Una interesante noche [Benjamin]

El caldero chorreante no era mi lugar favorito, pero era el primer sitio que me pillaba de paso. No es que fuera un lugar muy limpio ni cómodo, era un sitio mugriento que apestaba, pero por esa misma razón sabia que allí podía estar tranquila y pensar con tranquilidad sin que nadie me molestara.
Tenia unas cuantas ideas en mente, y el plan se iba formando poco a poco por si solo en mi mente. Sabia que podía hacerlo, después de todo, la cabeza pensante de la familia era siempre la pequeña Astoria. Daph estaba demasiado pendiente de que hacia Theo y eso la dejaba nula en este asunto. Tener hermanas muchas veces no servia para nada, en casos como estos no te servían de gran ayuda, es mas, siempre terminaba fastidiándolo todo, así pues me ahorre la bronca de ver mi plan hecho añicos por un fallo. ¿Que mejor plan que el elaborado y ejecutado por tu misma persona?
Me había cogido la mejor habitación, al menos una de tantas que tenían se libraba de tanta suciedad y era la mas acogedora para mi gusto así que después de haberme instalado debidamente baje a tomar algo y a empezar a encajar cabos sueltos

Paseaba por ahí cerca, por lo que decidí entrar en el Caldero Chorreante, y ya aprovechaba para tomar algo...

Entré, abriendo la puerta. No me gustaba mucho ese lugar, pues era muy sucio y bastante abandonado, pero era útil para encontrarse de vez en cuando con alguien, o hacer una pequeña reunión de la Orden del Fénix, pero ahora con los mortífagos rondando por ahí, no era muy conveniente... Una pequeña "oleada de polvo" me invadió, y me quedé quieto hasta que pude respirar aire limpio, cosa muy poco

Me senté en una de las sillas y escruté a mi alrededor. Vi a una chica cerca, que parecía pensar. Me acerqué a ella, sin sospechar que sería una mortífaga...
-¿Puedo?

Me había pedido una cerveza de mantequilla. No era de esas personas que le gustaba esta bebida pero no había gran cosa que tomar aquí, en un antro de mala muerte. Las puertas se abrían constantemente permitiendo el acceso a personas que no tenían nada que ver conmigo. Estaba segura en ese lugar ya que no solía ver a mi "grupo" si se le podía llamar así, por allí. Potter era quien pisaba estos antros de mala muerte y no nosotros, pero bueno... las cosas habían cambiado y ya nada era como antes. Hasta Pansy había pasado de caerme mal a simplemente caerme indiferente.

Un chico, de las tantas personas que entraban se acercó hasta donde estaba sentada con la mirada perdida, de echo no me había dado cuenta ni de su entrada de lo metida que estaba en mis pensamientos.
-Adelante
El chico no se me hacia reconocible, probablemente nunca me había topado con el por los pasillos de hogwarts en mis años de estudiante, pero mi presentimiento mortifago me decía que era uno de la orden

Cuando me dijo Adelante, tomé asiento a su lado. Le hice una seña al camarero y le pedí otra cerveza de mantequilla, aunque gustosamente habría pedido un whisky de fuego, pero no lo hice, ya que seguramente no tendrían.

Entonces, miré de reojo a la chica: era guapa, pero no parecía exactamente...dispuesta a pertenecer a la Orden.

Me sentía un poco incómodo, la verdad: no solía estar solo con mujeres que no fuesen de la Orden, y aún menos en esos tiempos.

Entonces, mirándola a la cara, dije:
-Bueno...encantado, soy Benjamin...Benjamin Waldorf- le tendí la mano.

Entonces, como un acto reflejo, pensando en lo que se me había cruzado por la cabeza hace unos segundos, miré de reojo su brazo izquierdo...

Se pidió una cerveza de mantequilla aunque no tenia cara de conformarse con una simple cerveza, pero aquí no había nada mejor. Se había sentado a mi lado mientras yo... simplemente miraba la jarra de cerveza perdida en mis pensamientos. Waldorf... Una sonrisa de oreja a oreja se dibujo en mi rostro cuando menciono su apellido. Me gire al chico, la verdad, no era de mi estilo de chico pero no estaba nada mal. Y siendo Waldorf.... era perfecto.
Alague mi mano para estrecharle la suya a modo de saludo.
-Astoria Greengrass
Me daba igual si me conocía por lo que la gente podía hablar sobre mi o por comentarios de viejos compañeros de escuela
-¿Que trae por aquí al hermano de la prometida y futura Malfoy?

Cuando le mencioné mi apellido, observé una sonrisa que se dibujó en su cara. Entonces, cuando me dijo el suyo, comprendí que no era la persona más indicada con la que debería hablar un miembro de la Orden...
¿Prometida?, ¿Malfoy?
Traté de ocultar mi asombro. De repente, recordé, como un "flash", que mi hermana era mortífaga, y Greengrass seguramente, también.
-Perdona, pero no comprendo...-o no quería comprender. ¿Desde cuando se había visto que una Waldorf se fuese a casar con un Malfoy? Pero, si era así, ¿por qué no me lo había dicho?
Me sentía un poco incómodo, pero no tuve otro remedio que creer que mi hermana ya estaba prometida. Me enfurecí con ella. Nunca habíamos tenido secretos, bueno, normalmente, no teníamos secretos, pero eso ya no era un secreto...Si lo sabía hasta Greengrass, ¿por qué no lo sabía yo?

El chico parecía confuso, tampoco esperaba que se hubiera enterado, apenas yo lo había hecho hacia un par de horas. Cogí la jarra de cerveza y le di un gran trago.
-Supongo que era una información privilegiada.-Sonreí con sorna al decir aquello- ¿Eres su hermano y no sabes que están comprometidos?¿Que clase de hermano no sabe sobre su familia?
Lo mire de nuevo, no era un mortifago, ya me lo habría cruzado en algún momento. Y siendo Waldorf no era una persona neutral, el día a día a rebajado los neutros, convirtiéndolos en miembros de ambos bandos.
-Bueno, ya lo sabes. Draco y esa tejona insoportable de Waldorf.... con perdón, se van a casar
Tan solo me lo había dicho una persona, pero siendo quien era y de quien era la boda seguramente no seria una mentira para hacerme molestar sabiendo cuanto odiaba a esa niñata

Traté de no mostrarme tan confuso, cosa que conseguí, ya que me cabreé cuando dijo aquello de que qué clase de hermano era...
Preferí no responder a aquello, pues no se me ocurría otra respuesta si no decir: Uno que trabaja en el Bando contrario. Y eso no sería muy...aconsejable.
Cuando el camarero me trajo la cerveza de mantequilla, no probé un sorbo, pero para calmarme me hizo falta. Después de beber un trago de la bebida y dejar la jarra sobre la mesa, escuché lo que decía.
-No pretendo ser grosero contigo, Greengrass, pero no voy a permitir que hables así de mi hermana- le solté en tono brusco.
Podía ser que fuese del bando contrario, que estuviese a punto de casarse con "el Malfoy ese" y que no nos viésemos casi nunca, pero no iba a consentir que hablase así de ella...Al fin y al cabo, era mi hermana pequeña.

Como todo hermano, al fin salio su carácter protector a todo aquel que se metiera con su hermana, la verdad... me daba igual si no le gustaba que me dirigiera así a ella, pero era lo que había. Pertenecer al mismo bando no había conseguido otra cosa que terminara odiándola. Quizás la mejor opción seria llevarle a las mazmorras de la mansión, pero que se encontrara con su hermana no me convencía mucho. La impura era demasiado blanda en muchas ocasiones, aunque... seria una prueba y muestra de lealtad a nuestro señor... pero bueno, su lealtad no era algo que me importara mucho. No al menos su lealtad a nuestro Lord, no era la niñera de nadie, eso era trabajo de Tom, asegurarse de la lealtad de todos los suyos, no mía.
Me levanté de mi sitio buscando otro mas cómodo con la mirada, allí no es que hubiera nada cómodo, lo mas parecido a la comodidad era las camas y los chirridos de sus muelles no eran muy....complacientes.
-Tu mismo Waldorf. No por ser su hermano voy a mostrar mi respeto por ella. Tienes dos opciones... o portarte bien y no llevarme la contraria, o venir conmigo a visitar a la impura y que ellos decidan tu destino
Sonreí divertida acomodándome en la mesa, sentándome encima de esta.

Tras decir lo que, recé para que no se le ocurriese llevarme ante su Lord. Aunque...escuché lo que dijo la chica. Definitivamente, era mortífaga. Se le notaba en aquel tono de voz...dominante y duro. Estuve a punto de saltar cuando dijo la "impura", pero comprendí que en aquellos momentos debía controlarme. Miré a otro lado, tomando un trago de la asquerosa cerveza de mantequilla de aquel lugar, señal de que...prefería la primera opción que me presentaba.

Le observé sentarse encima de la mesa, divertida.
-¿Por qué dices que no te lleve la contraria? - le miré, algo desafiante, alzando los ojos, ya que ella estaba sentada en la mesa- quiero decir...¿insinúas que vamos a estar aquí hablando...tiempo?- me acomodé de nuevo en la silla.

Sonreí divertida con su respuesta. Se calló en vez de responderme cuando volví a meterme con su hermana, no por que fuera un Waldorf en el bando enemigo iba a mostrarme diferente.
-Llévame la contraria en todo lo que diga o replicarme por algo.
Sabia guardar las formas por lo que supuse que sabia a que bando pertenecía desde un principio. Seria bueno llevarlo como rehén, pero tampoco quería darle el placer a la pequeña impura de reencontrarse con sus familiares
-Eso era lo que quera decir. Lo de pasar mas tiempo aquí, dependerá de ti únicamente.
Bostece sonoramente, comenzaba a aborrecer el lugar y aburrirme de permanecer allí sin hacer nada mas interesante que conversar con el enemigo.
-Dime "amiguete", visitamos a tu hermana la impura o por el contrario te opones
Sonreí de nuevo mirándole, jugando con la varita entre mis manos de forma distraída

Parecía que no pretendía llevarme como rehén. Eso me resultó algo extraño. Los mortífagos, en cuanto veían a alguno de la Orden, solían matarlo casi de inmediato, o llevarlo ante su Señor, pero aquella vez no lo hizo Greengrass, acción que me sorprendió, y bastante. Mucho.
Asentí cuando me "explicó".
Quise cantarle "las cuarenta" cuando la volvió a llamar impura, pero recordé mi peligrosa situación.
-La decisión la podrás tomar tú. No quiero llevarte la contraria...-sonreí con ironía. No me hacía mucha ilusión ver a Ginerva, al menos para ver cómo estaba: llevaba "SIGLOS"...

¿Desde cuando me llamaba "amiguete"? Aquella mortífaga era bastante diferente...o por lo menos, lo eran sus costumbres como mortífaga...

Lo escuché, estaba en mis manos ahora decidir que hacia con el...
-Buen chico
Sonreí divertida. Me levanté de la mesa dando un pequeño saltito para caer al suelo de pie. Volví a mi lugar en la barra, para agarrar la jarra y terminarla de una vez por todas.
-Vamos a ver que cara pone la impura al ver a su hermano en el bando contrario y el castigo que te impone mi señor si no obedeces sus ordenes y nos dices lo que queremos saber
Le agarre del cuello de su camisa dispuesta a llevármelo de allí. Esperaba que no opusiera resistencia, de ser así me vería obligada a sacar la varita, y no me apetecía ahora mismo montar un escándalo que luego pudiera salir en cualquier sitio y meterme en problemas. Aunque los problemas eran mi centro de atención....

¿Ver a mi hermana "la impura", como la llamaba Greengrass? Así que, estaba muy equivocado...pretendía llevarme a mi también como rehén. No pretendía darle más problemas a los de la Orden. Ya tenían suficiente con que tuviesen a Ginny, también a mi. Y a qué vennía eso de buen chico, ¿era normal entre los mortíafgos tratar a los rehenes como perros? Seguramente, sí.

Saltó de la mesa y se bebió el resto de la bebida. Yo, en cambio, aparté la mía. Me levanté cuando me tiró del cuello de la camisa, pero no me moví. No iba a dejarme torturar y dar información así por las buenas.

Cerré los puños y la miré a los ojos. Fríos y crueles. ¿Cómo era posible que ellos gobernasen el Mundo Mágico?

Entonces, recordé a dónde me llevarían, seguramente, como rehén. ¿A la Mansión de los Malfoy, quizás? Ahí seguro que iríamos... tampoco me hacía mucha gracia ver al prometido de mi hemana, la verdad. ¿Estaría mi hermana tambíén allí?...

Entonces, conscinete del peligro que estaba corriendo, maldije el momento en el que entré por la dichosa puerta del Caldero Chorreante...

Convencida de que no se negaría a venir no insistí en hacer fuerza, cayendo en la cuenta después de que no quería moverse del sitio. Yo no había hecho la fuerza suficiente para levantar lo si el no quería por lo que al estirar me lleve un pequeño estirón. Como en los dibujos animados cuando intentas tirar de una pesada roca y te quedas en el sitio...Lo mire con una ceja alzada
-¿Como era eso de que no me llevarías la contraria?
Dije riendo levemente, le solté de la camisa y mire a los presentes que se hallaban en el caldero en ese preciso momento
-¿Acaso Waldorf tiene miedo? Y yo que pensaba que querías reencontrarte con tu hermana y pasar un rato agradable antes de que mi señor diera contigo....Me decepcionas. Te creía mas valiente

-Negarte hacer algo que quiero y llevarme la contraria viene siendo lo mismo
Sonreí divertida volviendo a sacar la varita con su siguiente comentario. Jugué con ella entre mis manos.
-Creo que has elegido un mal día para llevarme la contraria.
Yo no solía meterme en duelos mágicos, me consideraba pacifista en eso y lo seguía manteniendo, pero estar con los mortifagos requería sacrificios y una cosa buena de dejar la escuela era que ya nadie nos impedía usar las maldiciones, aunque no eran de mi agrado usarlas no negaba que les daba uso en alguna que otra ocasión
-Aparte del lugar... De todos los presentes que estamos, solo uno de ellos le es fiel a la orden. Así que tu decides, batirte en duelo, o venir por las buenas conmigo
Sonreí de nuevo caminando hacia la salida de aquel apestoso lugar.
-Se me olvidaba mencionar... Si no vienes, uno de los tuyos pagara las consecuencias... Ginny creo que se llamaba

Observé malhumorado cómo sacaba la varita. La verdad, no la veía muy capaz de batirse en duelo ahí, en ese sitio. pero viniendo de una mortífaga, me podía esperar cualquier cosa...No dije nada, en aquellos momentos, no tenía muchas ganas de hablar, simplemente, escuchaba lo que decía: sus amenazas.

Como un acto reflejo, dirigí mi mano a donde guardaba mi varita, listo para atacar en cualquier momento, aunque no lo deseaba.
Me mantuve callado cuando dijo que en ese lugar sólo habiá uno de parte de la Orden. Aquello tampoco podía ser muy seguro...pero me inclinaba a pensar lo mismo que Greengrass.

Se dirigió a la puerte, ¿acaso pretendía irse?, ¿en serio creía que le iba a seguir? Ya estaba Ginny en la Mansión de los Malfoy, solo faltaba yo, un problema más para los de la Orden, y no estaban en condiciones como para rescatar a uno más.

Pensé en Ginny. La joven ya habría sufrido bastante, ahí encerrada, si no le habían torturado y estaba moribunda, claro.
Las famoses vocecillas del "angel y el diablo" me hablaron a la vez... una posiblidad era era entregarme para que no le ocurriera nada a Ginny, pero viniendo de los mortífagos, serían muy capaces de hacer lo contrario aunque fuese con ellos. Otra opción, también era batirme en duelo, sin saber quién ganaría, sin pensar en Ginny.

Lo pensé: no me entregaría.
Me quedé ahí quieto, di un pequeño paso, indeciso. No pretendía batirme en duelo, pero tampoco quería entregarme, ¿qué hacer?...

Dirigió su mano hacia donde seguramente se hallara su varita pero parecía dudoso. Tras varios minutos de impaciencia pareció decidido a moverse por lo que se levanto de la silla y dio un lento paso hacia adelante... pero se paro!
-¡Vamos, no tengo todo el día!
Dije ofuscada con la varita entre mis manos. Lancé un pequeño bombarda a una mesa cercana, odiaba que me hicieran esperar. Lo mire un poco mas impaciente que antes con una ceja en alto. ¿A que esperaba? Uno de los presentes me miró por destrozar la mesa en la que el se había sentado para tomar una tranquila cerveza. Le dedique una divertida sonrisa antes de volver a lanzar un bombarda cerca suyo, hacia otra mesa. Nadie me miraba con reproche sin tener castigo
-¿Y bien? ¿Vas a moverte? Estoy empezando a enfadarme

[si es muy corto dime e intento alargarlo ^^]

[No pasa nada, yo tampoco estoy muy inspirado ]