Tomando algo después de trabajar [Brad]

Aunque pareciera que no, en nuestro departamento había bastante trabajo. Muchos se pensaban que estábamos todo el día de fiesta o que, en su defecto, no teníamos casi nada que hacer, pero no era así. Al contrario, llevábamos un par de días bastante ajetreados en el ministerio. Parecía que el trabajo nunca iba a llegar a su fin. Evidentemente, tampoco me podía quejar tanto, pues, aunque últimamente teníamos trabajo demás, por lo menos teníamos trabajo. Por suerte, por ese día ya había acabado mi jornada laboral, debido a que ya era la hora de salir del trabajo.

Después de levantarme de mi asiento y recoger mis cosas, salí de mi oficina. Mientras caminaba hacia la salida, charlé con algunos de mis compañeros de departamento y con otros que no eran de mi mismo departamento. En cuanto llegamos a la puerta, cada uno se fue hacia un lado diferente. Yo, por mi parte, me encaminé con paso rápido hacia el callejón más cercano al Ministerio de Magia para, una vez allí, desaparecerme. Al segundo, estaba en un callejón cercano al Caldero Chorreante y, caminando sin muchas prisas, me dirigí hacia éste. Desde que había comenzado a trabajar en el Ministerio, iba allí más a menudo, sobre todo después de trabajar, a tomarme una cerveza de mantequilla, tal y como ya sabía Tom. Así que nada más entrar y sentarme en un taburete, en la barra, el tabernero ni se molestó en preguntarme qué quería. Me dio directamente la cerveza de mantequilla. Mientras observaba a la gente que había en la taberna, pero sin fijarme mucho en ella, comencé a beberla.