendo transmitirle la misma tranquilidad que hacía unos minutos. La miró por unos segundos sin hacer nada, hasta que un pequeño impulso hizo que sus labios se juntaran en un suave pero a la vez largo e intenso beso, que parecía y ojalá fuera así, no tener fin.
Lord Voldemort*Mortífagos - Mensajes : 66
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Re: Matar es un arte que pocos entienden [Lord Voldemort]
El secreto que con tanto ímpetu había guardado en lo mas profundo de su ser amenazaba con rebelarse. Tantos años de esfuerzo y tanto sufrimiento en secreto para ahora tirarlo por la ventana. Sabía perfectamente que no era tan fuerte como se hacía creer, pero como había aguantado tanto tiempo creía que podría hacerlo, pero en lo más profundo de su ser sabía que tarde o temprano tendría que decírselo si no lo descubría el antes. Y entonces, cuando el descubriera que una de sus mortifagas, prácticamente la más antiguas que había, estaba enamorada de él tendría que desaparecer. ¿Cómo podría mirarle a los ojos? Estaría más que avergonzada, mas de lo que ja estado nunca, no podría soportarlo. Podía escuchar las risas y las humillaciones en su cabeza, como si fuera una de sus visiones pero con menos nitidez y más dolor. Se estaba volviendo loca. No, peor, ya estaba loca y ahora sufría dichas consecuencias. Y delante suyo. Definitivamente, morirse en aquel momento no le vendría muy mal, le sacaría de un apuro bastante gordo. Estaba sonrojada como nunca, pero también él lo estaba, lo que la desconcertaba. Nunca le había visto así y no sabía cómo interpretarlo. ¿Por qué su don para la adivinación se había tomado ahora un descanso? Sentía la sangre ardiendo por sus venas con desesperación, todo estaba ocurriendo muy lento. ¿Pero que esperaba que ocurriera? Casi perdió el equilibrio cuando sintió su mano rodeándole la cintura. No sabía cómo reaccionar ni cómo responder, estaba prácticamente inmóvil. Sentía la necesidad de tirarlo todo por la borda y hacer lo que había querido en años, poner fin a esto y darle el beso que necesitaba darle… por desgracia, su cuerpo no parecía querer hacerle caso.
Tomo aire profundamente y trato de relajarse cuando le sonrió, pero estaba demasiado nerviosa como para poder hacerlo totalmente. Sentía como unas lágrimas traicioneras intentaban salir por sus ojos, pero Ella las obligaba a quedarse dentro mientras dejaba de temblar. Estaban tan cerca, demasiado cerca. Podía sentir su respiración sobre la suya, prácticamente podía notar como sus labios se rozaban y entonces, sin más, ocurrió.
Al principio no podía creérselo, sin duda debía de estar en un sueño o en mitad de una alucinación, pero todo era real y por primera vez en mucho tiempo volvió a recordar que era la felicidad. Sin poder controlarse, aunque tampoco es que pusiera mucho empeño por hacerlo, le rodeo el cuello con sus brazos y profundizo más el beso si es que eso era posible mientras cerraba los ojos. De repente, aquel sótano le pareció uno de los mejores lugares del mundo.
Ella NoregueMortífagos || Admin - Mensajes : 198
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Re: Matar es un arte que pocos entienden [Lord Voldemort]
Notó que los brazos de Ella rodeaban su cuello, lo que no le incomodaba, es más, parecía con certeza facilitar aquel beso, que poco a poco se iba profundizando, aquello era... Diferente, la sensación de tener sus labios junto a los de aquella preciosa mujer, a la que en esos momentos el miraba a los ojos, era realmente tentadora, emocionante... Cerró los ojos por unos segundos, pensando que era lo que estaba pasando realmente. ¿Cómo había ocurrido, o mas bien, surgido aquel beso? Había ocurrido todo muy rápido, pero tal vez, no había una explicación, simplemente tenía que ocurrir, y ha ocurrido, y aun que parecía tenso, aquel profundo beso que duraba, y parecía gustarle, cosa que era cierta. No quería despegarse de ella, de hecho no lo hizo, abrió los ojos para mirarle de nuevo. Se perdía en su mirada sin darse cuenta, hacía cosas sin saber el porque de ellas, pero tal vez tampoco quería saberlo. Algo tenía claro, aun que sintiera algo, por esa mujer que estaba en frente de el, no se iba a ablandar como Malfoy, o muchos otros, seguiría siento firme con los mortífagos, claro que en aquel momento, no había nadie más, solo ellos dos, así que no pasaba nada por decir alguna ñoñería, aunque no la diría, al menos aun no.
Cuando se quiso dar cuenta, le faltaba aire así que sin apartar su mirada se separó un poco de sus labios tomando aire, luego miro al techo, poco después al suelo, a la izquierda y a la derecha, miraba a todos lados constantemente sin saber que decir, aun algo sonrojado, posó su otra mano en el otro lado de su cadera, y las deslizó hacia atrás rodeando su cintura con los brazos, fue justo en aquel momento, en el que ellos dos estaban tan juntos, los brazos de Ella rodeaban su cuello, y sus brazos, rodeaban la cintura de ella, se dio cuenta de algo, era verdad, parecía que se estaba enamorando de aquella mujer. La miró de nuevo a los ojos, y sin encontrar las palabras exactas para aquello, susurró con un tono seguro y firme pero dulce. - Ha sido... Increíble. - Y de pronto, otra tontería más sin sentido para la lista, podría haber mantenido la boca cerrada y al menos no habría quedado como un idiota, aun que aquella situación le resultaba, hábilmente encantadora y divertida, por lo que una sonrisa divertida se dibujó en su rostro tras una pequeña y suave, muy suave risita.
Cuando se quiso dar cuenta, le faltaba aire así que sin apartar su mirada se separó un poco de sus labios tomando aire, luego miro al techo, poco después al suelo, a la izquierda y a la derecha, miraba a todos lados constantemente sin saber que decir, aun algo sonrojado, posó su otra mano en el otro lado de su cadera, y las deslizó hacia atrás rodeando su cintura con los brazos, fue justo en aquel momento, en el que ellos dos estaban tan juntos, los brazos de Ella rodeaban su cuello, y sus brazos, rodeaban la cintura de ella, se dio cuenta de algo, era verdad, parecía que se estaba enamorando de aquella mujer. La miró de nuevo a los ojos, y sin encontrar las palabras exactas para aquello, susurró con un tono seguro y firme pero dulce. - Ha sido... Increíble. - Y de pronto, otra tontería más sin sentido para la lista, podría haber mantenido la boca cerrada y al menos no habría quedado como un idiota, aun que aquella situación le resultaba, hábilmente encantadora y divertida, por lo que una sonrisa divertida se dibujó en su rostro tras una pequeña y suave, muy suave risita.
Lord Voldemort*Mortífagos - Mensajes : 66
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Re: Matar es un arte que pocos entienden [Lord Voldemort]
Era, sin duda, el mejor beso que había dado en su vida. Ni en sus mejores sueños podría sentirse tan bien como estaba ahora, era una sensación incomparable que no quería dejar de sentir. Disfrutaba de aquel beso como si fuera la última vez que pudiera hacerlo, aunque deseaba en lo mas profundo de su ser que pudiera volver a besarle después de aquel día. Por fin había cumplido su mayor sueño, no quería que este desapareciera tan pronto como había empezado. Sin poder evitarlo, sintió como un par de lagrimas se escapaban de sus ojos mientras no podía reprimir una sonrisa. Todo el miedo que había sentido hacía menos de un minuto se había esfumado como sin dejar rastro y lo había sustituido una seguridad cada vez mas creciente. Había dejado de temblar y aunque siguiera sonrojada ya no era por que estuviera nerviosa o avergonzada. Entreabrió un poco los ojos para toparse con los suyos y perderse en ellos, solo que ahora no tendría porque disimular; o eso es lo que se imaginaba para cuando estuvieran a solas ya que delante de los mortifagos o cualquier otra persona debían de comportarse tal y como lo habían hecho hasta ahora. Daba igual lo que estuviera surgiendo entre ellos en aquel momento, seguían siendo dos adultos y debían de comportarse como tal cuando no estuvieran solos y después...
Se pego tanto a el como le fue posible, profundizando el beso y alargándolo hasta que la falta de aire por parte de los dos les obligo a separarse y a respirar para no ahogarse. Respiraba profundamente y apoyó la cabeza sobre su pecho mientras seguía abrazándole por el cuello, asimilando lo que había ocurrido, enjuagándose con el puño de la túnica las dos lagrimas que ya rozaban las comisuras de sus labios mientras reía de una forma suave. Cerró los ojos durante unos segundos y luego los abrió de nuevo y le miro. Aun le costaba recuperar la respiración normal. La experiencia real había superado con creces a todo lo que pudiera haberse imaginado en un pasado. Sus mejillas se reencendieron ante aquella palabras y una leve y graciosa risa salió de sus labios.
-Ha sido... perfecto-Dijo aun entre jadeos y apoyada en el con suavidad. Su corazón palpitaba con rapidez. Esta dispuse a decírselo, lo que había estado ocultando durante tantos años a todo el mundo por fin iba a decírselo. Tal ves fuera un poco precipitado, pero si aguantaba un minuto mas acabaría estallando y gritándolo a los cuatro vientos. -Te... te quiero-Dijo en un susurro con los ojos cerrándos. Era lo mas ñoño que había dicho desde que tenía memoria, pero era lo que sentía. ¿Para que callarlo mas?
Ella NoregueMortífagos || Admin - Mensajes : 198
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Re: Matar es un arte que pocos entienden [Lord Voldemort]
Se abrazó a ella, pegados por completo en aquel increíble beso que no parecía tener fin y, la verdad, que mejor que fuera así, era perfecto, tal y como Ella dijo en ese momento, lo que hizo que sus mejillas se sonrojasen, y por tanto las de el también, se sentía diferente, algo que no sentía desde hace mucho... Se sintió realmente bien, feliz, de poder estar con Ella así en aquel momento, la miraba de reojo, notando su cabeza sobre su pecho, y mirando sus rojizos cabellos mientras los acariciaba lentamente, con cuidado de no revolver aquel elegante peinado... Respira con fuerza, y algo de dificultad ya que por el beso de antes le estaba costando un poco. Solo esperaba que aquello no le descentrara de su trabajo como el Señor Tenebroso, ya que debía manejar a los mortífagos con mano dura si quería que las cosas salieran bien. Todo parecía demasiado irreal, pero sabía con certeza que todo era cierto. ¿Sería ese su día de suerte? Primero acaba con tres muggles, a los que tortura y ve morir a sus pies, y después aquello, sin duda era un buen día, además el ambiente era oscuro y frío, lo que le resultaba mas acogedor todavía.
Pero de pronto escuchó algo que le desconcertó, dos palabras que se metieron en su cabeza y le daban vueltas a todas las cosas que pensaba en ese instante, nunca antes, nadie le había dicho que le quiere, y no sabía como tomar aquello. Estuvo en silencio con la mirada perdida unos instantes, pero después le cogió una mano y aun acariciando sus cabellos con la otra susurró bajito y despacio. - Yo a ti también. - Sonrió después de decir aquellas palabras, que pesó que no diría nunca. Estaba desconcertado, pero tenía las cosas claras en aquel momento. Se inclinó un poco besando la cabeza de Ella, si tuviera nariz, ahora mismo la habría arrugado mostrando un gracioso gesto, que indicaba con exactitud que sus palabras eran ciertas. Sí, parecía algo ñoño, pero se sentía orgulloso de haber dicho lo que dijo, porque por una parte, demostró que tiene valor suficiente, aun que eso ya estaba claro. Era obvio que algo ocurriría entre ellos dos, lo que sería una historia... Interesante. Seguía sonriendo con amplitud, probablemente era la primera vez que sonreía de aquella forma tan evidente, pero no se arrepentía de nada.
Pero de pronto escuchó algo que le desconcertó, dos palabras que se metieron en su cabeza y le daban vueltas a todas las cosas que pensaba en ese instante, nunca antes, nadie le había dicho que le quiere, y no sabía como tomar aquello. Estuvo en silencio con la mirada perdida unos instantes, pero después le cogió una mano y aun acariciando sus cabellos con la otra susurró bajito y despacio. - Yo a ti también. - Sonrió después de decir aquellas palabras, que pesó que no diría nunca. Estaba desconcertado, pero tenía las cosas claras en aquel momento. Se inclinó un poco besando la cabeza de Ella, si tuviera nariz, ahora mismo la habría arrugado mostrando un gracioso gesto, que indicaba con exactitud que sus palabras eran ciertas. Sí, parecía algo ñoño, pero se sentía orgulloso de haber dicho lo que dijo, porque por una parte, demostró que tiene valor suficiente, aun que eso ya estaba claro. Era obvio que algo ocurriría entre ellos dos, lo que sería una historia... Interesante. Seguía sonriendo con amplitud, probablemente era la primera vez que sonreía de aquella forma tan evidente, pero no se arrepentía de nada.
Lord Voldemort*Mortífagos - Mensajes : 66
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Re: Matar es un arte que pocos entienden [Lord Voldemort]
Aquel abrazo parecía no tener fin, y aquello solo era posible porque ninguno quería separarse del otro, algo bastante comprensible. La felicidad brotaba en su interior con cada palpitación, la cual llegaba a cada fibra de su ser con la sangre que recorría las venas de todo su cuerpo. No podía evitar que sus mejillas se ruborizaran por lo extraño del momento, pero haciendo un leve esfuerzo si que era capaz de controlar el tono rojizo y disminuirlo un poco; sin embargo, tenía la cabeza en otro mundo en este momento y no para utilizar sus habilidades de metamorfomaga para cambiar el color de su cara.
Le resultaba extremadamente extraño ver el rostro del señor tenebroso cubierto de aquel color rojizo como el suyo, y aun así le resultaba... tierno. De hecho, la escena era mas tierna que otra cosa. La mujer cerró los ojos al sentir las caricias sobre su pelo, saboreando aquella expresión de cariño que nunca antes había experimentado como ahora, pues en el pasado mas que recibir cariño sincero fue uno mas bien obligado.
Pero ahora no tenía que mirar el pasado, aquello lo dejó atrás hace mucho tiempo y todo iría mucho mejor si continuaba así, olvidando y centrándose en el presente. Carpe diem
Por un momento se lamentó de haber pronunciado aquellas palabras. De hecho, le habían sonado demasiado precipitadas incluso para ella, pero cambiar los acontecimientos no esta dentro de sus habilidades mágicas. Lo único que le quedaba era esperar una respuesta, el abanico de posibilidades era rápido; desde una carcajada cruel o una burla ofensiva hasta una respuesta afirmativa o incluso se podría fingir que no había dicho nada. Pero cuando sintió que le tomaba de la mano no pudo evitar soltar un respiro de alivio, el cual se transformo en una sonrisa cuando escucho aquellas palabras que jamás creyó que llegaría oír. Se sentía totalmente relajada, como si le hubieran quitando un gran peso de la espalda. Al no saber como responder, lo único que fue capaz de hacer fue volver a besarle, lentamente, sin separarse ni un solo centímetro. Sentía tanta seguridad que se sentía capaz de cualquier cosa, incluso la primera tontería que se le pasara por su no muy cuerda cabeza.
-¿Sabes? Durante mucho tiempo me imagine una escena parecida a esta.-Dijo llevándose una mano al vientre, donde una cicatriz comenzó a latir recordándole un angustioso momento del pasado. Su expresión cambió por un segundo; su sonrisa se desvaneció y un rostro sin expresión alguna se apoderó de su cara, todo mientras un terrible recuerdo llegaba a su mente.
Le resultaba extremadamente extraño ver el rostro del señor tenebroso cubierto de aquel color rojizo como el suyo, y aun así le resultaba... tierno. De hecho, la escena era mas tierna que otra cosa. La mujer cerró los ojos al sentir las caricias sobre su pelo, saboreando aquella expresión de cariño que nunca antes había experimentado como ahora, pues en el pasado mas que recibir cariño sincero fue uno mas bien obligado.
Pero ahora no tenía que mirar el pasado, aquello lo dejó atrás hace mucho tiempo y todo iría mucho mejor si continuaba así, olvidando y centrándose en el presente. Carpe diem
Por un momento se lamentó de haber pronunciado aquellas palabras. De hecho, le habían sonado demasiado precipitadas incluso para ella, pero cambiar los acontecimientos no esta dentro de sus habilidades mágicas. Lo único que le quedaba era esperar una respuesta, el abanico de posibilidades era rápido; desde una carcajada cruel o una burla ofensiva hasta una respuesta afirmativa o incluso se podría fingir que no había dicho nada. Pero cuando sintió que le tomaba de la mano no pudo evitar soltar un respiro de alivio, el cual se transformo en una sonrisa cuando escucho aquellas palabras que jamás creyó que llegaría oír. Se sentía totalmente relajada, como si le hubieran quitando un gran peso de la espalda. Al no saber como responder, lo único que fue capaz de hacer fue volver a besarle, lentamente, sin separarse ni un solo centímetro. Sentía tanta seguridad que se sentía capaz de cualquier cosa, incluso la primera tontería que se le pasara por su no muy cuerda cabeza.
-¿Sabes? Durante mucho tiempo me imagine una escena parecida a esta.-Dijo llevándose una mano al vientre, donde una cicatriz comenzó a latir recordándole un angustioso momento del pasado. Su expresión cambió por un segundo; su sonrisa se desvaneció y un rostro sin expresión alguna se apoderó de su cara, todo mientras un terrible recuerdo llegaba a su mente.
Última edición por Ella Noregue el Dom Abr 01, 2012 9:50 am, editado 1 vez
Ella NoregueMortífagos || Admin - Mensajes : 198
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Re: Matar es un arte que pocos entienden [Lord Voldemort]
Sonríe mirandole a los ojos y posó ambas manos en la cintura de Ella, sonriendo al color de sus mejillas y correspondiendo suave y lentamente a su beso, le miraba a los ojos mientras sus labios coincidian y sus lenguas se acariciaban una a la otra, subió una de sus manos a una de las mejillas de la pelirroja y la acarició con cuidado sonriendo sobre sus labios, realmente seguro de lo que estaba haciendo y feliz de que fuera con aquella mujer. Era genial estar en aquel lugar, en aquel momento, que era únicamente de ellos dos, se separó un poco de sus labios sin dejar de acariciar su mejilla con suavidad. Pero escuchó algo que realmente le dejó paralizado, ¿Una escena así? No le sonaba nada bien, pero parecía que lo decía la verdad, por un momento mantuvo la calma, al fin y al cabo, solo le había dicho que imaginó una escena así, no era para tanto, es más le alegraba saber que pensaba en él, dio un leve suspiro de alivio, y la miró a los ojos algo nervioso e inquieto de nuevo, agacha la cabeza y la mira, repetidamente hasta que finalmente susurra convencido. - Vaya que noticia... Y... ¿Y que quieres decir con eso? - Observó con atención como se llevaba una mano al vientre, y vio como su cara cambiaba, cosa que le preocupó bastante, y llevó también una mano al vientre de Ella susurrando con un tono de preocupación. - ¿Ocurre algo? ¿Estás bien? - La abrazó de nuevo intentando tranquilizarla pues se le veía algo disgustada, ¿Sería su culpa? A lo mejor había hecho algo mal... Miles de posibilidades empezaron a pasar por su cabeza, pero ninguna parecía convencerlo a si mismo, por lo que dejó caer un pequeño y esmerado suspiro besando la mejilla de Ella de nuevo.
Lord Voldemort*Mortífagos - Mensajes : 66
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Re: Matar es un arte que pocos entienden [Lord Voldemort]
Sonreía sin poder evitarlo, acariciando sus labios con un aire un poco juguetón, pero sin llegar a separarse de ellos porque no podía. Acariciaba la punta de su lengua con la propia, riendo un poco con un tono cantarín sin poder controlarse. Quería besarle durante toda la noche, no separarse de esos brazos que la rodeaban y la abrazaban; simplemente no quería que aquel momento acabará nunca. Era un momento maravillo, perfecto, sin duda un recuerdo que quedaría a buen recaudo dentro de su cabeza.
Se le quedó mirando hasta que notó como le acariciaba la mejilla con suavidad, por lo que cerró los ojos e inclino la cabeza hacía el lado de la mano para sentirla mejor, fría, pero no demasiado, y luego volvió a apoyarse sobre el para confesar algo que jamás creyó que diría. Pero la cosa no fue tan bien como deseaba.
Cerró los ojos con fuerza mientras sentía como aquella cicatriz, literalmente, ardía al rojo vivo, o al menos eso le parecía sentir. Tal vez todo estuviera en su cabeza, o tal vez no, ahora no estaba para pensar, solo para sentir un terrible dolor que le obligo a cerrar los ojos con fuerza. Sintió un escalofrió recorrer todo su cuerpo y de pronto se quedó helada. Tubo que agarrarse a Voldemort bien fuerte para no caer cuando sintió flojear sus piernas. De todos los malditos momentos del día, precisamente tubo que ocurrir ahora. Intentó por todos los medios cesar esas imágenes que veía y que no había podido olvidar por muchos años que hubieran pasado desde aquella terrible época en la que estuvo, desgraciadamente, casada con el peor hombre que pudo tocarle. Al cabo de unos segundos, un sudo frío caía por su frente y todo ceso lentamente. Respiraba como si le faltaba el aire, hasta que se fue calmando y aflojo un poco los brazos.
-Es..toy bien-Dijo susurrando, aunque no le sonó muy convincente. -No ha... sido nada.-Dijo un poco claro, pues no quería ni preocuparle ni mostrarse débil. Sonrió cuando sintió el beso en la mejilla y entonces se sintió tan bien como hacía unos minutos. Se aclaro la garganta y se separo de el, andando hacía los cadáver dándole la espalda mientras se secaba una lagrima que se había escapado.
-No suele ocurrirme muy a menudo, tampoco puedo evitarlo.-Se disculpó cruzándose de brazos. Estaba inquieta, no sabía ni que hacer ni que decir.
Se le quedó mirando hasta que notó como le acariciaba la mejilla con suavidad, por lo que cerró los ojos e inclino la cabeza hacía el lado de la mano para sentirla mejor, fría, pero no demasiado, y luego volvió a apoyarse sobre el para confesar algo que jamás creyó que diría. Pero la cosa no fue tan bien como deseaba.
Cerró los ojos con fuerza mientras sentía como aquella cicatriz, literalmente, ardía al rojo vivo, o al menos eso le parecía sentir. Tal vez todo estuviera en su cabeza, o tal vez no, ahora no estaba para pensar, solo para sentir un terrible dolor que le obligo a cerrar los ojos con fuerza. Sintió un escalofrió recorrer todo su cuerpo y de pronto se quedó helada. Tubo que agarrarse a Voldemort bien fuerte para no caer cuando sintió flojear sus piernas. De todos los malditos momentos del día, precisamente tubo que ocurrir ahora. Intentó por todos los medios cesar esas imágenes que veía y que no había podido olvidar por muchos años que hubieran pasado desde aquella terrible época en la que estuvo, desgraciadamente, casada con el peor hombre que pudo tocarle. Al cabo de unos segundos, un sudo frío caía por su frente y todo ceso lentamente. Respiraba como si le faltaba el aire, hasta que se fue calmando y aflojo un poco los brazos.
-Es..toy bien-Dijo susurrando, aunque no le sonó muy convincente. -No ha... sido nada.-Dijo un poco claro, pues no quería ni preocuparle ni mostrarse débil. Sonrió cuando sintió el beso en la mejilla y entonces se sintió tan bien como hacía unos minutos. Se aclaro la garganta y se separo de el, andando hacía los cadáver dándole la espalda mientras se secaba una lagrima que se había escapado.
-No suele ocurrirme muy a menudo, tampoco puedo evitarlo.-Se disculpó cruzándose de brazos. Estaba inquieta, no sabía ni que hacer ni que decir.
Ella NoregueMortífagos || Admin - Mensajes : 198
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